...y media. Gestos del kirchnerismo y de la oposición durante una jornada tensa
Alberto Fernández y Cristina Kirchner durante la apertura de sesiones en el Congreso (Juan Ignacio Roncoroni/Pool via REUTERS)
Formalidad y protocolo. Distancia que intentó ser disimulada detrás de algunos gestos de cordialidad. Cristina Kirchner recibió a Alberto Fernández en el Congreso de la Nación con un apretón de manos. Le presentó a un puñado de senadores y diputados y esbozó una media sonrisa cuando lo guío hacia la firma de los libros de honor.
Diferente fue el saludo de Alberto Fernández y Sergio Massa. Abrazo y acercamiento compinche. La relación personal y política es distinta. Mucho más cercana y fluida. Los gestos son parte de la apertura de sesiones ordinarias que ocurre cada 1 de marzo en el Parlamento. Expresan, a veces, mucho más que las palabras.
Este martes se vieron varios ejemplos. La Vicepresidenta, por ejemplo, no aplaudió ni un solo párrafo del extenso discurso que pronunció el Jefe de Estado ante la Asamblea Legislativa. Ni siquiera cuando Fernández hizo alusión a la construcción de un gasoducto de 1000 kilómetros que llevará el nombre de Néstor Kirchner.
Otro gesto se vio en la oposición, en el momento que el Presidente pidió que se investigue al ex gobierno de Mauricio Macri por haber tomado una enorme deuda con el FMI. En ese instante todos los legisladores del bloque del PRO decidieron levantarse de sus bancas y retirarse del recinto en señal de repudio.
“Quiero dejar constancia que este acuerdo no releva al poder judicial de avanzar en esta investigación. los argentinos tienen el derecho saber como ocurriendo los hechos y quienes fueron los responsables de tanto desatino”, sostuvo Fernández. Los legisladores del PRO salieron eyectados de sus bancas.
Un gesto más a tener en cuenta es la ausencia de los dos principales exponentes de La Cámpora en el Congreso. El ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, se encuentra en una gira por Europa que comenzó ayer. Máximo Kirchner, que renunció a la presidencia de la bancada oficialista en Diputados, se quedó en el sur.
Desde su entorno esgrimieron cuestiones familiares por su faltazo. Esa ausencia es un nuevo mensaje hacia la interna del Frente de Todos, como lo son los gestos adustos de Cristina Kirchner, quién suele decir con sus expresiones y movimientos tanto como con sus palabras.
En el comienzo de la sesión la Vicepresidenta le marcó a Fernández que pida el minuto de silencio por las víctimas de la guerra. Antes de que el Presidente ingresara en el recinto varios legisladores le reclamaron a los gritos que se haga el minuto de silencio. Uno de ellos fue el presidente del bloque radical, Mario Negri. Cristina solo los miró.
El único momento en que Cristina Kirchner esbozó una sonrisa durante la apertura de sesiones (Charly Diaz Azcue / Comunicación Senado)
Cuando Fernández entró al recinto y se acomodó, la Vicepresidenta le dijo una frase que se escuchó en los micrófonos que tenía cerca: “Ahora pedí el minuto de silencio”. Entonces, el primer mandatario avanzó y solicitó el silencio como señal de respeto a los muertos generados por la invasión de Rusia a Ucrania la semana pasada.
Durante toda la sesión Cristina Kirchner mantuvo su gesto adusto. Esbozó una pequeña sonrisa cuando los legisladores del PRO se retiraron del recinto. Solo eso. Estuvo inmutable y seria. Sin miradas cómplices ni respaldos públicos visibles.
La Vicepresidenta aprobó con una pequeña inclinación de su cabeza el mensaje de Fernández en el momento que dijo que, desde el retorno a la democracia, la oposición había dejado sin Presupuesto al gobierno de Cristina Kirchner en el 2010 y al suyo en diciembre del año pasado.
Una vez concluida la sesión, lo acompañó al Presidente hasta la puerta del Congreso, donde tuvo lugar un breve diálogo antes de la despedida que Infobae reconstruyó:.
El momento del pequeño diálogo entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández en la puerta del Congreso (Gustavo Gavotti)
- ¿Cuándo volvés?, le preguntó Fernández.
- Me voy hoy y vuelvo el jueves, le dijo la Vicepresidenta, un instante después de confirmarle que se iba dentro de una hora.
Luego se dieron un beso y se despidieron. El Presidente le dio un abrazo a Massa, bajó las escaleras y se subió al auto presidencial.
Según aseguran en el Gobierno, la relación entre ambos, en este momento de tensión en la coalición, es relativamente buena. Mañana puede cambiar.
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