Pablo Moyano, Héctor Daer y Carlos Acuña
La nueva CGT será conducida por un nuevo triunvirato: Héctor Daer, de Sanidad; Pablo Moyano, de Camioneros, y Carlos Acuña, de estaciones de servicio. Antonio Caló, el líder de la UOM que quería sumarse como un cuarto integrante de la máxima conducción y logró el apoyo del sindicalismo kirchnerista, no pudo sumarse y quedó a cargo de la Secretaría de Interior.
Primero se hizo congreso extraordinario para aprobar cambios en el estatuto de la central obrera, que dispone la creación de otros 10 cargos en el consejo directivo y aplicación de cupo femenino. Luego arrancó congreso ordinario en la sede de Parque Norte para elegir nuevas autoridades hasta 2025, lo que significó el regreso con gloria del moyanismo.
Pablo Moyano no está presente. Se levantó con fiebre y asumirá vía Zoom. Su padre, Hugo, además pudo ubicar a Mario Manrique, de Smata, en la Secretaria Gremial, un cargo estratégico. En tanto, el kirchnerismo de la Corriente Federal quedó afuera de los principales cargos. Uno de ellos, Sergio Palazzo, irá a la Secretaria Administrativa.
Así, la central obrera modelo 2021 contempla el retorno de sindicatos clave y un acento puesto en la unidad interna que le dará más representatividad. Y se perfila como una CGT que, con ese componente decisivo, buscará recuperar el poder perdido.
Los gremialistas quisieron realizar el congreso de la CGT antes de las elecciones para despegarse de los efectos de las urnas. Algunos temían que, en un escenario triunfal, Cristina Kirchner quisiera copar lugares en la estructura cegetista, sobre todo luego del intento frustrado del sindicalismo K de encumbrar en la conducción de la central obrera a Vanesa Siley, la diputada cercana a Máximo Kirchner y dirigente de un gremio judicial paralelo.
Desde hoy, conducirán la nueva CGT tres dirigentes que miran con recelo al kirchnerismo. Daer, del sector de “los Gordos”, uno de los dirigentes más cercanos a Alberto Fernández; Pablo Moyano, quien entró en crisis con el Frente de Todos, al igual que su papá, luego de que Cristina Kirchner marginó al moyanismo de las listas de candidatos, y Carlos Acuña, un barrionuevista enrolado en el peronismo antikirchnerista.
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Esta mañana, a las 7.30, antes del inicio del congreso, los principales dirigentes gremiales se reunieron para las últimas negociaciones. Hasta anoche, además del triunvirato y de la Secretaría de Industria para Caló, se avanzó en el siguiente reparto de poder para los cargos más importantes: Secretaría Adjunta, Andrés Rodríguez (UPCN); Gremial, Mario Manrique (SMATA); Relaciones Internacionales, Gerardo Martínez (UOCRA); Acción Social, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias); Interior, Rodolfo Daer (Alimentación); Prensa, Jorge Sola (Seguro); Actas, Carlos Frigerio (Cerveceros); Empleo, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento); Educación, Sergio Romero (UDA); Vivienda, Sergio Sasia (Unión Ferroviaria); Energía, Guillermo Moser (Luz y Fuerza); Capacitación, Argentino Geneiro (gastronómicos); Medio Ambiente, Roberto Fernández (UTA), y Cultura, Víctor Santa María (encargados de edificios).
Alberto Fernández y Cristina Kirchner: ¿de qué lado se pondrá la nueva CGT?
¿Y dónde estarán las mujeres en la CGT que se elegirá hoy? Antes del congreso ordinario para elegir las nuevas autoridades, la central obrera realizará un congreso extraordinario para debatir la aprobación de una reforma estatutaria que aumentará de 25 a 43 los cargos del Consejo Directivo y aprobará la aplicación de la Ley de Cupo Femenino para que un 30% de los cargos de la estructura quede en manos de las mujeres.
Más allá de que el congreso que tratará el avance de las mujeres en la CGT tendrá una contundente mayoría masculina (417 congresales mujeres y 1524 hombres), la mayor participación femenina se aplicará mediante un sistema enmarañado: en las 43 secretarías (con excepción de la Secretaría General, la Adjunta y la de Finanzas), cada sindicato elegirá un hombre y una mujer que se alternarán en el cargo y posibilitarán que, en total, haya un 30% de participación de mujeres en la central obrera.
La central obrera que viene también afrontará el desafío de funcionar con un Consejo Directivo que duplicará los cargos. Si la CGT actual era manejada por una mesa chica de seis o siete dirigentes y casi nunca reunía a una conducción de 25 integrantes, cuesta imaginar qué sucederá con una estructura elefantiásica.
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