...la plaza de Mayo y les habló a la clase trabajadora luego de 20 años. El presidente Perón secundado por María Estela Martínez de Perón a su izquierda y el "Brujo" López Rega a su derecha, se enfrentaba a una sentida columna de Montoneros que pretendían imponer si ideología y reclamos, intentando torcer el brazo del presidente.
Perón hablaba de tener que cuidarte de tu propia tropa. Fernández a 46 años de aquél primero de Mayo, este 17 de octubre, se enfrenta al reclamo del ala más izquierdista de la coalición que gobierna, hijos y nietos de los 70 y abuelos de extrema izquierda, nostálgicos que otrora debieron dejar la plaza de mayo al grito de "Qué pasa general que está lleno de gorilas el gobierno nacional.
No es para nada impensado que, dentro de las mismas filas del peronismo, un movimiento que permite ciertos acomodamientos sin nada o con poca historia, no es impensado decía, encontrar grupos radicalizados que incluyendo la fuerza quieran imponer su ideología. La coalición que hoy gobierna el país magistralmente instrumentada y creada por la ex presidente Cristina Kirchner, que le permitió al peronismo ser una variante exitosa, frente a un presidente desgastado y sin ideas claras de cómo sacar al país adelante, fue suficiente para tal fin. Alcanzar la primera magistratura. Ahora; siempre sostengo que no todos los que te sirven para llegar, te sirven para continuar. En el momento de asumir responsabilidades institucionales los candidatos deben separar la paja del trigo, cuestión que algunos minimizan y las consecuencias se pagan en moneda contante y sonante.
Que Alberto y Cristina sean socios y hayan dividido en los pares de opuestos ciertos espacios de gobierno, no significa por un lado que; cada uno de ellos no deba defender su espacio de poder frente al otro y socios puede significar juntos, pero no amontonados. Cada uno tiene su visión política y el momento de tomar decisiones y gobernar es de Fernández.
Fernández no es Cristina Kirchner. No viene de una construcción política de izquierda ni mucho menos. Y la gota que rebalsó el vaso del doctorismo fue la decisión del presidente de apoyar el informe de la ONU sobre la violación de los derechos humanos en Venezuela.
Nada, ni los portazos de Cristina, ni las puteadas de Máximo, ni los epítetos emitidos por Hebe de Bonafini pasando por las operaciones del recalcitrante de D´Elia, pudo hasta el momento torcer el brazo del presidente. Menos luego de las operaciones políticas de contra inteligencia dirigidas personalmente por el presidente de Venezuela Nicolás Maduro y su vice presidenta (denunciadas por el propio presidente Fernández) apretando no diplomáticamente sino políticamente, a todo el espacio del doctorismo, desde la embajadora Alicia Castro, que desnudo inapropiadamente una charla informal y off de record con el presidente, y varios seguidores encumbrados del Instituto Patria dirigido por la doctora.
Perón en aquella plaza de 1974, privilegió y engrandeció el trabajo realizado por las organizaciones sindicales y sus líderes en años difíciles y se respaldó en ellos. Alberto Fernández éste 17 de octubre, vuelve casi en una elíptica parábola, después de un año al emblemático edificio de la Central Obrera, apoyándose en los sindicatos y sus líderes, con un concierto de gobernadores peronistas que le solicitarán estratégicamente ser el conductor del Partido Nacional Justicialista.
Que se encuentren enfrentados orgánicamente al líder de su movimiento, tanto ayer como hoy, Perón lo padeció en su regreso al país en los años 70, cuando un grupo de extrema izquierda, camuflado en peronismo, le exigía al general Perón, tomar por un sendero hachado a mamo por ellos, desconociendo a su conductor y a todas las organizaciones sindicales. Que siempre fueron una columna de soporte del peronismo, desde su propia fermentación. y Alberto lo padece ahora en un momento muy particular.
Si bien las circunstancias distan bastante, el procedimiento es similar.
