01 NOV | 18:28

El ACV: una enfermedad que ataca a 126.000 argentinos por año

A poco de celebrarse el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, expertos explican a Infobae qué es, cómo detectarlo y cómo prevenirlo. Y la importancia de recibir el tratamiento adecuado...Por Víctor Ingrassia
...para no sufrir discapacidades permanentes...
 
 
Los controles periódicos médicos son muy importantes a la hora de prevenir un ACV (Nicolás Stulberg)
Un accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes.
 
 
Se trata de un problema de salud serio que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas lo cada año en todo el mundo. De este grupo, 5 millones mueren y otros 5 millones sufren una discapacidad de por vida. Así, el ACV representa la cuarta causa de muerte y la primera causa de discapacidad en el planeta.
 
 
“Se estima que la incidencia de accidentes cerebrovasculares en Argentina es de unos 126.000 casos al año, esto sería un ACV cada 9 minutos aproximadamente. Los datos son contundentes y muestran un escenario en donde una de cada tres personas que padecieron un ataque cerebral tendrán recurrencia de la enfermedad, o sea otro ACV”, explicó a Infobae el doctor Pablo César Spada, miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).
 
 
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un ACV cada año en todo el mundo (Getty Images)
 
 
“La Organización Mundial de la Salud estipuló al 29 de octubre como el Día Mundial del Ataque Cerebral, o ACV. Se trata de una fecha que nos insta a reflexionar y así poder modificar algunos hábitos que pueden ayudar a prevenir este tipo de episodios”, destacó Spada, que recordó que esta terrible enfermedad genera un gran impacto psico-social, ya sea en el paciente por la pérdida de varias funciones controladas por el cerebro y que se ven afectadas por el ACV, como también en su entorno familiar y amigos, por la condición discapacitante que genera en el afectado.
 
 
“Pérdida del habla, dificultad para efectuar movimientos, problemas a nivel del funcionamiento de los órganos son solamente algunas de las situaciones que se presentan en los consultorios. Frente a esta realidad, lo recomendable es solicitar ayuda psicológica tanto para el paciente como para su entorno. Afrontar este nuevo escenario demanda adquirir nuevos hábitos y rutinas”, remarcó el experto.
 
El doctor Pablo Bonardo, médico neurólogo especialista en Enfermedades Cerebrovasculares y Responsable del equipo de Ataque Cerebral del Hospital Británico, explicó por qué se genera un ACV. “Cuando hablamos de ACV hablamos de que hay una pérdida súbita del flujo de sangre al cerebro. Hay dos grandes tipos de ACV: por obstrucción de una arteria (isquémico, que constituye el casi 85 % de los casos) o por ruptura de la misma lo que originando un sangrado (hemorrágico). El tejido cerebral deja de recibir el necesario de oxígeno para que sus células vivan. Para poder conocer y confirmar qué tipo de ACV se trata, se requiere de la realización de estudios por imágenes de alta complejidad del cerebro y de la circulación arterial”, afirmó Bonardo.
 
 
El ACV es una enfermedad mortal y discapacitante para quien la sobrevive (Nicolás Stulberg)
 
Alguno de los síntomas que se presentan en esta patología de forma muy aguda son:
 
- Pérdida del equilibrio o coordinación, sensación de vértigo o mareo.
 
- Dificultad para hablar o entender; el paciente no puede ver con uno o ambos ojos.
 
- Falta de sensibilidad en un brazo, pierna o mitad de la cara (algo muy característico es que suele ser de un lado).
 
- Dolor de cabeza súbito y de máxima intensidad.
 
“Los estudios indican que aquellos centros que poseen una atención especializada en Ataque Cerebral han demostrado una disminución de la mortalidad y discapacidad del 40%. En nuestro país, son pocos los Centros de Alta Complejidad con capacidad para atender de manera efectiva a los pacientes con ACV: desde la detección hasta su tratamiento, incluyendo el adecuado seguimiento y rehabilitación posterior”, recordó. En este sentido, precisó que el Hospital Británico ha sido pionera en nuestro país en la aplicación de estos tratamientos habiendo sido la primera Institución en Argentina en hacer tratamiento con fibrinolíticos endovenosos y liderando desde entonces la especialidad y la única privada ubicada en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, que recibe pacientes también del conurbano bonaerense y cuenta con circuitos de atención segura en sus “Áreas Verdes”, de bajo riesgo COVID, por los estrictos protocolos de seguridad adaptados.
 
