...de “qué hice” fue ensayado con anterioridad y coacheado, o fue el peso de la memoria de su padre, uno de los más prominentes presidentes argentinos que le gritaba desde donde esté: Qué hiciste pelotudo… estás caliente? ¡Le diste la oportunidad que estaban buscando!!!
Lo cierto es que es una derrota del oficialismo en todo su conjunto y de la oposición también. Una derrota para toda la clase política que bastardeo la ya baqueteada profesión.
Todos absolutamente todos, la clase política en su conjunto es responsable de la patética imagen del rechazo del Presupuesto General de la Nación, llamado “Ley de leyes”.
Señores políticos ultrajaron la confianza de la gente que los voto.
Argentina atraviesa una de las peores crisis económica y financiera de su historia, y ni siquiera en éste momento, los políticos supieron ponerse de acuerdo que lo importante es la Argentina, El País y todos los que lo habitamos, no los intereses sectoriales.
Pero, lo peor no pasa por ahí.
El presupuesto general de la nación debe verse como una visión anticipada, una visión macro de cómo el presidente, va a desarrollar las políticas públicas. Es una visión aproximada del todo y del cómo se va a disponer en obras y recursos con cada provincia.
La Rioja perderá en éste ejercicio una baja de la participación proyectada
2022 cercana a los 2.000 millones de pesos y algo así como 1.400 millones de pesos
asignados a obras proyectadas.
Entre otras partidas que no fueron anticipadas que seguramente
sabrá explicar mejor por supuesto el ministro Quintero.
La provincia se deberá manejar con los mismos ingresos que tuvimos durante el 2021.
El presidente deberá en el curso de la semana, convocar nuevamente a los gobernadores para renegociar y reacomodar las partidas presupuestarias y obras contempladas de cada provincia.
El presupuesto general nunca se llega a ejecutarse tal cual fue asignado. Ya expliqué que es una proyección aproximada y sufre los cambios necesarios en la conducción del mismo.
En otras democracias, el cambio de cualquier partida presupuestaria antes de ser redirigida debe contar con el aval del Congreso de la Nación, pero, en Argentina los legisladores delegaron en el presidente facultades especiales en la ejecución del presupuesto por lo tanto, el presidente puede re dirigir partidas a través de los conocidos “DNU” decretos de necesidad y urgencia.
*En algún momento deberíamos redefinir el rol de los legisladores
en el contexto general de la coyuntura política.
El caso más indicado se podría ejemplificar con la pandemia del año 2019/2020. Que también si mal no recuerdo se re direccionó el mismo presupuesto de 2019 para regir 2020 y 2021. Las urgencias de determinado sector, salud en éste caso, era prioritario y nadie supuso en el armado del presupuesto 2019, que el área debería invertir millones de pesos en vacunas, respiradores, hospitales, etc., etc. etc.
Se re-direccionaron a través de los DNU, las partidas necesarias. Lo que sí, no debieron ser discrecionales y sin necesidad de rendiciones de cuentas o
concursos breves de ofertas y muchos casos.
El país manejará su presupuesto general durante el 2022, con una extensión del presupuesto aplicado durante el año pasado 2021.
Cualquier modificación que se requiera deberá ser a través del Congreso de la Nación.
¿Quién gana y quien pierde con el rechazo del presupuesto 2022? Creo que en el fondo mirando el futuro del país, no las conveniencias de los sectores, mirando el futuro del país y de cada habitante de éste suelo, no gana nadie. Todos perdimos.
Pero en política es distinto. En política siempre hay ganadores y perdedores. Inclusive en éste tremendo bochorno, algunos en silencio deben haber festejado. Por lo menos las implicancias.
Tan sólo a modo de ejemplo: La oposición deben haber festejado el discurso de Máximo Kirchner que les facilito o habilito para el voto en contra.
Alguien debe haber festejado a nivel provincial que la intendenta Inés no reciba ni los 500 millones ni mucho menos los 1000 proyectados, claro que nadie se va a animar a decirlo públicamente.
Y yo me pregunto nada más….en realidad tengo varias preguntas…
La primera de ellas, fue un acto premeditado o fortuito el exabrupto de Máximo Kirchner?
De ser así; ¿quién sale beneficiado? Fue un acto #inocente# los dichos de máximo? ¿En serio alguien puede pensar que fue inocente que se le escapó el “Terminemos con éste show y todo lo demás?
¿Se le chispoteo como decía el Chavo? ¿En la sesión más importante del año? ¿En el tema que tenía más interés el presidente y varios integrantes del gabinete?
¿Se le escapó? ¿O fue premeditado y actuado? Yo pregunto anda más…
Y me sigo preguntando…la oposición realmente utilizó su mayoría para dejarnos a todos los argentinos partidos al medio? para tal fin ruin se presentaron?
Montó todo un circo de predisposición para votar el presupuesto, con la irresponsable intención de boicotearlo.
Se supone que el 2022, año par, se comienza a construir las bases para el 2023 año impar y de elecciones ejecutivas, presidente, gobernadores, cambio de la mitad de las cámaras.
¿Qué gana la oposición? Dejar al oficialismo sin obras para mostrar por ejemplo. Le quita las herramientas “Obras” y “Recursos” a todos los gobernadores e intendentes. Una herramienta fundamental para consolidad su gestión y mostrarse con “Capacidades Diferentes” ante el resto y, el año 2022 era el año indicado. El 2023 es campaña calificado lector.
¿Qué gana Cristina? Cristina gana para su proyecto político y de su clan. Lo que menos quiere Cristina es que le vaya bien a Alberto Fernández eso es más que sabido y evidente y tampoco al nuevo grupo que trasformó el gabinete nacional en un peronismo más ortodoxo. Antítesis de su proyecto populista/Izquierdista.
Para cristina, el éxito en la gestión de Alberto Fernández-Manzur-Gobernadores-Intendentes del conurbano y Sindicalistas, es el inicio del fin de su carrera política.
Con un Senado sin mayoría, no es justamente el momento más indicado para perder poder y quedar expuesta, al avance de los juicios pendientes que pueden llevarla a recorrer los tribunales nuevamente, pero…sin la protección de cuatro años por delante de gobierno siendo vicepresidente. Y sobre todo teniendo en cuenta que; finalizado el mandato actual la vicepresidenta quedará sin foros.
Que pierde Fernández: Perdió porque no la vio venir. Perdió la posibilidad de soñar con un segundo mandato. Deberá duplicar su gobierno con mínimos recursos, con una estancada negociación de la deuda argentina con el FMI y sin reservas físicas en las arcas del Estado.
¿Que pierden los gobernadores? En su total mayoría miles de millones de pesos en obras. Se deberán conducir reduciendo gastos, re-direccionando partidas y la autonomía de saber que los recursos llegaban por ley.
De ahora en más, el peregrinaje será mucho más doloroso.
Pierde la oposición porque para cualquier obra necesariamente tendrá un presidente no muy bien predispuesto.
Políticamente hablando perdió el presidente, los gobernadores, los intendentes del conurbano, los sindicalistas porque de tomar fuerza ésta hipótesis, seguramente equivocada…no la vinieron venir. Ninguno espero que Máximo le brindara a la oposición, la excusa necesaria para que se pudra todo.
El presidente Alberto Fernández deberá rápidamente reorganizar su tropa, replegar a colaboradores, gobernadores, síndicos e intendentes y rearmar su estrategia, para volver a estar al frente de un país que los requiere y que necesita a todos para enfrentar los desafíos que son muchos.