Cansados, angustiados y desesperados por no recibir una respuesta, los empleados municipales de Rentas decidieron tomar otras medidas.
“Nos dieron el decreto y no nos hicieron valer, hace dos meses que mis hijos no tienen para comer y para ir a la escuela, la Intendenta jugó con la necesidad de los trabajadores”, dijo una de las trabajadoras.