AstraZeneca y la Universidad de Oxford prevén producir para el otoño boreal la próxima generación de vacunas para el COVID-19 que protejan contra las nuevas variantes del virus, dijo el miércoles un ejecutivo de alto rango de la farmacéutica británica.
Al ser consultado sobre cuándo podría producir AstraZeneca una vacuna con la que hacer frente a las nuevas variantes, el jefe de investigación de la firma, Mene Pangalos, dijo que “lo más rápido posible”.
“Estamos trabajando muy duro y ya estamos hablando no sólo de las variantes que debemos producir en los laboratorios, sino también de los estudios clínicos que tenemos que realizar”, indicó en una reunión informativa con la prensa. “Nuestro objetivo es intentar tener algo listo para el otoño (boreal, que comienza en septiembre), es decir, este año”.
Pangalos añadió que hacer ajustes en las vacunas “es un proceso rápido en comparación con el desarrollo inicial”. Según explicaron desde la farmacéutica, sería modificar únicamente la secuencia genética sobre las proteínas “spike” que aumentan la contagiosidad en las nuevas variantes. Una vez hecho ello, se realiza un estudio a menor escala para comprobar su seguridad.
La actualización podría utilizarse como refuerzo para las personas que ya se han vacunado con otra vacuna o podría utilizarse por sí sola para los que aún no se han vacunado. Las proyecciones indican que para septiembre el grueso de la población en los países desarrollados ya estaría vacunada, pero el escenario sería distinto en las regiones con menores ingresos.
Por su parte, el profesor Andrew Pollard, director del Grupo de Vacunas de Oxford advirtió que el virus va a seguir mutando y que “en el futuro vamos a ver contagios incluso en la población vacunada”, pero lo importante es reducir la gravedad de la enfermedad y las hospitalizaciones.
Pollard, además, señaló que la farmacéutica está cerca de obtener datos sobre la eficacia de su vacuna COVID-19 en personas mayores, un asunto incómodo para Oxford y AstraZeneca debido a que varios países europeos la autorizaron con excepción de menores de edad y ancianos. Al respecto, Pangalos apuntó: “Tendremos más datos sobre los efectos en los mayores de 65 años en las próximas semanas y meses, tenemos datos que muestran que es segura y efectiva”.