La Cámara de Diputados elegirá en los comicios legislativos de este año 127 bancas, de las cuales el 53% pertenecen a Juntos por el Cambio, que arriesga 60 escaños, y el 41% al Frente de Todos, que pone en juego 52 lugares.
Con este escenario, el Frente de Todos tiene un panorama más favorable ya que arriesga 52 de los 120 legisladores de su bancada, lo que le permitiría alcanzar quórum propio -129 escaños- si realiza una elección parecida a la del 2019.
La bancada del oficialismo que conduce Máximo Kirchner hoy tiene 68 diputados con mandato hasta el 2023, por lo que si logra sumar una decena de bancas a las 51 que tiene que renovar podrá contar con mayoría propia.
Por su parte, la oposición encarnada en Juntos por el Cambio pone en juego 60 bancas de las 115 que tiene en Diputados, ya que renueva buena parte de los legisladores que ingresaron en diciembre de 2017, momento en que Cambiemos era Ejecutivo y logró su mejor elección.
El problema que debe sortear Juntos por el Cambio, además de la apatía que eso impacta en todas las listas, es que en esta oportunidad aparecieron contrincantes que apuntan al núcleo duro de su electorado como son los libertarios Javier Milei en la Ciudad de Buenos Aires y José Luis Espert en territorio bonaerense. Estos dos candidatos pueden arrastrarle votos por “derecha” que les alcanzaría para acceder a una banca y le restaría poder al bloque en Diputados.
En el entorno de Milei, quien hizo su cierre de campaña con una nutrida concurrencia, los números señalan que en el peor escenario podría entrar el economista y si logra alcanzar el 15%, arrastrando a desencantados con María Eugenia Vidal que no la quieren votar aunque finalmente lleve a Ricardo López Murphy en la lista, sumar una más.
En el caso de José Luis Espert, para poder entrar tiene que superar los 400.000 votos, lo que significaran algo más del 3% del padrón en la provincia de Buenos Aires. Una vez pasado ese número en el distrito se reparte las 35 bancas a través del sistema D’Hondt (se divide el total de los votos válidos obtenidos por las listas restantes por uno, dos, tres y así sucesivamente hasta llegar al número total de los cargos que se deben cubrir). En este modelo, los votantes de Espert podrían también sumar en el Congreso a Carolina Píparo, número dos de la lista.
En la vereda opuesta, en el Frente de Todos la aparición de Florencio Randazzo podría surtir un efecto similar en la provincia de Buenos Aires, un distrito clave para poder llegar al quórum teniendo en cuenta que el oficialismo aspira renovar 16 bancas de las 35 que hay en juego y sumar alguna más.
Con las encuestas planteando una paridad o un exigua ventaja del Gobierno en las PASO, las primeras estimaciones muestran que la conformación de los pesos dentro de la Cámara de Diputados no presentaría una fuerte variación sino que la oposición quedará más dispersa.
En Juntos por el Cambio entienden que si hacen una elección regular pasan de los 115 legisladores actuales a tener 108 mientras que si hacen una muy buena elección podrían alcanzar los 120, por lo que le faltaría 9 votos para alcanzar el quórum propio.
Por el lado del oficialismo la mirada está puesta en el distrito que conduce Axel Kicillof. Si logra mantenerse aún le faltarán 10 legisladores para alcanzar el quórum por lo que buscará retener y sumar, pero los analistas advierten que en el mejor escenario tampoco llegaría al número propio.
“El problema para la Cámara de Diputados que viene es que habrá nuevos jugadores que se opondrán a todo, como puede ser el caso de los libertarios, que el lado bueno es que no va a votar nada del oficialismo pero el lado malo es que, prima facie, tampoco se los ve muy dispuestos a acordar con la oposición. Después estarán los Randazzo y demás diputados provinciales que conforman bloques muy chicos y que ahí es donde mejor pesca el Frente de Todos”, explica un conocedor del palacio legislativo.
Teniendo esto en vista es que muchos observan los puntos que puedan sacar esas fuerzas. En principio podría sumar como mínimo un legislador del interbloque Federal que hoy tiene 11 legisladores y pone en juego 7 bancas. En este espacio el oficialismo ya tiene su primera adhesión porque el hasta ahora presidente del bloque, Eduardo Bali Bucca, competirá en la lista que comanda Victoria Tolosa Paz.
Algo similar sucede con el interbloque Unidad y Equidad Federal, que hasta ahora era conducido por José Luis Ramón. Va por la reelección de 4 de sus 6 bancas, ya que terminan los dos legisladores de Unidad y Equidad y dos de los tres miembros del Frente de la Concordia de Misiones.
Las primeras estimaciones marcan que, en el contexto actual, la Cámara baja mantendría esta especie de equilibrio de fuerzas en donde bloques minoritarios volverían a tener trascendencia de cara a la segunda mitad de la gestión de Alberto Fernández para poder poder conseguir el quórum. Pero la misma imagen muestra una mejora de la oposición en la Cámara de Senadores en donde podría recortar el poder del oficialismo que hoy cuenta con quórum propio.
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