...que no siempre están de acuerdo. “La idea de que yo soy el bueno y Cristina es la mala es una falacia”, afirmó.
El presidente Alberto Fernández habló en las últimas horas de manera abierta y como pocas veces sobre el vínculo político que mantiene con la vicepresidenta Cristina Kirchner, la figura central de la coalición de gobierno y con quien tiene tensiones y diferencias, algunas abiertas y que llegaron a derivar en crisis como la que ocurrió tras la derrota electoral en las PASO.
En una entrevista que concedió a Ian Bremmer, fundador de Eurasia Group, una consultora global con llegada directa a la Casa Blanca, el Departamento de Estado y la Secretaría del Tesoro, el primer mandatario reconoció que con la ex presidenta “no siempre pensamos igual”, pero aclaró que, “cuando hay que bajar el martillo lo hace el Presidente”. Si bien al principio su respuesta tenía que ver con una pregunta sobre la posición de ambos frente a la negociación con el Fondo Monetario, las definiciones trataron de exponer y clarificar el vínculo político que mantienen, principalmente en lo referido a la gestión.
“Hay también un relato mediático, una prédica mediática que plantea a Cristina como oponiéndose a mi decisión y a mi voluntad de encontrar un acuerdo, y eso no es cierto. La verdad es que no es cierto. Cristina acompaña esto. A mí me causa gracia cuando se toca este tema porque la historia dice que nosotros siempre fuimos los que pagamos las deudas que otros contrajeron. (...). Yo ahora llego al Gobierno y para mí todo esto es una suerte de deja vu. Vuelvo a vivir todo lo que viví. Vuelvo a recibir un país con deudas que yo no tomé y de las que debo hacerme cargo. Cristina y yo tenemos una historia común en ese punto, de asumir un país endeudado y tener que pagar las deudas que otros tomaron”.
“Lo que pasa es que se ha escrito mucho sobre la idea de que Cristina no está de acuerdo en que tengamos un acuerdo con el Fondo, y está claro que la decisión es mía y yo la voy a asumir y tomar, pero frente a todas esas versiones que dicen que ella se opone a ese acuerdo ella contesta públicamente: Yo no me opongo a ese acuerdo y estoy de acuerdo en lograr una solución que no signifique postergar a los argentinos, que no signifique seguir sometiendo a los argentinos a más pobreza y a más frustración. Y eso lo cree ella y lo creo yo. Ahora, la lectura es que cuando ella lo escribe en una carta pareciera ser, o muchos lo quieren leer, como si me fijara un rumbo. La verdad es que yo estoy muy seguro de cuál es el rumbo que tenemos que tomar y tengo la certeza de que es el mismo que quiere Cristina”, explicó Alberto Fernández.
Tras esa larga respuesta, Ian Bremmer, titular y fundador de Eurasia Group & GZERO Media le planteó: “Obviamente, Cristina no es tímida respecto de hacer saber su opinión. Mi duda es, en función de cómo explicas esto, ¿es una rutina de policía bueno y policía malo la de ustedes?”.
Alberto Fernández: “No hay nada de eso. Cristina y yo no somos iguales. Nosotros hicimos un frente que nuclea al peronismo y a muchas otras fuerzas y, por lo tanto, no hay una mirada homogénea sobre la realidad. Hay una mirada diversa, y nosotros convivimos en esa diversidad. Está claro que Cristina y yo en muchas cosas no pensamos igual, el que decide finalmente soy yo. Ahora, también está claro que Cristina es una persona muy importante en la política argentina. Fue ocho años presidenta y es una persona que tiene, sin duda, una personalidad que en términos políticos trasciende en mucho en la Argentina”.
“Ella se expresa como siempre se expresó y actúa como siempre actuó, lo que pasa es que ahora como no es la Presidenta cuando ella habla se lee de otro modo. Yo lo leo con la misma naturalidad que siempre la leí. Habló Cristina. Borges, que es un gran escritor que ha tenido la Argentina, decía siempre, cada vez que decía una cosa altisonante, no le den demasiada importancia, es solo mi opinión. Esta es la opinión de Cristina, y yo la respeto y la valoro mucho, pero yo tengo otras”, completó el Presidente.
Y concluyó: “Generalmente, conciliamos posiciones, pero ahora la idea de que yo soy el bueno y Cristina es la mala es una falacia. La idea de que no siempre estamos de acuerdo es cierta, no siempre estamos de acuerdo. Y cuando no estamos de acuerdo tratamos de salvar las diferencias como dos personas racionales, hablando y conversando. Y cuando hay que bajar el martillo lo hace el Presidente”.
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