14 OCT | 17:25

El Gobierno construirá un nuevo gasoducto

Pensado para abastecer al norte de la Argentina. La obra pública demandará una inversión total de USD 1807 millones y se desarrollará entre 2022 y 2025; cuáles serán los beneficios del emprendimiento.
La obra pública demandará una inversión total de USD 1807 millones y se desarrollará entre 2022 y 2025; cuáles serán los beneficios del emprendimiento
 
 
El gobierno construirá un nuevo gasoducto, denominado Presidente Néstor Kirchner, que permitirá abastecer gradualmente con gas nacional las demandas del norte, actualmente cubiertas con gas de Bolivia.
 
La obra demandará una inversión total de USD 1807 millones, en dos tramos: el primero (Tratayén-Saliquelló) de USD 1145 millones y el segundo de USD 662 millones, hasta San Jerónimo.
 
 
Las fuentes de financiamiento de estas obras, que se desarrollarán entre 2022 y 2025, serán el presupuesto nacional (USD 530 millones y parte de los ingresos del impuesto a las grandes fortunas (USD 480 millones). A esto se se sumará el aporte de los privados, a través de las siguientes vías: “Modificación de la Ley 27.605 estableciendo la posibilidad que cargadores interesados pacten contratos libremente con IEASA (prioridad YPF); y creación de Fideicomiso financiero, con dos posibles caminos para financiamiento: interesados cargadores prepaguen acuerdos pactados con IEASA, o un fideicomiso que cuente dentro de sus bienes los ingresos para repagar un instrumento de deuda con garantías de cobro del Estado Nacional”.
 
 
Con las obras complementarias, la inversión pasa a USD 2096 millones, según las cifras oficiales.
 
Fuentes oficiales explicaron que el emprendimiento, que realizarán YPF y Enarsa, “es un componente medular del conjunto de obras tendientes a ampliar la capacidad del sistema de transporte y gas y a optimizar su utilización”.
 
Con sus obras complementarias permitirá “aprovechar la capacidad disponible en la infraestructura de TGS y TGN y poner en valor el GNEA, al llegar a San Jerónimo con 20 milímetros cúbicos diarios, lo que permite el abastecimiento del Litoral y el Noreste, históricamente postergado, ya que aún no cuentan con acceso a la red de gas o son abastecidas por propano”.
 
Además, permitirá “consolidar la interconexión de los sistemas de transporte existentes, dotando de mayor confiabilidad y seguridad al suministro de las demandas actuales del Anillo de GBA y de la zona de los tramos finales del sistema de TGN entre Cardales y el Anillo GBA”.
 
 
La Argentina sumará otro gasoducto
También, permitirá disponer de “caudales de gas provenientes de yacimientos de las cuencas Neuquina, Golfo San Jorge y Austral, actualmente transportados por capacidades disponibles de los sistemas Neuba I, Neuba II, San Martín y Tramos Finales, como por las generadas por la nueva infraestructura a construir”.
 
Además, se podrá abastecer “el mercado interno de forma confiable y competitiva, sustituyendo totalmente, en una primera etapa, el GNL importado en Bahía Blanca y el uso de combustibles líquidos o Escobar, en una etapa final”.
 
A su vez, reducirá “el costo de abastecimiento de la demanda nacional, con un efecto claro de sustitución de importaciones que repercute favorablemente tanto en la balanza comercial como en los subsidios energéticos”.
 
En este sentido, se podrá “escalonar la obra ajustándola a las necesidades de la demanda y disponibilidad de gas, dado que se trata de un proyecto modular y contar con una traza central estratégica, reforzando el suministro al área GBA y Litoral con gas natural local mediante ampliaciones eficientes, así como el abastecimiento de la Patagonia y Bahía Blanca sin necesidad de obras adicionales”.
 
 
Evolución de la producción de gas
También, tornará viable “la exportación regional al norte y centro de Chile, a Brasil y al mercado internacional de GNL (a localizarse en Bahía Blanca)” y potenciará el consumo de gas en el polo petroquímico de Bahía Blanca, “viabilizando inversiones en un sector de alto valor agregado”.
 
Paso fundamental
 
Según se destacó, “el gasoducto Néstor Kirchner constituye un paso fundamental hacia el autoabastecimiento gasífero; debido a su traza, no sólo compensa la reducción de las importaciones desde Bolivia en el corto plazo, tal como lo hace el proyecto de La Mora – Tío Pujio (TP), sino que también (y a diferencia de éste) permite prescindir de las importaciones de GNL desde la terminal de Bahía Blanca”.
 
Además, permitirá “reducir a la mitad las importaciones de GNL en la terminal de Escobar y contribuirá “a la reducción del 80% de las importaciones de combustibles líquidos para generación”. Por el otro lado, contribuirá con “una diversificación de la matriz exportadora, tanto a nivel regional como por la posibilidad de exportar GNL desde Bahía Blanca”.
 
“Con las obras de los hitos 1 a 2 se disminuye el déficit de la balanza comercial gasífera en cerca de un 50%. Con la totalidad de las obras del GNK se revierte la balanza pasando de déficit de cerca de 2.500 MMUSD (23 MMm3/d) a un superávit de mas de 300 MMUSD (11 MMm3/d)”, detallaron.
 
 
El subsecretario Federico Basualdo y el gobernador Jorge Capitanich
El subsecretario de energía, Federico Basualdo, sostuvo: “La inminente restricción de transporte de gas desde cuenca neuquina, limita la posibilidad de expandir las inversiones en Vaca Muerta, por sobre lo ya comprometido en el plan gas; por eso mismo se analizaron distintos proyectos de inversión en producción de gas en Neuquén y se llegó a la conclusión que es sumamente necesario invertir en proyectos de infraestructura para ampliar la capacidad de transporte de gas desde Neuquén; esto permitirá evitar cuellos de botella para capitalizar nuevas inversiones en el desarrollo gasífero desde esa provincia (zona de mayor atractivo de inversiones) y asimismo generara sustitución de importaciones, ahorro de divisas y generación de puestos de trabajo directos e indirectos”.
 
