La vacunación contra el COVID-19 en niñas y niños empezó más tarde que la de los adultos en la mayoría de los países del mundo. Pero la inmunización infantil está en marcha desde el año pasado en varios países y aún no lo logró alcanzar los niveles que se consiguieron con los otros grupos de edad.
Dos factores que estarían influyendo son que algunos padres creen que el fin de la pandemia está cerca o que el riesgo de complicaciones es bajo y eso haría innecesaria la vacunación en los hijos.
Sin embargo, los expertos consultados por Infobae remarcan que la aplicación de las dosis en la niñez hoy es crucial.
En España, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez había propuesto que se llegara al 70% de los niños con la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 en la semana del 7 de febrero. Sin embargo, esa meta no se cumplió. Hoy apenas el 55% de los niños españoles han recibido la primera dosis de la vacuna.
Hay comunidades de España que sí han conseguido ese objetivo, como es el caso de Galicia, Extremadura o Asturias. Pero el resto está por debajo de la meta que había postulado el Presidente. Y hay tres comunidades muy alejadas. En Cataluña, Madrid, Baleares y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, más del 55% de los niños no han ido a los centros de vacunación.
En Argentina, la vacunación contra el COVID-19 empezó en octubre pasado. Hoy el 75% de los niños de 3 a 11 años tiene la primera dosis. Pero el 48,1% aún no tiene el esquema completo. Desde la Sociedad Argentina de Pediatría y el Consejo Federal de Salud se han realizado reuniones para incentivar la inmunización no solo contra el COVID-19 sino también con las otras vacunas que ya están en el calendario oficial de vacunas obligatorias durante las semana pasadas.
“Si bien en Argentina, hubo una buena aceptación de las vacunas contra el COVID-9. Pero algunos padres de niños menores de 5 años aún tienen dudas para decidir la inmunización. Algunos de los factores que influyen para que vacilen es que algunos padres creen que el coronavirus puede generar un cuadro leve en los niños a diferencia de lo que pasa en los adultos. Y eso hace que piensen que no necesitan vacunarlos por el momento”, dijo hoy a Infobae Liliana Vázquez, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y médica infectóloga de la Clínica Maternidad Suizo Argentina y el Sanatorio Finochietto.
También algunos padres consideran que con la variante de preocupación Ómicron, la infección COVID-19 pasó a ser una enfermedad que produce menos neumonía e internación. “Creen que es más como una gripe ahora. Sin embargo, hay que aclarar que la infección con la variante Ómicron puede también generar casos graves en niños y adultos, y no se trata de una gripe. Ni tampoco se sabe aún cuándo es el fin de la pandemia”, afirmó la doctora Vázquez.
“Los mensajes de que hay que empezar a tratar al COVID-19 como un gripe, de que hay que convivir con el virus o que la infección apenas es un resfriado fuerte lleva a muchos a pensar que esto se ha acabado. Y todo se relaja, incluida la vacunación”, señaló María Fernández Prada, responsable del servicio de medicina preventiva y salud pública del hospital Vital Álvarez Buylla en Mieres, en Asturias, en la presentación del congreso virtual en vacuna que se realizó días atrás.
Para Andrea Uboldi, médica Infectóloga y pediatra, ex Ministra de Salud de la provincia de Santa Fe, y miembro de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIN) y la Sociedad Argentina de Pediatría, la demora en la vacunación “estaría relacionado con la falta de percepción del riesgo porque los padres observaron que hubo pocos niños con el COVID-19 durante el primer y segundo año de la pandemia. En cambio, ahora sí se están viendo más casos de niños con la infección”.
Además, la doctora Uboldi añadió: “Hubo grupos de padres que decidieron elegir qué vacuna ponerle a los niños y por eso no los han acompañado para que le apliquen las dosis que estaban disponibles”.
“Los viajes por las vacaciones, que más personas tuvieran COVID-19 en enero, y que haya padres que aún no han llevado a sus hijos a vacunas han sido algunas de las razones por las cuales la campaña de la vacunación contra el COVID-19 pasó a ir más lenta durante las últimas semanas”, afirmó en diálogo con Infobae Gabriela Ensinck, médica e integrante del Comité de infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
En tanto, la médica Gabriela Tapponnier, que es la secretaría del Comité de Infectología de la SAP, comentó a Infobae: “A nivel general el ritmo de la vacunación fue más lento en el país pero también hay que considerar que se avanzó con la inmunización en niñas y niños desde octubre. A principios de enero, se habían aplicado solo 7 millones de dosis en este grupo y esta semana se superaron los 8,4 millones de dosis”. Para la experta, “es clave que las familias lleven a los chicos a vacunar en febrero antes del comienzo de las clases o que los adolescentes también completen el esquema”.
En Chile, la vacunación contra el COVID-19 empezó en diciembre. Hoy el 86% de la población que tiene entre 3 y 17 años ya tiene la primera dosis. Más del 76% tiene el esquema completo, según informó el Ministerio de Salud de ese país.
Según el Grupo Asesor en Inmunizaciones de la Organización Mundial de la Salud, la inmunización contra el COVID-19 tiene beneficios para la salud de los niños como para el resto de la sociedad.
Aunque el COVID-19 grave es poco frecuente en los niños y se produce ocasionalmente, la vacunación “tiene el beneficio adicional de minimizar la interrupción de su educación, mejorando así su bienestar general”, afirmaron.