23 MAR | 19:43

Fracasó una reunión paritaria del Sindicato de Sanidad

Se vienen medidas de fuerza en medio de la pandemia. El jueves habrá asambleas y el viernes, paros de tres horas por turnos en clínicas, sanatorios, laboratorios y geriátricos. Por Ricardo Carpena
Sólo atenderán urgencias. El gremio reclamó un aumento del 16% y los empresarios ratificaron que no pueden pagarlo y pidieron audiencia con el Presidente
 
 
En medio de la pandemia, la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) dispuso medidas de fuerza para este jueves y viernes que afectará a las clínicas, sanatorios, hospitales privados, laboratorios y geriátricos, aunque aclaró que sólo se atenderán urgencias, luego del fracaso de una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo para acordar la paritaria 2021 con las las cámaras empresariales, agrupadas en la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS).
 
 
“Nunca hemos trabajado tanto y cobrado tan poco”, argumentó el sindicato este lunes, al informar que este jueves habrá asambleas informativas en cada uno de los turnos en los establecimientos de todo el país y que el viernes se realizarán paros de tres horas por turno. El lunes próximo, el consejo directivo de FATSA analizará los resultados de las protestas y podría decidir la continuidad del plan de lucha.
 
 
En el encuentro paritario, presidido por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, ambas partes ratificaron sus posiciones: los dirigentes gremiales reclamaron un aumento del 16% en una sola cuota a partir del mes de abril, mientras que los empresarios plantearon nuevamente “la preocupante situación del sector prestador, seriamente afectado por la falta de recursos necesarios para poder afrontar futuros aumentos salariales correspondiente a la cláusula gatillo 2020 y a los incrementos del 2021″.
 
 
Así lo revelaron a Infobae fuentes de la FAPS, que durante la reunión le plantearon a Moroni la necesidad de realizar una reunión con Alberto Fernández para intentar destrabar la situación y sumar incluso a representantes de cada uno de los financiadores (desde PAMI, obras sociales sindicales y provinciales y empresas de medicina prepaga) a la mesa de discusión paritaria con el fin de “poder visibilizar la situación de los prestadores y concretar las actualizaciones correspondientes de las prestaciones que, en muchos casos, están prácticamente congeladas desde el 2019″.
 
 
Tras la reunión, el presidente de la FAPS, José Sánchez, le agradeció al ministro de Trabajo por “tratar de buscar un acercamiento con los representantes de los trabajadores”, pero reiteró que “el problema no es la falta de voluntad de otorgar un aumento salarial sino que no tenemos fondos para enfrentar más costos: si el sector financiador no actualiza los valores que paga por las prestaciones que brindamos, las instituciones prestadoras no podrán actualizar los salarios del personal”.
 
En la misma sintonía que la FAPS, fuentes de la Confederación Unión Argentina de Entidades de Salud (UAS), que preside Claudio Belocopitt, advirtieron que “hace 14 meses que las prepagas tuvieron un aumento del 13,5% mientras la inflación de ese período superó el 36%” y aseguraron que hubo aumentos en medicamentos e insumos que superaron incluso esa cifra y que incluso en algunos casos se incrementaron entre un 500 y un 1500%.
 
Las cámaras que agrupan a las prestadoras de salud vienen alertando al Presidente y a otros funcionarios del gabinete nacional, como el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, que el sector “no cuenta con los recursos para disponer nuevos aumentos salariales por el desmedido aumento de costos sufridos durante el 2020, potenciados con el advenimiento de la pandemia, y del retraso en los valores de las prestaciones por parte de todo el sector financiador”.
 
Los dirigentes de la FAPS mantuvieron el jueves pasado una reunión el jueves pasado con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en la que plantearon los problemas del sector y le pidieron que gestione una reunión con el jefe de Gabinete y el gabinete socioeconómico para analizar la conflictiva situación.
 
Para la FAPS, las empresas de la actividad están ante “una situación inédita, ya que la pandemia afectó fuertemente al sector, con inusuales aumentos de costos, ingresos prácticamente congelados y una abrupta caída de la actividad”. “Si bien el Gobierno instrumentó un plan de ayuda con el programa ATP y luego con el REPRO para las empresas de salud -insistieron-, el desfase entre los costos y los ingresos es cercano al 50% en algunos sectores”.
 
Del encuentro realizado en el Ministerio de Trabajo participaron representantes de la FAPS, presididos por José Sánchez, y los una delegación sindical encabezada por el titular de FATSA, Carlos West Ocampo, y el secretario general de ATSA Buenos Aires, Héctor Daer, uno de los cotitulares de la CGT.
 
Empresarios y sindicalistas tuvieron una primera reunión el 3 de marzo, donde expusieron sus posturas en medio de un clima de tensión y acordaron volver a reunirse el 11 de marzo. Ese día, finalmente, cancelaron el encuentro porque las cámaras no podían hacer ninguna oferta salarial.
 
Los dirigentes gremiales plantearon que “no permitirán” que el salario pierda ante la inflación y por eso reclamaron actualizar las remuneraciones de la paritaria acordada en 2020 completando los montos otorgados hasta marzo. Eso representa un incremento de entre el 14% y el 16%
 
Integran la FAPS entidades como ADECRA (Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina), CEDIM (Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio), CEPSAL (Cámara de Entidades Prestadoras de Salud), CONFECLISA (Confederación Argentina de clínicas Sanatorios y Hospitales), CADIME (Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico), AAEG (Asociación Argentina de Establecimientos Geriátricos), AISAME (Asociación de Instituciones de Salud Mental de la República Argentina), FEM (Federación de Cámaras de Emergencias Médicas y Medicina Domiciliaria) y AHC (Asociación de Hospitales de Colectividad).
 
infobae.com

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