Los montoneros de ayer, le gritaban al general perón que pasa mi general que está inundando de gorilas el gobierno nacional. Los hijos y abuelos nostálgicos de la izquierda camuflada en el peronismo le gritan a Fernández que no destruya el sueño de Néstor Kirchner y Chávez de la patria grande. Un sueño lleno de nostalgia, dado que ni Néstor ni Chávez viven y sólo el hecho de pensar que Maduro, puede encarnar el espíritu de su antecesor tan sólo por haber estado en la cadena de mando es un delirio increíble.
Del discurso que todos deben recordar de Juan Domingo Perón.
Hoy hace 21 años que desde este mismo balcón y con un día luminoso como hoy le hable por última vez a los trabajadores argentinos. Fue entonces cuando les recomendé que ajustasen sus organizaciones porque venían días difíciles. No me equivoque ni en la apreciación de los días que venían ni en la organización sindical. A través de 20 años, estos estúpidos que gritan (dirigiéndose a los montoneros) mientras la gente gritaba "Perón Evita la patria peronista" "La vida por Perón"... "Acá están estos son, los soldados de Perón"
Decía que a través de estos 21 años las asociaciones sindicales se han mantenido inconmovibles y hoy resulta que algunos imberbes pretenden tener más méritos que los que por más de 20 años lucharon.
Yo creo por eso compañeros, quiero que esta primera reunión del día del trabajador, sea para rendir homenaje a esos sindicatos y dirigentes, sabios prudentes que han mantenido su fuerza orgánica. compañeros se han visto caer a esos dirigentes asesinados sin que haya sonado todavía el escarmiento. compañeros nos hemos reunidos durante 9 años en esta misma plaza y en esta misma plaza estuvimos todos de acuerdo en las reivindicaciones del pueblo argentino, ahora resulta que después de 20 años hay algunos que todavía no están conformes de todo lo que hemos hecho.
Compañeros que nuestro movimiento sepa ponerse a tono con el momento que vivimos, la clase trabajadora argentina como columna vertebral del movimiento y estamos consustanciados en la reconstrucción del país, no solo de la liberación del colonialismo que viene azotando a la república desde tantos años, sino también de estos infiltrados que trabajan desde adentro. y que traidora mente son más peligrosos que los que trabajan de afuera, sin contar que la mayoría de ellos son mercenarios al servicio del dinero francés.
Hace 40 años, Juan Perón echaba a los Montoneros de la Plaza
"Estúpidos que gritan", "imberbes", "infiltrados". Esas palabras del líder justicialista y entonces Presidente de la Nación marcaron su ruptura con las organizaciones armadas que, ese día, quisieron desafiar su autoridad
No fue un 1º de Mayo más, sino el acto que pasó a la historia como "el día que Perón echó a los Montoneros de la Plaza".
Como lo recordó él mismo en su discurso, era la primera vez después de su largo exilio, que volvía a hablarles a sus seguidores en el Día del Trabajo desde el mítico balcón de la Casa Rosada.
Pero el clima ya estaba enrarecido en el país. Tras ser proscripto una vez más por la dictadura saliente -Perón no pudo encabezar la fórmula presidencial justicialista para las elecciones de marzo de 1973 y por ello lo hizo Héctor Cámpora en su lugar-, el líder peronista se vio obligado a asumir finalmente la presidencia –mediante una nueva convocatoria a elecciones- porque el Gobierno que debía ser ejercido en su nombre estaba siendo copado por Montoneros.
La organización guerrillera nacida en los 70, que se decía peronista, entró sin embargo pronto en colisión con el dirigente exiliado con el que pretendía discutir de igual a igual.
El desafío al liderazgo de Perón adquirió ribetes dramáticos cuando Montoneros asesinó al secretario general de la CGT, José Ignacio Rucci, mano derecha del general en esa etapa, el 25 de septiembre de 1973, a sólo dos días del triunfo de Perón en las urnas, con el 62% de los votos.
Este fue el marco en el cual, aquel 1º de Mayo de 1974, los Montoneros pretendieron interpelar públicamente al general Perón durante el acto, para lo cual ubicaron sus columnas de militantes lo más cerca posible del balcón de la Casa Rosada.
"Compañeros: hace hoy 19 años que en este mismo balcón y con un día luminoso como éste, hablé por última vez a los trabajadores argentinos", así empezaba el discurso que pronto se vería interrumpido por las consignas montoneras desde la plaza: "¡Qué pasa, ¡qué pasa, ¡qué pasa, ¡General, que está lleno de gorilas el gobierno popular!" o "¡Se va a acabar, se va a acabar, la burocracia sindical!"