Sin tiempo para actuar
 
 
Actuar con Velocidad es fundamental a la hora de tener un ACV (Getty Images)
El doctor Mario Boskis, cardiólogo y miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cardiología, advirtió que el ACV es una emergencia médica. “Por cada minuto que se pierde sin tratamiento se mueren 1.9 millones de neuronas. Lamentablemente es la primera causa de discapacidad y la tercera causa de muerte en Argentina, en donde ya existen cada vez una mayor cantidad de centros hospitalarios que cuentan con una unidad de ACV, en donde participa un equipo multidisciplinario que puede evaluar rápidamente si estamos frente a un cuadro isquémico o hemorrágico y comenzar un tratamiento adecuado, a fin de evitar secuelas permanentes en la función cerebral”, señaló Boskis, coordinador de los consejos científicos de la SAC.
 
El 80% de los casos son debido a una obstrucción de una arteria del cerebro que produce un déficit de irrigación llamado ACV isquémico, el 20% restante es por rotura de un vaso sanguíneo que produce una hemorragia. Es importante reconocer los síntomas precoces, como pérdida de sensibilidad en la cara, o disminución de la fuerza en un brazo o pierna, así como dificultad para hablar, confusión, trastornos de la visión o cefalea intensa. En nuestro país se estima que se producen 80 casos cada 100.000 han/año y su incidencia crece con la edad. Podemos prevenirlo en gran medida si cuidamos factores de riesgo tales como controlar la Hipertensión arterial, no fumar, controlar la diabetes y el colesterol, realizar actividad física que incluya al menos caminar 150 minutos por semana y bajar de peso si estamos excedidos.
 
También es importante en los chequeos médicos periódicos, evaluar la presencia o no de la presencia de placas en las arterias carótidas, arritmias cardiacas como la Fibrilación auricular, o problemas en las válvulas del corazón o sus paredes. Todos estas patologías incrementan en forma significativa la posibilidad de ACV, especialmente isquemicos, ya que pueden formar coágulos que viajan por el torrente sanguíneo para alojarse en arterias del cerebro.
 
Los expertos apuntan a prevenir los factores de riesgo del ACV (Getty Images)
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Detectar los síntomas y reconocer que un paciente está sufriendo un ACV, solicitar asistencia médica inmediata, identificar el tipo realizando una Tomografía de Cerebro, nos permitirá si es isquémico utilizar una medicación (trombolítica) con la capacidad de disolver el coágulo que obstruye la circulación sanguínea y/o realizar un procedimiento endovascular más avanzado, y si es hemorrágico tomar medidas para controlar el sangrado y sus efectos.
 
“El tiempo es cerebro. Por ello, las primeras 3 horas desde el inicio de los síntomas son cruciales y actuando en forma precoz se puede llegar a la reversión parcial o total de este cuadro neurológico potencialmente devastador”, sostiene la doctora Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDYC.
 
¿Cómo se sabe si alguien está teniendo un accidente cerebrovascular?
 
Es necesario informar y saber cuáles son los síntomas —que por lo general, aparecen de forma súbita— y cómo se debe accionar frente a una situación donde una persona está sufriendo un ACV ya que cuanto antes empiece el tratamiento, mayores serán las posibilidades de recuperación.
 
 
El tiempo, los recursos y protocolos para atender esta emergencia, son clave durante todo el proceso del paciente, desde los síntomas hasta el tratamiento y seguimiento (Getty Images)
 
 
Por esta razón, se debe actuar rápido y pedir asistencia médica inmediata ante la presencia de alguno de los siguientes puntos:
 
- Cara – ¿La cara de la persona luce torcida o caída de un lado?
 
- Brazo – ¿La persona siente debilidad o adormecimiento en uno o ambos brazos? ¿Uno de los brazos se cae si la persona intenta mantenerlos a ambos levantados?
 
- Habla – ¿La persona tiene problemas para hablar? ¿Su forma de hablar suena extraña?
 
- Equilibrio – ¿La persona tiene dificultad para estar de pie o caminar?
 
- Ojos – ¿La persona está teniendo problemas súbitos con la visión?
 