“De esta manera se aseguraría el cumplimiento del espíritu de la Ley de Aporte Solidario trabajando conjuntamente IEASA e YPF en el diseño del mejor proyecto de inversión luego de tantos años de paralización del gobierno de Cambiemos en el sector, atrayendo conjuntamente inversiones de otros actores que acompañaran seguramente dichos objetivos en pos de mejorar y ampliar la capacidad de transporte del sistema en general”, indicó.
 
“IEASA aportaría los fondos que le corresponden por el aporte, y licitaría la construcción del gasoducto, siendo luego el concesionario de transporte una vez operativo el gasoducto”, agregó Basualdo.
 
 
El presidente de YPF, Pablo González
Pablo González, presidente de YPF, dijo que “la decisión estratégica del gobierno nacional de construir un nuevo gasoducto, denominado presidente Néstor Kirchner, va en el camino correcto de generar previsibilidad y dotar de infraestructura la producción, en línea con el camino que se trazó a partir de la implementación del Plan Gas.AR”.
 
“Hoy ya se pueden ver los resultados positivos de esta política pública que garantiza las inversiones al mismo tiempo que cuida a los consumidores argentinos. Nosotros superamos los objetivos trazados. Nuestra producción de gas volvió a niveles pre-pandemia, con un crecimiento sin precedentes de casi el 30% en los últimos cuatro meses. Y otras empresas siguen ese camino. Tecpetrol, por ejemplo, también muestra resultados similares”, sostuvo.
 
“Como estamos viendo en el mundo, en el marco de una crisis energética en los países centrales, el gas se transformó en un recurso vital en el marco de las transiciones energéticas y la reducción de emisiones de gases contaminantes. Por eso, todo lo que el país pueda hacer para contribuir a generar las condiciones para tener autonomía energética es muy importante”, aclaró.
 
Federico Bernal
 
En tanto, el interventor del Enargas, Federico Bernal, afirmó: “Estamos en presencia de una de las obras de infraestructura más importantes de la historia de la República Argentina. En materia de gasoductos y de nuestro sistema de transporte para este vital hidrocarburo, tiene la trascendencia del Gasoducto Presidente Perón que unió Comodoro Rivadavia con la Capital Federal, inaugurado el 29 de diciembre de 1949″.
 
Vaca Muerta
 
“En aquel entonces, se trató de uno de los gasoductos más importantes del mundo. Pues bien, el gasoducto que unirá Vaca Muerta con el sur de Santa Fe, en San Jerónimo, habrá de constituirse sin dudas en uno de los más importantes del mundo en este siglo XXI. En efecto, gracias a una inversión superior a los 2.000 millones de dólares -de los que el Estado Nacional aportará cerca de la mitad y tal vez más-, con una extensión del orden de los 1.050 kilómetros y una capacidad que alcanzará los 40 millones de m3 por día, pondrá en valor Vaca Muerta como nunca se hizo, la segunda reserva de gas no convencional del planeta”.
 
Asimismo, “permitirá alcanzar el autoabastecimiento en pocos años más, ampliar y optimizar la capacidad y confiabilidad del sistema de transporte, abasteciendo gradualmente las demandas del centro y norte del país hoy alimentadas con gas importado, potenciando a su vez el polo petroquímico de Bahía Blanca, lo que es medular para la industrialización del gas natural, viabilizando inversiones multimillonarias en sectores de altísimo valor agregado”.
 
“Cuando hablamos de desarrollar Vaca Muerta, además de pensar en las inversiones de capital de las empresas petroleras, también tenemos que considerar el efecto dinamizador a nivel económico que tiene poner en marcha una gran rueda que involucra proveedores, contratistas, la formación de profesionales, la investigación científica y el desarrollo tecnológico, así como también sus efectos de “segunda o tercera ronda”, es decir el impacto sobre la demanda de bienes y servicios de otros sectores no estrictamente relacionados con la actividad hidrocarburífera”.
 
 
Por su parte, el Presidente y CEO de IEASA, Agustín Gerez, afirmó: “Este proyecto, que implica el aumento de la capacidad de transporte de gas de producción local, consolida la política de crecimiento y regionalización energética de la República Argentina, con eje fundamental en el desarrollo humano y productivo. Permitiendo enormes beneficios como son la sustitución de importaciones, ahorro de divisas por cientos de millones de dólares y generación de puestos de trabajo.”
 
“El contexto de volatilidad de precios y crisis energética mundial en el que nos encontramos, revaloriza la importancia de explotar nuestros recursos naturales para asegurar un crecimiento sostenible en el tiempo sin que ello implique la afectación de las condiciones económicas sobre las cuales construimos el futuro. Nada puede proyectarse sin un horizonte claro y preciso sobre la seguridad y asequibilidad del abastecimiento energético”, detalló.
 
“Desde IEASA, en colaboración con las autoridades del Poder Ejecutivo, buscamos recuperar el rol estratégico por el cual fuera creada en 2004, articulando con el sector privado las acciones que permitan un crecimiento genuino del sector energético. Es por ello que, el nuevo destino del aporte solidario al mejoramiento y creación de infraestructura resulta una herramienta esencial para la expansión y crecimiento del país con energía competitiva involucrando decididamente durante la obra a miles de trabajadores y a sectores madres de la industria como la construcción, siderurgia y metalurgia, utilizando de manera eficiente los fondos obtenidos en el marco de la ley 27065”, concluyó.
 
infobae.com

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