Asimismo la intendenta Inés Brizuela y Doria, ha tomado la decisión de acelerar el proceso teniendo en cuenta que los beneficiarios registran antigüedades entre los 5 y 17 años en el programa. “La idea es que antes de fin de año terminemos con este proceso de pase a planta qué significa, ni más ni menos que, dignificar a nuestros compañeros trabajadores que han sido explotados y humillados por el Estado durante más de una década”, expresó la Intendenta.
Cabe recordar que la administración municipal actual no ha designado ni un solo beneficiario del programa y que 1595 beneficiarios ingresaron al mismo bajo la administración del entonces intendente Ricardo Quintela y otros 1238 ingresaron en la gestión anterior, según lo informó la subsecretaría de Recursos Humanos Mariana Catalán, conforme los datos del empadronamiento realizado en 2020.
“Desde que asumimos nos hicimos cargo de esta realidad y pagamos siempre en tiempo y forma. Ante la asfixia financiera del municipio gestionamos oportunamente ante el gobernador los recursos para otorgar aumentos en los beneficios oportunidad en que le puse al gobernador que los aumentos se pagaran directamente a cada beneficiario, para ello enviamos a la provincia la base de datos correspondientes y somos el único municipio que tiene bancarizados a los trabajadores precarizados situación que ha sido reconocida por el propio gobernador”, recordó la intendenta.
En tal sentido indicó que “los aumentos y bonos a los beneficiarios han sido producto de las gestiones y el gobernador ha cumplido su palabra en ese sentido”.