16 NOV | 18:32

Logró una cura esterilizante del VIH

Cómo se estudió a la paciente argentina que logró una “cura esterilizante” del VIH: hablan las científicas. Fue investigada por Natalia Laufer y Gabriela Turk, del CONICET y la Universidad de Buenos Aires...Por Valeria Román
...con colegas de los Estados Unidos. Por qué el caso abre una esperanza para otros pacientes.
 
 
 
Gabriela Turk (izquierda) y Natalia Laufer son las científicas que trabajaron en el estudio del segundo caso en el mundo de una paciente que consiguió cura esterilizante del VIH sin medicación/INBIRS
 
 
En la Argentina, vive la segunda persona en el mundo que consiguió una remisión sostenida de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sin haber recibido medicamentos. Reside en la ciudad de Esperanza. Su caso fue investigado por un equipo de científicos del Conicet y la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en Argentina y los Estados Unidos, y podría ayudar a entender mejor qué pasa en el sistema inmune del organismo cuando queda afectado por el VIH. También contribuirá al desarrollo de más tratamientos que se enfoquen más en la “cura esterilizante”, que significa que el virus es incapaz de reactivarse y multiplicarse en el organismo humano.
 
 
La líder de la investigación en Argentina fue Natalia Laufer, que es médica, especialista en enfermedades Infecciosas, doctora de la Universidad de Buenos Aires e investigadora en el Instituto INBIRS (que depende del Conicet y la UBA). En diálogo con Infobae, Laufer contó que el médico que seguía a la mujer con remisión sostenida contactó al INBIRS en 2016. “Nos contactó el médico que la seguía porque no terminaba de entender cómo definir el cuadro de la paciente”, dijo la investigadora.
 
 
La paciente de Esperanza (su identidad se mantiene anónima) no había recibido tratamiento por los medicamentos antirretrovirales que habitualmente se indican para personas viviendo con el VIH. “Solo le indicamos el tratamiento con antivirales durante el embarazo para asegurarnos que no haya ninguna posibilidad de transmisión vertical a su bebé, que nació sin el virus”, comentó la doctora Laufer. Publicaron el caso en la revista especializada Annals of Internal Medicine del 16 de noviembre.
 
 
En el caso de la paciente de Esperanza, se logró la cura esterilizante, que significa que el VIH es incapaz de reactivarse y multiplicarse en el organismo humano/NIAID/Archivo
 
 
A partir de este caso y el de otra paciente que reside en San Francisco, Estados Unidos, los investigadores tienen más posibilidad de estudiar qué características de su sistema inmune hacen que puedan controlar al VIH de manera constante y sin medicación. “Estos casos son muy excepcionales. Podrían haber más casos similares, pero son muy poco frecuentes”, afirmó Laufer.
 
 
El primer caso es una mujer californiana de 67 años. Se llama Loreen Willenberg, y los investigadores que la estudiaron no encontraron ningún virus intacto en más de 1.500 millones de sus células. El sistema inmune de Willenberg ha conseguido mantener el control del virus durante casi tres décadas sin el uso de medicamentos antirretrovirales. A partir del nuevo estudio, Laufer y su equipo esperan estudiar los mecanismos relacionados con la cura esterilizante de la paciente de Esperanza para ver si se pueden trasladar a otras personas.
 
 
“Desde los primeros resultados que tuvimos después de analizar muestras de la paciente de Esperanza, supimos que era un caso inusual desde el inicio. Después nos dimos cuenta que no era un caso más de controlador de élite, como se conoce a las personas que espontáneamente controlan la infección por el VIH”, contó a Infobae la doctora Gabriela Turk, que fue la primera autora del trabajo publicado hoy.
 
 
El Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS) está dentro de la Facultad de Medicina de la UBA. También hace estudios sobre el COVID-19/Archivo
 
“Luego vino la colaboración con el grupo de la doctora Yu Xu, del Instituto Ragon del Hospital General de Massachusetts, que depende de la Universidad de Harvard y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), y la posibilidad de analizar más muestras. Los resultados confirmaron que estábamos frente a un caso excepcional. Participar en un trabajo de esta magnitud me llena de satisfacción y orgullo, tanto personal como colectivo. Porque fue un verdadero esfuerzo de trabajo grupal y colaborativo. Y hay mucho mérito en eso también”, señaló Turk.
 
La investigadora Turk habló también sobre la responsabilidad social que implicó el estudio. “También siento que acarrea un grado de responsabilidad enorme por proteger a la persona involucrada, que tan gentilmente y desinteresadamente donó muestras en reiteradas ocasiones para que este estudio fuera posible. Y por todas las personas que hoy día viven con VIH: por no dar mensajes equivocados, falsas esperanzas; y trasmitir el mensaje de manera llana pero correcta. Me renuevan el compromiso para seguir generando investigaciones que aporten conocimiento científico para el beneficio de la humanidad”, sostuvo Turk.
 
