La vacuna Sputnik V fue la primer vacuna contra la enfermedad COVID-19 registrada en el mundo. Fue desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y registrada en Rusia el 11 de agosto de 2020. Está hecha con vectores adenovirales humanos del que han sido desactivados sus genes reproductivos. Ya está autorizada en 69 países, incluyendo la Argentina y recientemente Chile.
Hoy se conocieron los resultados de un estudio que realizaron en colaboración científicos del Instituto ANLIS/Malbrán de la Argentina y los Estados Unidos para evaluar cuál es la protección de Sputnik V cuando las personas quedan expuestas a las nuevas variantes del coronavirus.
El trabajo se hizo con muestras de suero de 12 personas de la Argentina que habían recibido dos dosis de la vacuna Sputnik V, según informó en la revista Nature Communications el equipo de científicos, integrado por la científica argentina Claudia Perandones -del ANLIS/Malbrán, que depende del Ministerio de Salud de la Nación-, Benhur Lee y Jeremy Kamil, quienes trabajan en el Departmento de Microbiologia de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York, Estados Unidos.
La científica argentina Claudia Perandones participó en el estudio con muestras de suero de 12 personas de la Argentina que habían recibido dos dosis de la vacuna Sputnik V
La aparición de variantes del SRAS-CoV-2 ha causado preocupación porque no se sabe hasta qué punto pueden ser resistentes a las vacunas actuales. Encontraron que la vacuna Sputnik V es eficaz para neutralizar la variante Alfa del coronavirus, pero no es tan eficaz contra la variante Beta.
La vacuna Sputnik V tiene una eficacia declarada del 91,6% tras los ensayos clínicos de fase III realizados entre el 7 de septiembre y el 24 de noviembre de 2020. Sin embargo, muchas variantes de interés y de preocupación, como la Alfa (B.1.1.7) y la Beta (B.1.351), no estaban presentes en Rusia durante el período de prueba y no se sabía cuál podía ser el efecto neutralizador de Sputnik V contra estas variantes.
Para investigar la eficacia de la vacuna Sputnik V, Benhur Lee, Perandones y sus colegas utilizaron virus recombinantes portadores de las mutaciones de la proteína de espiga del SARS-CoV-2 que se encuentran en las variantes Alfa y Beta o sólo la mutación de espiga E484K (presente en varias variantes de interés). Analizaron 12 muestras de suero de receptores de la vacuna Sputnik V en Argentina un mes después de haber completado un régimen de dos dosis.
Descubrieron que los sueros mostraban una neutralización eficaz contra la variante Alfa. Los sueros mostraron una actividad moderadamente reducida contra la mutación E484K sola y una actividad notablemente reducida contra la variante Beta. Al extrapolar a la fuerza del suero completo, sólo una de las muestras mostró una neutralización efectiva contra la variante Beta.
Los autores señalan que, aunque se justifica el análisis de una muestra de mayor tamaño, la capacidad de la variante Beta y de la mutación E484K de escapar a la neutralización de los anticuerpos en las muestras analizadas sugiere que el control de algunas variantes emergentes puede beneficiarse de vacunas actualizadas.
La variante Alpha del coronavirus fue detectada en septiembre del año pasado en el Reino Unido, y declarada como variante de preocupación en diciembre pasado. Ganó predominio en la ola de contagios que hubo a fin de año en Inglaterra, y que llevó al gobierno adoptar medidas de restricción y a diferir la aplicación de las segundas dosis de vacunas para ampliar la cantidad de personas que tenían acceso al menos a una dosis.
En tanto, la variante Beta había sido detectada en Sudáfrica en mayo del año pasado. Fue clasificada como variante de preocupación en diciembre pasado.
La científica Andrea Gamarnik de la Fundación Instituto Leloir había liderado otro estudio sobre Sputnik V recientemente en Argentina/(Mauro Roll)
Ya se había dado a conocer otro trabajo científico sobre Sputnik V en Argentina. Fue una investigación realizada en la Provincia de Buenos Aires. Reveló que la cantidad de anticuerpos capaces de neutralizar al SARS-CoV-2 en personas previamente infectadas que recibieron una sola dosis de la vacuna Sputnik V, del Instituto Gamaleya de Moscú, Rusia, es 10 veces superior a la de aquellos voluntarios sin infección previa que recibieron el esquema de vacunación completo de dos dosis.
Ese trabajo también determinó que después de una dosis de la vacuna Sputnik V, el 94% de las personas que participaron del estudio, sin previa infección, desarrolló anticuerpos específicos contra el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2), y la cifra se elevó al 100% tras completar el esquema de dos dosis. Los detalles completos del trabajo fueron difundidos en Cell Reports Medicine, una revista premium de acceso abierto del mismo grupo editorial de la revista Cell.
Ese trabajo fue liderado por Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora superior del CONICET. Comprobó que en esos pacientes con antecedentes de COVID-19 la segunda dosis no produce beneficios adicionales en términos de la respuesta de anticuerpos.
La vacuna Sputnik V fue autorizada por el gobierno ruso a principios de agosto de 2020 con base en los estudios de fases I y II. El análisis provisional de Fase III fue publicado en la revista The Lancet en febrero de 2021 indicó una eficacia del 91,6 % sin efectos adversos inusuales.
El 21 de julio de 2021 el Instituto de Salud Pública (ISP) de Chile, anunció la autorización del uso de emergencia de la vacuna rusa Sputnik V contra la Covid-19, Chile se ha convertido en el país número 69 del mundo en aprobar la Sputnik V. La población total de todos los países donde está aprobada supera los 3 700 millones de personas, que es casi la mitad de la población mundial.
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