"No me equivoqué ni en la apreciación de los días que venían ni en la calidad de la organización sindical, que se mantuvo a través de veinte años, pese a estos estúpidos que gritan", fue la réplica de Perón.
A partir de ese momento, centró su discurso en el elogio a las organizaciones sindicales a las que atribuyó el mayor protagonismo en la resistencia a las dictaduras y gobierno ilegítimos que se sucedieron en el país luego de su derrocamiento en 1955: "A través de estos veinte años, las organizaciones sindicales se han mantenido inconmovibles, y hoy resulta que algunos imberbes pretenden tener más méritos que los que lucharon durante veinte años. Por eso, compañeros, quiero que esta primera reunión del Día del Trabajador sea para rendir homenaje a esas organizaciones y a esos dirigentes sabios y prudentes que han mantenido su fuerza orgánica y han visto caer a sus dirigentes asesinados, sin que todavía haya tronado el escarmiento".
Los Montoneros captaron la alusión y subieron la apuesta: "¡Rucci traidor, saludos a Vandor!", "¡Montoneros, Montoneros, Montoneros!". Es llamativo que hoy los dirigentes sobrevivientes de esa organización pretendan negar o relativizar su responsabilidad en el asesinato del líder metalúrgico, cuando su reacción aquel día frente al discurso de Perón la ponía en evidencia.
En la Plaza, otros sectores replicaban: "¡Perón, Evita, la Patria peronista!".
Perón siguió retando: "Ahora resulta que, después de veinte años, hay algunos que todavía no están conformes de todo lo que hemos hecho..."
Esta vez la respuesta de Montoneros fue: "¡Conformes, conformes, conformes, ¡General, conformes los gorilas, el pueblo va a luchar!".
Y en ese momento, inició el repliegue de sus columnas para abandonar la Plaza. En un marco de caos generalizado, con muchos que no entendían qué pasaba y una gran mayoría de gente no encuadrada que sólo había ido a escuchar a Perón, el servicio de orden de Montoneros, sirviéndose de palos a modo de "corralito", intentó, con un movimiento envolvente, asegurar que se retirara el mayor número de personas posible.
Fue la intervención de los sindicatos y de organizaciones ortodoxas como Guardia de Hierro la que impidió que, al amparo de la confusión general, la organización armada lograra su objetivo de vaciar la Plaza.
Perón siguió: "La clase trabajadora argentina, como columna vertebral de nuestro movimiento, es la que ha de llevar adelante los estandartes de nuestra lucha. Por eso compañeros, esta reunión, en esta plaza, como en los buenos tiempos debe afirmar decisión absoluta para que en el futuro cada uno ocupe el lugar que corresponde en la lucha..."
"¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va!", fue el cántico de respuesta.
Mientras, Perón decía que los días por venir serían de reconstrucción nacional y de liberación "no solamente del colonialismo" sino "también de estos infiltrados que trabajan adentro, y que traidoramente son más peligrosos que los que trabajan desde afuera, sin contar con que la mayoría de ellos son mercenarios al servicio del dinero extranjero".
Y a modo de conclusión, decía querer "un pueblo sano, satisfecho, alegre, sin odios, sin divisiones inútiles, inoperantes e intrascendentes", agradeciendo a continuación "la cooperación que le llega al gobierno de parte de todos los partidos políticos argentinos".
También expresaría su deseo de "verlos de nuevo en esta plaza el 17 de octubre".
Pero Perón falleció el 1º de julio de ese mismo año y fue demasiado tarde para frenar la espiral de violencia y el estéril enfrentamiento interno. Aquel 1º de Mayo selló el aislamiento de un grupo militarista y sectario que siguió adelante con su estrategia de combate al Gobierno democrático, facilitando el camino hacia el golpe de Estado y el posterior exterminio de sus cuadros.
El día que Perón echó a Montoneros de la Plaza
https://www.youtube.com/watch?v=_Ozu9-wniSc
Con la colaboración del archivo histórico de Infobae.