Los llamados del ex funcionario con el arrepentido Carlos Wagner y con el empresario Hugo Alberto Dragonetti
Baratta fue citado nuevamente a indagatoria y deberá explicar por qué hablaba con los empresarios (Gustavo Gavotti)
El entrecruzamiento telefónico había sido pedido en 2018, y luego reiterado en 2019, pero recién ahora se sumó al expediente judicial que sigue abierto por los cuadernos de la corrupción. Ese informe, realizado por la Policía Federal, confirma el fluido intercambio de llamadas entre Roberto Baratta y varios empresarios en las mismas fechas que se habrían pagado las coimas. El ex funcionario del Ministerio de Planificación registra comunicaciones con Carlos Wagner, el ex presidente de la Cámara de la Construcción, y con Hugo Alberto Dragonetti, dueño de la firma Panedile, entre otros. Siempre en las fechas de los pagos.
La pericia es una de las pruebas que tuvo en cuenta el juez Julián Ercolini -a cargo interinamente del juzgado que comandó Claudio Bonadio- para el reciente llamado a indagatoria de Baratta, de alguno de sus laderos, y de los empresarios involucrados. Las declaraciones están previstas para la última semana de diciembre y serán por Zoom.
El entrecruzamiento, al que tuvo acceso Infobae, abarcó un total de 61 líneas telefónicas, entre celulares y teléfonos fijos. De Baratta se relevaron seis líneas. También se analizaron las llamadas de dos de sus laderos, Hernán Gómez y Nelson Lazarte, y del ex ministro de Transporte Juan Pablo Schiavi.
De parte de los empresarios aparecen Carlos Wagner, Mauro Guatti, Hugo Alberto Dragonetti, su hijo, y Claudio Glazman, entre otros. Además de sus líneas personales se analizaron los teléfonos fijos de sus empresas.
En el caso de Wagner, el entrecruzamiento revela que habló con Baratta y sus laderos en las fechas de los pagos. El 2 de junio de 2010, según consta en el expediente, los valijeros del Ministerio de Planificación retiraron USD 500 mil de la sede de la empresa ESUCO, en San José 151. Ese día, Wagner registra tres llamadas con una línea a nombre de Baratta: a las 18:00, 18:21 y 18:36.
La secuencia se repite el 22 de septiembre de ese año, cuando la suma entregada habría sido USD 1 millón. Ese día hay tres llamadas entre Baratta y Wagner: a las 16:13, 16:15 y 16:16. A su vez, el empresario registra una decena de llamados con Lazarte, secretario de Baratta, y hasta con una línea registrada a nombre del Ministerio de Planificación.
La Justicia sospecha que los llamados fueron para coordinar los movimientos.
Carlos Wagner confesó que pagó coimas y describió cómo funcionaba el sistema de cartelización de la obra pública.
El 22 de septiembre de 2010 el dinero fue entregado en Coronel Díaz 2355 y terminó en el departamento de los Kirchner, en Recoleta.
Wagner es uno de los 31 imputados colaboradores en el caso de los cuadernos. En esa causa, que ya fue elevada a juicio oral, confesó que pagó coimas y describió cómo funcionaba el sistema de cartelización de la obra pública. “Una vez adjudicada la obra, el compromiso era abonar para gastos políticos, para necesidades políticas, el anticipo que estaba establecido en los pliegos”, fue una de las revelaciones de Wagner ante el fiscal Carlos Stornelli en 2018.
La Justicia lo procesó por al menos 7 pagos: 2 de junio de 2010, 22 de septiembre de 2010, 14 de mayo de 2013, 25 de julio de 2013, 7 de agosto de 2013, 6 de septiembre de 2013 y 27 de julio de 2015.
El 22 de septiembre de 2010 fue un día intenso a juzgar por los registros telefónicos. Entre las 16 y las 19 horas, Baratta y Lazarte se comunicaron al menos cinco veces. El Subsecretario de Coordinación y Control de Gestión también recibió 14 llamadas desde una línea a nombre del Ministerio de Planificación.
Lazarte era una suerte de asistente todoterreno de Baratta y se convirtió en uno de los “recaudadores”. “Más o menos en 2008 termine la secundaria y Baratta me ofreció trabajar en la secretaría privada de Coordinación, donde también hacía de cadete y atendía los teléfonos”, contó ante la Justicia al comienzo de la investigación.
El 7 de agosto de 2013 es otra de las supuestas visitas de los valijeros a la empresa ESUCO. Según la pericia realizada por la PFA, Mauro Guatti, por entonces director y accionista de la empresa, recibió ese día un total de 23 llamados desde una línea a nombre del Ministerio de Planificación que terminaba en 5000. Y el 6 de septiembre habló con Lazarte.
El entrecruzamiento telefónico, uno más de los que ya se hicieron en la causa, también revela los contactos telefónicos de otro de los empresarios acusados de intervenir en el pago de coimas: Hugo Dragonetti, dueño de la firma Panedile. Ercolini lo acaba de citar a declarar para el 20 de diciembre. En esa resolución se mencionan una serie de pagos entregados al financista Ernesto Clarens.
Como arrepentido, Clarens aportó listas con los montos de las coimas que luego le entregaba a los emisarios del kirchnerismo como el ex secretario Daniel Muñoz.
Según el entrecruzamiento telefónico realizado por la PFA, Dragonetti habló con Baratta y Lazarte el 3 de febrero y el 22 de septiembre de 2010, dos de las fechas de los pagos.
En el primer caso, Dragonetti habría actuado junto a su hijo y la suma entregada habría sido USD 800.000 en Suipacha al 1100. Y en el segundo caso, la entrega también fue en la cochera de ese edificio. Según consta en la causa, Dragonetti se subió al auto que conducía Oscar Centeno y le dio el dinero a Baratta y a Lazarte.
Además de Dragonetti, su hijo, Wagner y Guatti, en los próximos días deberán declarar ante el juez Ercolini los empresarios Alberto Tasselli (hermano de Sergio Taselli), Jorge Juan Mauricio Balán (titular de la firma santafesina Industrias Secco), Claudio Glazman, Claudio Alberto De Lassaletta, y Fernando Alexis Sananez.
A este último se le imputa haber participado en varios pagos durante el año 2015 por más de 3 millones de dólares. Sananez se desempeñaba como director titular de la firma “JCR. S.A”, que era adjudicataria de varias licitaciones.
El entrecruzamiento telefónico realizado por la División Análisis y Prospectiva del Narcotráfico de la PFA detectó varias comunicaciones entre Sananez y el secretario de Baratta.
infobae.com