...de la tediosa fase 1 y pasar a Fase 3.
Eso quiere decir que desde el mismo gobernador y su equipo de colaboradores sin olvidar el importante aporte realizado desde la Nación fue y es correcto. Sin embargo, basta pasar por el Hospital Virgen de Fátima y ver las largas colar diarias de ciudadanos que con síntomas recurren a realizarse el hisopado, incrédulo que a siete meses de pandemia continúen los jóvenes sin entender la gravedad.
Si tuviéramos una población más comprometida y menos insensible, lograríamos erradicar al virus de nuestra provincia y volver a una nueva normalidad menos sufrida, menos lamentable y más beneficiosa para todos.
Lo que si demuestra el virus es que ataca a quién no se cuida. Y no perdona. Jóvenes, viejos, ricos, pobres, sanos, enfermos, no diferencia nada salvo “el descuido”. Hoy el target de contagio se ubica en personas entre los 15 y 40 años. Y ellos a su vez son en su descuido pueden ser los responsables de contagiar a sus mayores.
Si pudiéramos pensar en un futuro cercano, no más allá de diciembre, si pudiéramos pensar en los tradicionales festejos navideños, en el encuentro del Tinkunaco, en la posibilidad de encontrarnos con toda la familia completa para levantar una copa deseando un nuevo y mejor año, sin pérdidas innecesarias, seguramente cambiaríamos mil encuentros de hoy para poder disfrutar en ese mañana de nuestros seres amados.
Y todo por un barbijo, por lavarnos las manos, mantener distancia prudencial y no juntarnos por el momento.