Ante estas situaciones es necesario:
 
- Solicitar asistencia inmediata.
 
- Acostar a la persona sobre su lado izquierdo.
 
- No administrar ninguna medicación.
 
- En lo posible, recordar la hora de inicio de los síntomas.
 
En nuestro país se estima que se producen 80 casos cada 100.000 han/año y su incidencia crece con la edad (Nicolás Stulberg)
 
“Gracias al reconocimiento temprano de los síntomas y la pronta búsqueda de atención médica, se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad, es decir, se puede disminuir al mínimo la lesión cerebral aguda y maximizar las oportunidades de recuperación del paciente”, precisó El Haj.
 
“Un accidente cerebrovascular es una emergencia y por lo tanto necesita ayuda médica extremadamente rápida ya que el tiempo de respuesta va a delimitar la gravedad de las secuelas o incluso salvar la vida del paciente. El tiempo, los recursos y protocolos para atender esta emergencia, son clave durante todo el proceso del paciente, desde los síntomas hasta el tratamiento y seguimiento”, comentó Sergio Domínguez, Manager de Atención Cardiovascular y Radiología Intervencionista para América Latina de Siemens Healthineers.
 
“Cerca del 90% de los casos de ACV son prevenibles, ya que los principales factores de riesgo pueden ser controlados y tratados. Factores como presión alta, problemas cardíacos y colesterol elevado aumentan las probabilidades, mientras que la diabetes y el tabaquismo pueden aumentar de dos a cuatro veces el riesgo de desarrollar un ACV. Al ser un padecimiento prevenible en su gran mayoría, es fundamental la implementación de estrategias eficientes enfocadas tanto a la prevención como en la atención de los pacientes con ACV”, completó Domínguez.
 
Los ACV isquémicos constituyen la mayoría de los ACV (Crédito: Prensa Iniciativa Angels)
 
Cómo prevenirlo
 
“La hipertensión arterial es uno de los principales factores de riesgo y está presente en casi el 80% de los pacientes que sufren un ataque cerebral en el país. Además, el 22% de quienes tienen un ACV son diabéticos”, indicó a Infobae la doctora Paola Caro, Directora médica de vittal y señaló que el peligro aumenta entre un 50% y un 70% en fumadores y que el impacto es mayor en las mujeres. “Otros factores de riesgo son el colesterol alto y el alcoholismo”, subraya.
 
Acerca de cómo reconocer un ACV, la Dra. Caro remarca que es muy importante estar atento en el momento en que comienzan los síntomas y su duración. “Cada segundo es vital para ayudar a quien sufre un ACV. Conocer los signos de alarma de un posible ACV puede ayudar a salvarle la vida ya que recibir tratamiento pronto puede mejorar las probabilidades de sobrevivir y recuperarse más rápidamente”, agregó la especialista.
 
“Ante cualquiera de estos síntomas se debe comprobar si la persona tiene dificultades para entender o hablar. Se deben hacerle preguntas simples para ver si entiende y responde a órdenes”, enfatizó la doctora Caro y enumeró que no hay que dejar sola a la persona, que hay que tranquilizarla, mantenerse tranquilo y llamar al sistema de emergencias o llevarla rápidamente a una guardia médica si se está cerca. “Cuanto más rápido reciba asistencia médica, aumentan las probabilidades de que la persona se recupere y/o solo le queden secuelas leves”, indicó Caro.
 
La prevención también ocupa un rol fundamental: 8 de cada 10 ACV pueden prevenirse y casi el 80% se pueden prevenir mediante hábitos de vida saludable. Es importante realizar controles periódicos con el médico de cabecera, adoptar hábitos saludables y, sobre todo, controlar la hipertensión para lo cual el médico puede recetar medicamentos.
 
“Hacer ejercicio, controlar el estrés, mantener un peso saludable, reducir la cantidad de sal y grasas saturadas que se ingiere en los alimentos, limitar la cantidad de alcohol que se consume, dejar de fumar y controlar la diabetes son todas maneras de mantener la presión arterial alta bajo control”, recordó Caro. Asimismo, es recomendable consumir pescado al menos dos veces por semana para obtener ácidos grasos omega-3 saludables, cocinar en el horno los alimentos en lugar de freírlos y elegir carnes magras y aves de corral sin piel.
 
