25 DIC | 21:10

Un crucero que se dirige hacia Buenos Aires detectó tres casos de COVID-19

La embarcación navega desde Valparaíso, Chile. Las personas contagiadas son extranjeros que se hisoparon mientras navegaban
El crucero "Viking Jupiter" tiene como destino Buenos Aires. Tres pasajeros dieron positivo al COVID-19 (@Empormontt1)
 
Después de lo ocurrido con el buque Hamburg, otro crucero con personas contagiadas de coronavirus se dirige hacia Argentina. La embarcación, bautizada como “Viking Jupiter”, proviene desde Chile y se dirige hacia el puerto de Buenos Aires, tras detectar tres casos positivos de COVID-19 a bordo.
 
La nave recaló en el puerto de Valparaíso el martes pasado. A raíz de los controles sanitarios y los hisopados previstos en el protocolo, las autoridades de Salud de la ciudad confirmaron que tres pasajeros extranjeros dieron positivo a los testeos de coronavirus.
 
 
Según se informó desde la secretaría regional ministerial (Seremi) de Salud de la ciudad, esos tres pasajeros habían llegado a Chile el miércoles por el aeropuerto de Santiago con un PCR negativo.
 
Los afectados no presentan síntomas y se encuentran aislados en una sección especial del crucero bajo control sanitario, mientras que la investigación epidemiológica se encuentra en curso, informaron en diarios chilenos como La Nación y Cooperativa.
 
Los casos positivos de COVID-19 no obstaculizaron, por el momento, el itinerario del “Viking Jupiter”. Este 23 de septiembre zarpó como tenía previsto hacia Puerto Montt, otra ciudad chilena. Después de esa parada, el recorrido sigue hacia Buenos Aires, por lo que las autoridades del Ministerio de Salud, encabezadas por Carla Vizzotti, tendrán que definir si el buque recibirá la autorización para desembarcar en suelo argentino.
 
 
La noticia de la llegada de la embarcación de lujo fue celebrada en el país trasandino, porque era la primera vez desde el inicio de la pandemia que Valparaíso volvía a recibir un crucero en el marco del inicio de la temporada 2021-2022. El alcalde de la ciudad, Jorge Sharp, recordó que “desde febrero de 2020 que no había recaladas” en ese puerto.
 
“Hoy recibimos la nave Viking Jupiter, con más de mil personas entre tripulación y pasajeros. Junto a otras instituciones, fiscalizamos medidas sanitarias y promovemos el turismo en nuestra región!”, publicó Sharp en su cuenta de Twitter.
 
En un escenario en el que se propaga la variante Ómicron por todo el mundo, algunos países resolvieron impedir el desembarco de aquellos cruceros o buques que tengan casos de contagios en su triupulación.
 
En ese grupo están las caribeñas Curazao y Aruba, que rechazaron la entrada del barco “Odyssey of the Seas” (Odisea de los Mares). La tripulación tuvo que permanecer a bordo, a raíz de la aparición de un brote de reportar 55 casos positivos en personas todas vacunadas. Antes, el Odyssey había navegado en Estados Unidos.
 
Otra embarcación, en este caso de la empresa Carnival, se vio impedida de desembarcar en las islas de Bonaire y Aruba por un brote de coronavirus en un “pequeño grupo”. En el barco había 2.497 pasajeros y 1.112 empleados a bordo.
 
El barco Viking Jupiter, estacionado Crédito: Twitter/@AnpComunicacion
 
Son tres los casos similares recientes. El tercero fue el “Symphony of the Seas”, de Royal Caribbean, que informó que a bordo tenían 48 personas infectadas.
 
Argentina también ya tiene un antecedente reciente con el caso detectado en el buque Hamburg. Esa situación generó cierto revuelo porque el ministerio de Salud le había autorizado a que descienda la tripulación.
 
El buque recibió autorización para que sus pasajeros descendieran, pero cuando las autoridades advirtieron que había partido de Cabo Verde, en África, región en alarma por la aparición de una nueva cepa de COVID-19, revocaron el permiso y obligaron a todos los turistas a volver a la embarcación. A bordo del crucero había una persona aislada que había contraído coronavirus, si bien luego se confirmó con otros testeos que arrojaron resultado negativo.
 
Lo cierto que aquella polémica trajo consecuencias para los tripulantes, quienes finalmente no pudieron recalar en Puerto Madryn. Había vetado esa posibilidad el intendente de esa ciudad, Gustavo Sastre, ante el presunto riesgo sanitario para la población que implicaría autorizar aquel descenso.
 
infobae.com

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