... bursátil pasó a ser tema obligado. Quieren que no “corran” contra el Banco Central cuando interviene para contener a la divisa
El pico que alcanzó el contado con liquidación en el inicio de la semana –llegó a tocar los $172 en lo que fue su mayor valor desde octubre del año pasado– puso en alerta a funcionarios del Gobierno que no quieren turbulencias cambiarias en momentos en que la campaña electoral camino a las elecciones legislativas da sus primeros pasos. La renovada volatilidad de los dólares financieros hizo que la temática se colara en forma obligada en las reuniones habituales que sostiene la Comisión Nacional de Valores (CNV), el ente regulador del mercado, con sociedades de Bolsa. La clave, según trascendió, es encontrar formas de “coordinación” que eviten que el mercado corra contra las intervenciones del Banco Central al final de cada rueda.
La CNV que dirige Adrián Cosentino sostiene reuniones y encuentros habituales con los agentes de liquidación y compensación, como se llama en la terminología técnica a las sociedades de Bolsa. En ellas se discuten normativas en consulta y la evolución del mercado en general. En días en los que los dólares financieros parecen ensayar un repunte, el tema contado con liquidación por lo tanto pasó a ser ineludible. Hay reuniones con jugadores de mercado programadas para hoy y también para los días siguientes.
Según operadores, la nueva temática en conversaciones que son habituales pasó al frente de la escena con llamados a algunas de las sociedades más importantes del mercado. A la invitación habitual a hablar con el fin de desarrollar productos de inversión orientados a la economía real, al financiamiento de infraestructura y a las medidas de seguridad financiera como la imposición de grados de exposición máxima a ciertos activos, se sumó ahora la preocupación por la excesiva volatilidad del dólar financiero.
El dólar contado con liquidación cotiza hoy a $169,50, con una suba diaria y acumulada en el mes de junio del 2,5 por ciento. En el año sube 21%, por debajo de la inflación del primer semestre (que ya acumulaba 21,5% en los primeros 5 meses del año, último dato oficial). El dólar MEP, la versión local del dólar financiero, está en $165,44, gana 1% en el día, 3,3% en el mes y 18,2% en lo que va del año.
En días en los que los dólares financieros parecen ensayar un repunte, el tema contado con liquidación por lo tanto pasó a ser ineludible
La preocupación oficial radica en que el mejor momento del año en materia de ingreso de divisas de la
exportación ya pasó. Ahora viene un largo invierno cambiario hasta el habitual repunte de cada fin de año, con la salida del país de la cosecha fina.
El Banco Central compra parte de esas liquidaciones de exportaciones, compró en el año USD 6.356 millones hasta el 24 de junio, y ese poder de fuego se siente en el mercado de los dólares financieros. A través de un “liqui inverso” el titular de la entidad, Miguel Pesce, vende dólares para mantener a raya a esas cotizaciones. El camino hasta fin de año y las elecciones es largo y las divisas, aunque sean más que a principio de año, son limitadas.
Según trascendió, la preocupación oficial que les llegó a las sociedades de Bolsa gira alrededor de esas intervenciones del Banco Central. Sobre el final de cada rueda la autoridad monetaria sale a bajar a los dólares financieros con ventas puntuales de divisas. Y entre los funcionarios entienden que los operadores le tomaron el tiempo a la mesa de operaciones de la autoridad monetaria y “corren” contra ella.
Sugerencias respecto a fraccionar las operaciones de compra de dólares contado con liquidación y MEP en varias ruedas en lugar de comprar todo de una sola vez. En particular, el giro al exterior que proveen algunos de los más grandes jugadores es lo que está en la mira.
En las mesas circulaban rumores respecto a una posible regulación que dificultara el giro –la extensión del parking, período de espera obligatorio– entre la operatoria “D” local y la operatoria “D” en el exterior. Sin embargo, según pudo saber este medio, las conversaciones tienden a inclinarse a una coordinación más que a una regulación.
El objetivo es no repetir los sobresaltos cambiarios del segundo semestre del año pasado. Y menos en un año electoral.
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