... elevados costos y los problemas laborales en la actividad.
El Sindicato de Camioneros, que lideran Hugo y Pablo Moyano, reclamó a los empresarios un aumento del 45% acumulativo en las paritarias 2021, el otorgamiento de un bono y la compra de vacunas para los 220.000 trabajadores de la actividad. El pedido se formalizó en la primera audiencia ante el Ministerio de Trabajo para discutir el incremento salarial de este año y se acordó que las partes volverán a reunirse el miércoles próximo.
El encuentro fue monitoreado por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, porque el Gobierno está siguiendo de cerca las negociaciones salariales del segundo semestre y los pedidos de revisión de las paritarias firmadas ante el alza de la inflación, sobre todo luego de que el tope del 29% incentivado por la Casa Rosada para las paritarias a principios de año quedó superado por el 40% de aumento dispuesto por Cristina Kirchner y Sergio Massa para el personal del Congreso.
La paritaria del Sindicato de Camioneros fue tradicionalmente la que marcaba el techo de las negociaciones salariales y en las conversaciones previas los Moyano habían insinuado a los empresarios que iban a reclamar en forma oficial entre el 45% y el 50%, cifras que en el sector patronal son consideradas inviables por “los elevados costos del sector, la gran cantidad de personal sin trabajo y los muchos choferes contagiados que deben ser reemplazados”.
En la audiencia oficial, las cámaras empresariales se comprometieron a brindar una respuesta al reclamo del 45% de aumento y advirtieron que las negociaciones para comprar vacunas se realizan a nivel de Estados y que les parecía difícil acceder a las dosis solicitadas por el sindicato.
De todas formas, los empresarios del transporte automotor de cargas acordaron pedirle en forma conjunta al Gobierno que se otorgue prioridad para la vacunación a los choferes de camiones de todo el país ya que se trata de trabajadores esenciales que están muy expuestos a los contagios.
Si la paritaria de Camioneros es decisiva también se convertirá en un dato clave para la negociación salarial de 2021 la audiencia que tendrá el lunes la Asociación Bancaria para analizar con las cámaras del sector el reclamo de anticipar la revisión del aumento anual ante el alza de la inflación.
Liderados por Sergio Palazzo, los bancarios buscan compensaciones ante el costo de vida y frente a la situación delicada en la que trabajan, según el sindicato, con riegos de contagios, sin vacunación específica y un panorama en donde hay “2600 puestos de trabajo perdidos y 213 sucursales cerradas”.
La Asociación Bancaria fue el gremio que firmó la primera paritaria del año: en febrero pasado pactó un 29% de incremento para este año más una actualización salarial del 2,1% pendiente para 2020, además de una cláusula que prevé revisiones en septiembre y noviembre. Ese 29% correspondía a la pauta inflacionaria prevista en el presupuesto nacional y que el Gobierno utilizó como pauta para todas las negociaciones salariales del año, con el añadido de dos o tres puntos.
Ahora, Palazzo exige anticipar la cláusula de revisión de septiembre para pactar una compensación: “Vamos a sentarnos a la mesa de discusión porque el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central dice que la inflación va a ser de más del 40%”, advirtió el sindicalista.
Para el Ministerio de Trabajo, lo importante no es tanto la cifra total pactada, sino el monto que se haya renegociado tomando en cuenta el año calendario. Por eso la apuesta es tolerar que se inncrementen los porcentajes actuales con sumas fijas o anticipos a cuenta de futuros acuerdos en 2022. Así, los sindicalistas podrán exhibir ante sus bases un número suculento en las remuneraciones, aunque surja de una fórmula que incluye reajustes del año pasado o del año próximo.
Aun así, el Gobierno alertó que será más riguroso para exigir que las revisiones salariales estén apuntaladas con constancias de que hay un desfase que justifique la renegociación de los aumentos.
La escalada por lograr revisiones salariales se aceleró luego del acuerdo del 40% firmado por Cristina Kirchner y Sergio Massa para el personal del Congreso, que dejó más en off side aún a los sindicalistas que, en forma disciplinada, habían acatado la pauta salarial del 29% más dos o tres puntos que rigió durante los primeros meses del año. Hoy, varios de ellos que firmaron por entre el 31% y el 35% sienten que hay una jugada política del kirchnerismo y que quedaron desacomodados ante sus bases y van por el anticipo de las cláusulas de revisión o por la negociación de sumas fijas.
Otro acuerdo salarial firmado a tono el nuevo tope que impulsa el kirchnerismo fue el de los trabajadores del PAMI: lograron esta semana un 43% de aumento y un bono de 20.000 pesos.
Entre los gremios que se preparan para pelear la reapertura de paritarias tras la nueva pauta del 40% están los trabajadores de la Alimentación (que había acordado un 29% de aumento a principios de año), los metalúrgicos (que lograron un 35,2% de aumento en tres tramos), la construcción (un 35,8% en cuatro tramos) y Comercio (un aumento salarial del 32% para 2021 en cuatro tramos y una revisión en enero de 2022), entre otros.