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...menos riesgo a caer en la tan temida y aborrecida clase baja… declara a boca abierta “qué país de mierda”. Los abolengos que tienen cierta herencia, aunque muchas veces ficticias de sus antepasados declaran con cierta prosaica lunfardeana “Este Ispa, no da para más”. 

 

 

 

Están los de clase baja" ", aquellos que se pasan la vida laburando soportando sobre sus espaldas el sueño que les contaron sus padres y hacen honor al típico ilustrativo de “hombres y mujeres de bien” que con el sudor de su frente…alimentan a todo su clan. Y jamás se ponen a pensar en dejar el país, entre otras razones…porque no tienen ni cómo pensar en dólares, otro idioma y sobre todo…no saben cómo hacer para callar… el olor a chacarera o samba en sus venas.

 

 

También está los que hace generaciones, por lo menos dos, que no hacen nada, producto seguramente de una exclusión ajena propia de una realidad patética que se supo construir en éste país y apadrinada por aquellos casi inescrupulosos justicieros pueblerinos que, atiborrados de favores politiqueros, sin disimulo hacen uso de la pobreza, para llenar sus arcas y cómo el diezmo no se le niega a nadie. Esos no reparan en errores ajenos ni en declaraciones de amor al pueblo. 

 

 

y… en ésta policromía social, hay hombres y mujeres de bien que trabajan creyentemente, como un sacerdocio, en…de modo alguno y con cierta incredulidad trovadora,

trabajan para el bien común de todos los habitantes de la nación. 

 

 

Es cierto que el Justicialismo ha cometido errores, quizás muchos, que hay chorros los hay, que hay mentirosos los hay, que hay inescrupulosos también los hay, el justicialismo está construidos por argentinos a ver…cuál es la novedad, hay de todo, como en todos los partidos políticos de muchas sociedades.

 

 

Pero también hay una verdad.

 

 

Y la verdad es que cuando las papas queman, cuando se les queman los papeles, cuando los ineficientes e inoperantes de turno no pueden sostener sus sueños liberadores, o cuando las masacres sobrepasan el dolor y el sabor a pólvora quema años de sufrimiento y desengaños… gritan desde cualquier vereda “Peronistas….Otra vez Sopa”. 

 

 

Y es el peronismo, el que casi con una inconciencia pueblerina, con ansias de restaurar lo inexplicablemente deteriorado, con dolor reflejado de cada hombre y mujer sufriente, de cada niño o niña sin sueños dulces, es el peronismo el que se pone a trabajar para que los que menos tienen o los que no tienen nada,  tengan lo que necesitan y nunca en la historia han dejado morir de hambre a otro argentino y no argentino.

 

 

Hoy, es el peronismo con ese basto sector social que ni sueña en  irse del país, con los que se arremangan y vuelven a soñar, con los que sueñan, pero no les da el cuero, con los empresarios argentinos que siguen como locos arriba de una calesita chocada en varias oportunidades, con las profesionales arraigadas, con los estudiantes de acá y de allá y también con pandemia, remando desde el menos 10…y con ésta angustia y desesperación de mierda de no saber cuándo para la montaña rusa… levantamos la cabeza, miramos de frente y comenzamos una vez más a creer.

 

 

Argentina no es un país de mierda. No. 

 

 

Los argentinos no somos una mierda. Somos una sociedad maravillosa. Y argentina es un país mucho mejor que otros.

 

Leyendo el otro día un artículo en un medio nacional “Infobae” encontré algunos ejemplos que nos pueden ayudar a darnos cuenta que tenemos cosas buenas, muy buenas y otros países han padecido mucho más que nosotros. 

 

 

Más de 80 millones de personas tuvieron que dejar sus países

 

80 millones de personas tuvieron que abandonar su país, su casa y su familia “como resultado de persecución, conflicto, violencia, violaciones a los derechos humanos o eventos que alteraron gravemente el orden público”. Casi un 40 por ciento de ese total son niños y adolescentes: “unos 34 millones de ese total son niños y niñas menores de 18 años”.

