El presidente Alberto Fernández fue dado de alta luego de haber permanecido 12 días aislado producto de su cuadro de COVID-19 y este jueves retomará a sus actividades habituales. Lo hará luego de que ayer dispuso un toque de queda a partir de las 20 y hasta las 6 en el área metropolitana de Buenos Aires. La medida despertó la crítica de la oposición y de distintas personas, que en algunos casos fueron a protestar a las puertas de la Quinta de Olivos.
La Unidad Médica Presidencial confirmó este miércoles que el mandatario “se encuentra en buen estado de salud, evolucionando en forma favorable, y asintomático en el día de la fecha”, por lo que pese a que “seguirá con los controles médicos habituales luego de haber padecido cuadro de COVID”, hoy “retomará a sus actividades habituales”.
El propio Alberto Fernández hizo mención a su contagio durante el discurso que brindó anoche a última hora anunciando nuevas restricciones para enfrentar la segunda ola de coronavirus. “Recién hoy (por ayer) fui dado de alta luego de estar 12 días aislado por haberme contagiado. Aún hoy no sé cómo me contagié, no encuentro el vínculo que me contagió”, expresó.
El Jefe de Estado contó que gracias a haber sido vacunado pudo “sobrellevar bien” la enfermedad, “pero lo cierto es que pese a todos esos cuidados terminé contagiado y aislado durante casi dos semanas”.
Apenas terminado el 2 de abril, día en que cumplió 62 años, Alberto Fernández anunció que se realizó un test de antígeno que dio positivo por coronavirus y, en consecuencia, reveló que permanecería aislado en la Quinta de Olivos. “Quería contarles que al terminar el día de hoy, luego de presentar un registro de fiebre de 37,3 y un leve dolor de cabeza, me realicé un test de antígeno cuyo resultado fue positivo. Si bien estamos a la espera de la confirmación a través del test PCR, ya me encuentro aislado, cumpliendo el protocolo vigente y siguiendo las indicaciones de mi médico personal”, publicó recién comenzado el sábado 3 de abril en una serie de mensajes en sus redes sociales.