 
Cerca del 90% de los casos de ACV son prevenibles, ya que los principales factores de riesgo pueden ser controlados y tratados . Foto: Nicolas Armer/dpa
 
 
Retrasos por la pandemia
 
Especialistas de Grupo Medihome señalaron a Infobae que la pandemia produjo una desconexión interpersonal e intrapersonal, y que evidenció más el vínculo entre el ambiente y la salud. “La pandemia que estamos atravesando ha generado una desconexión interpersonal e intrapersonal. En ese sentido, Gabriela Ferretti médica neuróloga y Divulgadora Científica afirmó: “Se han suscitado cambios en nuestra rutina que impactaron negativamente a nivel físico y mental: el cambio a teletrabajo o incluso la pérdida del trabajo mismo, distanciamiento físico, sedentarismo, desestructuración de las pautas horarias, aumento de calorías consumidas y disminución de las consultas médicas de control de patologías crónicas prevalentes. Esto generó ansiedad, depresión, angustia e irritabilidad y por otra parte aumento del peso corporal y desajuste del control de enfermedades como la hipertensión arterial y la diabetes, entre muchas otras.”.
 
“Cada año hacemos hincapié en los hábitos saludables para evitar el ACV. Y en esta edición sumamos como indispensable fomentar el vínculo con nuestro propio cuerpo y con otras personas, que se han debilitado por la pandemia. Además, debemos ser cada vez más conscientes de la relación con el ambiente, que se ha demostrado que impacta en nuestra salud”, dijo Valeria Muda, Directora de Grupo Medihome, que invitó el sábado 30 de octubre, de 10 a 12h, a una charla sobre hábitos saludables y hacer plogging –caminata o trote que se realiza a la par de recolectar residuos-.
 
Se trata de una actividad que combina el ejercicio físico con el cuidado del medio ambiente. Nacida en Suecia, el plogging se trata de una actividad que combina el ejercicio físico con el cuidado del medio ambiente. Es una tendencia que cada vez tiene más adeptos alrededor del mundo. A partir de una causa o premisa que las une, las personas salen a correr o trotar con una bolsa mientras recolectan residuos a su paso. Su objetivo es difundir la conciencia social sobre el cuidado del ambiente mientras se realiza ejercicio.
 
 
Estudio en Argentina
 
Desde hace varios años Fleni lleva a cabo el programa SIFHON a través del cual se realizan relevamientos sobre conocimiento y conductas ante el ACV en la población general. Luego de los preocupantes resultados de estudio SIPHON-Covid”, una encuesta “online” realizada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en la cual participaron más de 10.000 personas durante el período de aislamiento obligatorio del 2020, que evidenció que el 76% de la población no realizó sus controles habituales de salud, Fleni comenzó a desarrollar varias campañas de concientización para fortalecer la importancia de continuar los controles médicos regulares.
 
Sebastián Ameriso, Jefe del Servicio de Neurología Vascular de Fleni, explicó que “Queremos llegar a la población con información sobre esta patología para concientizar sobre los factores de riesgo y, sobre todo, la importancia de no desatender los controles y los síntomas tempranos, porque hemos observado una alta prevalencia de factores de riesgo vascular, ACV e infarto de miocardio en el AMBA”
 
El dato mencionado por el especialista se refiere al estudio “SIPHON-2″, una encuesta encuesta digital para evaluar el grado de conocimiento de la población sobre la enfermedad cerebrovascular, prevalencia de los principales factores de riesgo y hábitos saludables, realizada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en la cual participaron más de 3000 personas.
 
Soledad Rodriguez Perez, coordinadora del estudio “SIPHON-2″ explicó que un tercio de los encuestados tenía hipertensión y / o dislipidemia, el 14% eran fumadores y el 12% tenía diabetes. Además, más de la mitad de los encuestados tenía sobrepeso, pero solo el 24% hacía ejercicio. Asimismo, remarcó que “aproximadamente un 30% no hace controles médicos pese a la elevada prevalencia de los factores de riesgo para la salud que ellos mismos reconocían tener”
 
El ACV es uno de los eventos más terribles que puede sufrir una persona, por eso los cuidados en el bienestar físico y mental es clave para evitarlo.
 
infobae.com

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