 

 

El documento sigue explicando que casi el doble de la población de Argentina tuvo que huir de conflictos tales como: 

 

* El estallido del conflicto de Siria a principios de la década y que continúa hoy en día

 

* La crisis de desplazamiento que siguió a la independencia de Sudán del Sur

 

* El conflicto en Ucrania • la llegada de refugiados y migrantes a Europa por mar

 

* El flujo masivo de refugiados rohingya de Myanmar a Bangladesh

 

* La reciente salida de venezolanos hacia América Latina y el Caribe

 

* La crisis en la región del Sahel, en África, donde los conflictos y el clima ponen en peligro a muchas comunidades

 

* Nuevos enfrentamientos y preocupaciones sobre seguridad en Afganistán, Iraq, Libia y Somalia

 

* El conflicto en la República Centroafricana

 

* El desplazamiento interno en Etiopía y nuevos brotes de lucha y violencia en la República Democrática del Congo

 

* La gran crisis humanitaria y de desplazamiento en Yemen.

 

Fuente: El dossier de la ACNUR -que en la Argentina está representada por el costarricense Juan Carlos Murillo González-

 

 

Ahora te pido un minuto, un solo minuto nada más….olvídate del momento que estamos viviendo, olvídate de la coyuntura, si, sé que cuesta pero repara en estas pequeñas cosas buenas que tenemos y te voy a dejar el final abierto para que me mandes todas las que quieras…

 

Argentina es un país maravilloso

 

 

Tenemos un Espacio territorial. Una gran superficie, con poca población. 

 

Como pocos países tenemos agua, mar, ríos y acuíferos.

 

Tenemos en abundancia y en infinitas variedades Alimentos, carnes, frutas, hortalizas.

 

Nuestro aire es puro, nuestra atmósfera es limpia. 

 

El clima sin ir más lejos, tenemos la variedad total, frio polar, cálido, templado, tenemos primavera, verano, otoño invierno bien diferenciados.

 

Tenemos llanuras, montañas, cerros, enormes extensiones fértiles.

 

Gozamos de paz. No tenemos guerras, no tenemos conflictos raciales, tampoco religiosos o idiomáticos. 

 

No tenemos terremotos, ciclones, tsunamis, huracanes, nuestra naturaleza en de bajísimos riesgos. 

 

También tenemos todos los recursos de energía.

 

 

Y una de las cosas más importantes que gozamos es de movilidad social,

sin castas ni categorías hereditarias. Y tenemos a nuestros argentinos. 

 

Somos gente culta, sanos, estudiosos, trabajadores, nos gusta el arte, el cine, el teatro, tenemos científicos, médicos y con todas las especialidades y músicos destacadísimos, tenemos un sistema de salud gratis (todo se debe mejorar claro) , seguridad en nuestras calles en nuestras escuelas y universidades, no tenemos locos sueltos traumatizados con un fusil en sus manos no tenemos asesinos a sueldo, no tenemos los problemas de carteles con sus asesinatos (salvo puntuales)

 

Tenemos una red de universidades públicas desparramadas por todo el territorio que además

son seguras para nuestros hijos, tenemos escuelas por dónde hay niños, 

somos amigueros, nos gusta festejar, nos gusta el fútbol, el rugby, el vóley, el golf, todos los deportes, tenemos infinidad de deportistas

 

Podemos ir donde se nos antoje ir en el momento que se nos antoje ir (salvo pandemia), no tenemos que pedirle permiso a autoridad alguna, somos un pueblo que sueña con progresar, pintamos nuestras casas, cambiamos nuestros vidrios si se rompen, pedimos perdón, permiso, lloramos con nuestros hijos, los acompañamos, damos sepultura a nuestros seres que se fueron, tenemos ….

 

Sigue la lista, agregale todo lo que se te ocurra que es bueno para vos, los tuyos y la sociedad.

 

Los argentinos no somos tan sólo la crisis.