Hace precisamente 40 años que en el mundo se empezaron a detectar los primeros casos de personas con el VIH. Fue en diferentes hospitales de los Estados Unidos por cuadros de neumonía. Esos pacientes habían adquirido la infección y habían desarrollado complicaciones, pero hasta ese momento la comunidad científica no había descripto al virus. Recién se logró en 1983. A partir de 1996, estuvieron disponibles los primeros cócteles de drogas contra la infección. A finales de 2019, el 67% de los 38 millones de personas viviendo con el VIH en el mundo habían iniciado la terapia y el 59% había logrado la supresión viral.
 
 
Mientras tanto también se fueron conociendo los casos de pacientes con “curas esterilizantes” de la infección tras diferentes intervenciones. Uno de ellos fue llamado “el paciente de Berlín”. Era Timothy Ray Brown, que había nacido en 1966. Su caso fue presentado en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas de 2008. Había tenido una leucemia mieloide aguda y recibió un trasplante. Después de haber discontinuado el tratamiento con la terapia antirretroviral y tres años después del trasplante, los médicos encontraron la remisión de la infección por el VIH. El hombre falleció el año pasado porque sufrió de nuevo otro cuadro de leucemia, pero la infección del VIH fue controlada.
 
Otro caso fue el llamado paciente de Londres, Adam Castrillejo. Se hizo resistente a la infección por VIH tras recibir un trasplante de médula ósea para tratar un linfoma de Hodgkin. Se sabe que el donante era portador de la mutación CCR5-Δ32, que confiere resistencia a la infección por el VIH. “A los pacientes de Berlín y Londres se les realizó un trasplante de médula y tuvieron remisión de la infección por el VIH. En cambio, en los casos de la paciente de Esperanza y la de San Francisco, Estados Unidos, no se realizó ningún intervención farmacológica. Su control de la infección es natural”, explicó la doctora Laufer, quien realizó su residencia de clínica médica con orientación en Infectología, en el Hospital Fernández de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y recibió fue ganadora del subsidio para investigaciones en enfermedades infecciosas en contextos vulnerables en 2018-2020 de la Fundación Bunge y Born.
 
María Laura Polo, del INBIRS, fue otra de las coautoras que trabajó en la investigación con la paciente de Esperanza/Archivo
 
Consultada por Infobae, la investigadora y médica infectóloga Isabel Cassetti, directora de Helios Salud y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, comentó el resultado del caso de Esperanza estudiado en el país en el contexto de la situación actual de la pandemia del VIH y los casos anteriores de remisiones sostenidas. “Hoy se sabe que hay casos de remisiones sostenidas de la infección por el VIH. Dentro de esas situaciones, hay dos grupos de pacientes: los controladores de elite, que no reciben tratamiento pero se curan espontáneamente, como el caso de la paciente de San Francisco y ahora la de Esperanza. El otro grupo son los que reciben tratamiento y consiguen una remisión sostenida. En febrero pasado, nosotros habíamos publicado un caso de remisión sostenida después del tratamiento antirretroviral. También están los casos de los pacientes de Berlín y de Londres, que recibieron trasplantes de médula que les permitieron controlar la infección”, afirmó la doctora Cassetti.
 
Los casos de pacientes que suspendieron el tratamiento farmacológico por diferentes razones, y siguieron sin cargas virales detectables representan entre el 5% y el 15% según la especialista Isabel Cassetti. En cambio, los pacientes controladores de élite sin medicación serían menos del 1%.(iStock)
 
 
La especialista aclaró que los casos que suspendieron el tratamiento farmacológico por diferentes razones, y siguieron sin cargas virales detectables representan entre el 5% y el 15% de los pacientes. En cambio, los pacientes controladores de élite sin medicación serían menos del 1%. “Es importante conocer estas poblaciones porque abren un camino para comprender cuáles son los mecanismos por los cuales estas personas controlan la replicación del virus y mantienen sus defensas de manera estable. También abre la posibilidad de desarrollar tratamientos diferentes”.
 
A pesar de las buenas noticias, la doctora Cassetti advirtió: “Hoy no se puede hablar de cura definitiva de la infección por el VIH sino de remisión sostenida para los controladores de élite o para los controladores post-tratamiento. Hay que mantener la cautela. Porque si bien sabemos que el virus está completamente suprimido, aún no sabemos puede reactivarse en algún momento”.
 
infobae.com

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