...pecho y parece abrirse camino.
Es que no es lo mismo que te quieran con un dólar de 18 pesos que con uno que cotice al doble y es probable que te odien menos, cuando la recesión aprieta y todo tiempo pasado parece ser mejor.
Ya decía James Carville, asesor de campaña de Bill Clinton, aquello de que era la economía, estúpido, lo que decidía al votante, especialmente cuando viene muy bien, o como ahora en la Argentina, cuando viene muy mal. Aquí podríamos agregar, es la religión estúpido, habida cuenta que en todo escenario de polarización, los polos opuestos se nutren de millones de votos devocionales, la viscera más importante del hombre, perdón mi General, para ellos no es el bolsillo.
A menos de un año del hipotético y casi inevitable ballotage Macri y Cristina, Cristina y Macri lideran las intenciones de voto, en el país agrietado donde ambos parecen sentirse tan a gusto, como Batman y Gatubela en algunos capítulos de la batiserie
Es que aquí mas allá de lo que dicen, el agua y el aceite si se mezclan y hasta parecen lubricar decisiones judiciales, que fluyen o no según las recetas de los cocineros políticos. En el gobierno reciben con resignación algunos sondeos, pero se consuelan con aquello que había prometido Macri en la inauguración de las sesiones ordinarias, cuando aseguró, que ya había pasado lo peor.
Un sondeo reciente de Analía Del Franco Consultores indica que con respecto a mediciones anteriores se frena la tendencia al humor pesimista, se percibe por parte de la mayoría una situación crítica y negativa pero estable, más que nada por el control al dólar lo que implica una mejora de siete puntos porcentuales en la imagen presidencial, contra su peor momento allá por septiembre, cuando el termómetro cambiario rompió la barrera de 42.
Este resurgimiento porcentual se registra básicamente en sectores denominados tradicionales, mayormente masculinos, en la franja etaria que arranca en los cuarenta y cinco años. Paralelamente cae, según el mismo sondeo, tres puntos la imagen positiva de la ex presidente Fernández de Kirchner, que consolida una nada desdeñable intención de voto de un treinta por ciento, con apoyo mayoritario de jóvenes y sorprendentemente mujeres, que a diferencia de los tiempos en que estaba a cargo de la presidencia, le eran más reacias.
Con respecto a los comicios del 2015, Macri retendría la mitad de los votos cosechados y Cristina el sesenta y seis por ciento de los que se inclinaron por Scioli, se registra de ese modo una mayor fidelidad de sus votantes, en su mayoría integrantes del denominado núcleo duro.
Pensando en una casi inevitable segunda vuelta, a menos de 365 días, o sea, cuando resta mucho tiempo para votar, Macri que sería derrotado en el primer turno electoral, por un punto, tendría una mejor proyección, ya que a los 28 puntos de la primera vuelta, le agregaría doce, mientras que la ex presidente, apenas llegaría a 37,5. En este escenario, un menor apoyo de los votantes de Sergio Massa, explicarían la ecuación.
Suele decirse que la madre de todas las batallas se registra en la provincia de Buenos Aires y en particular en el conurbano, donde en un sondeo realizado por Federico González y Asociados con Cristina de candidata a la presidencia, esta se ubicaría primera con casi 31 por ciento de los votos. Segundo aparece Mauricio Macri con 27,1 y cierra el podio Sergio Massa con 15,1.
La encuesta plantea un segundo escenario sin Cristina, en el que paradójicamente cae el apoyo a Macri de 27,1 a 25,9. Trepa Massa a la segunda posición con casi 20 puntos y el tercero en cuestión, pasa a ser Daniel Scioli que atrae el 15,1 por ciento de las intenciones de voto.
Si se analizaran los resultados del primer ensayo, contabilizado por agrupación política, un hipotético frente kirchnerista se ubicaría primero con el 32,2%, aventajando a Cambiemos con el 27,1% y relegando al Peronismo Federal a un tercer lugar con el 18%.
Volvamos a la importancia de la situación económica como factor determinante a la hora de votar. Si se cumplen los vaticinios del FMI y el año próximo comienza la reactivación en el segundo trimestre, aún cerrando el 2019 con una caída del PBI, los números de la macro al cotejarse con los actuales que marcan el peor momento de la recesión serán muy positivos.
Si la cosecha ayuda, la sequía no vuelve y los emergentes no sufren, Cambiemos tendrá otros 4 años en el poder, si la inflación no se desacelera, las tasas se confunden con las nubes y los salarios no recuperan gran parte del poder adquisitivo, como de costumbre, el Peronismo se convertirá en la opción de las mayorías.
Una encuesta de Taquion entre CEOs y Directores de Empresas da cuenta que la mayoría de ellos cree que el 2019 será igual que el actual año en materia de economía, un sesenta por ciento no tiene previsto incorporar personal, sin embargo, aún así el 54,3 % cree que Macri obtendrá la reelección.
En definitiva, al día de hoy, hay encuestas para todos los gustos y dos candidatos principales para casi todos los gustos. Lo que no parece haber es margen para el surgimiento de un outsider a lo Trump o a lo Bolsonaro, como tampoco chances de romper la polarización, pero a este ritmo, a esta velocidad fáctica, debemos ser prudentes, no hay nada mas viejo que la encuesta de hoy.
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