EL héroe de Malvinas, recordó que en el 82 estaba en el regimiento de Entre Ríos, “yo pertenecía al rol de combate, fui convocado en el transcurso de abril a mayo a la escuela de Infantería para participar en la compañía de combate. El 23 de mayo se forma la compañía 602 y viajamos a Rio Gallegos para partir de ahí a Malvinas, en el primer viaje que hicimos a mitad de camino nos comunican que había un posible ataque del enemigo al Hércules y a su vez tenia un problema de aceite el avión por lo que tuvo que acortarse esa idea y nos volvimos”, recordó.
Continuó explicando que en el siguiente intento lograron llegar, “hemos llegado cerca de las 6 de la tarde, el avión carreteó y empezó a abrirse la rampa, a medida que detenía su marcha íbamos bajando, en 15 minutos lo hicimos y el avión salió de regreso de inmediato. Recuerdo que estaba oscuro todo, no se veía nada, veíamos luces que llegaban eran ambulancias que traían a los heridos, esas fueron las primeras imágenes que vi y no me imaginaba eso, fue una sensación que uno no la puede describir”, comentó Carlos.
En la ocasión, recordando ese momento, comentó que “a pesar de estar con todos los soldados, a uno le cae la ficha que está solo, y piensa que no va a volver, decide despegarse de sus familiares, mentalizarse así, renunciar a su familia y aferrarme más a Dios para pedirle fuerzas“, añadió.
“Nosotros éramos principiantes en la guerra, la vimos siempre por TV, en las películas, no estábamos preparados ni mentalizados, cuando pisamos el terreno de combate nos mentalizamos”, indicó el combatiente.
Cabe resaltar que Carlos cayó prisionero estando en el combate, “en esos momentos no deseas vivir, perdí muchos compañeros, estábamos enojados cuando se terminó el combate y quería morir, me enojé con Dios, y con el tiempo me fue mostrando que no estaba él equivocado, y que me salvó la vida”, añadió.