01 MAR | 17:57

Que dijeron con sus gestos Alberto Fernández y Cristina Kirchner

El mandatario abrió las sesiones ordinarias ante la Asamblea Legislativa. Infobae dialogó con expertos en comunicación verbal y no verbal para analizar las palabras y la gestualidad del Presidente y la vicepresidenta.
En su tercer discurso en el Congreso de la Nación, el presidente Alberto Fernández abrió este martes el período 140 de sesiones ordinarias legislativas, con un discurso que duró una hora y media.
 
 
Con una puntualidad rigurosa y luciendo un impecable traje azul y barbijo blanco con la bandera argentina, el presidente Fernández llegó al palacio legislativo a las 11.50 y previo al recibimiento del jefe de los Granaderos en la escalinata principal, saludó a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y al diputado Sergio Massa.
 
 
Luego saludó a quienes estaban en el pasillo principal hasta el lugar donde debió firmar las actas, para después sí ingresar al recinto legislativo, sentarse y comenzar su discurso.
 
 
“Cristina le estrechó ambas manos al Presidente cuando llegó al Congreso en un saludo frío y distante. Antes de comenzar a caminar, ella se da vuelta y parece recordarle que se quite el barbijo, ya que Alberto lo hace inmediatamente. Luego él camina por detrás de Cristina. Puede ser por cortesía, pero podría haber caminado a su lado ya que es el primer mandatario”, analizó a Infobae Marcelo Sola especialista en comunicación no verbal.
 
 
“Alberto, se lo ve contento y distendido al saludar, pero luego se pone nervioso en el momento de la firma de actas y luego al ingreso del recinto también nervioso y más rígido. Alberto estaba muy cuidadoso al hablar al principio. Y se notó el nerviosismo del ambiente cuando algunos legisladores le pedían un minuto de silencio por las víctimas fatales del coronavirus y de la invasión de Rusia a Ucrania”, precisó Sola, que es director de la consultora HCC Integral.
 
 
Y agregó: “Cuando habló del tema del endeudamiento con el FMI, el presidente elevó la voz y se mostró más tenso. Como enojado, con un rostro adusto. También quiso poner un tono firme cuando dijo que en Argentina se habían terminado los tarifazos. Siempre se lo notó tenso y nervioso. Luego de la ida de Juntos por el Cambio del reciento, las equivocaciones disminuyeron. No se trabó tanto. Estaba más tranquilo a la hora de comunicarse. Entró en una zona de confort con más seguridad para terminar su discurso”.
 
 
Según la doctora en Lingüística Silvia Ramírez Gelbes, de todo el discurso, el gesto más destacado es el abandono del recinto por parte de legisladoras y legisladores del PRO en el momento en que el presidente habló de la judicialización de la toma de deuda por parte del gobierno anterior. Y la ausencia, tan comentada, de quien fuera presidente del bloque del FDT hasta hace poco, Máximo Kirchner. A esto debe sumarse la exposición de la bandera de Ucrania por parte de muchos representantes de la oposición.
 
 
“Pero hay otro dato que me parece destacable: la inexpresividad casi permanente tanto de la vicepresidenta como del presidente de la Cámara de Diputados, quienes flanquearon al presidente en este escenario. A lo sumo, y casi como en un gesto automático, ambos pispeaban por momentos las hojas en las que estaba escrito el discurso. En pocos casos, Cristina Fernández hizo un gesto de asentimiento con la cabeza, como cuando el presidente habló de nuestra soberanía sobre Malvinas. Del mismo modo, esbozó una sonrisa condescendiente en algunas pocas oportunidades, como cuando Alberto Fernández dijo que su gobierno ha disminuido la pobreza”, precisó Ramírez Gelbes.
 
 
Y agregó: “En cuanto a Sergio Massa, se mantuvo serio e inexpresivo en buena parte del discurso, a excepción de algunos breves momentos. Por ejemplo, cuando el presidente les agradeció a las Cámaras la aprobación de la Ley de Economía del Conocimiento, Massa esbozó una media sonrisa de satisfacción”.
 
 
“Con todo, es importante señalar que la cámara de la cadena nacional se mantuvo casi todo el tiempo enfocada en el presidente mientras leía. No sabemos, por eso, si hubo gestos particulares que se dieron fuera de cámara, aunque parece un poco improbable, dado el tono en cierta medida monótono del discurso en general. Finalmente, puede señalarse, desde una perspectiva semiótica si se quiere, que ciertos grupos se mostraban con barbijo (los miembros de la Corte Suprema, los ministros y ministras) y otros, no (algunos gobernadores, como Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta, o la mayoría de las bancadas)”, afirmó Gelbes.
 
 
?Alan Crawley, Psicólogo, investigador y Especialista en Comunicación No Verbal explicó a Infobae: “Mucho se ha hablado de la relación entre Alberto y Cristina, y eso no es ningún azar. Hubo al menos 4 instancias en las que se evidenciaron asimetrías de poder interpersonal entre el presidente y la vicepresidenta antes de que Alberto pronunciará palabra alguna ante la cámara, y el lector se imaginára, quien exhibió mayor poder no fue el actual presidente”.?
 
 
?”Inicialmente, mientras Alberto subía las escaleras del palacio del congreso hacia Cristina, la miró brevemente a sus ojos y luego bajó la cabeza y la mirada durante casi 7 segundos. Cuando dos personas se aproximan, por lo general, la que primera interrumpe el contacto visual es la que menor poder o dominancia tiene en esa relación. El segundo indicador fue que Cristina extendió ambas manos hacia adelante para indicar el tipo de saludo que ella prefería, en cambio, con el resto de la comitiva de recepción fue él quien marcó el saludo apropiado: apretón, beso o abrazo, según su preferencia. Esta es una prerrogativa de quien dispone mayor estatus. En tercer lugar, Alberto con lapicera en mano a punto de escribir en el segundo libro abruptamente se interrumpió y cedió el bolígrafo a Cristina para que ella pudiera firmar primero, lo que si bien podría considerarse un gesto amable, también puede interpretarse como un acto servicial a quien dispone mayor poder. Cuarto, al concluir el saludo respetuoso ante la constitución, fue Alberto quien realizó un abrazo con palmada en el brazo derecho de Cristina en un gesto de afecto, pero no se evidenció una respuesta corporal de aceptación más que una simple sonrisa. Luego, Cristina se diferenció del resto de los presentes, sentándose inmediatamente al ingresar a la cámara, mientras el resto de los presentes permanecían parados. Y además, evitó deliberadamente aplaudir a su colega. Las diferencias de estatus emergen en cada relación, y entre Alberto y Cristina, también.”, analizó Crawley. ?
 
 
Cristina evidenció frialdad y pocas miradas con su compañero de fórmula presidencial (Juan Ignacio Roncoroni/Pool via REUTERS)
 
 
Para Sola, Cristina estuvo cuidadosa, seria y distante durante todo el discurso de Fernández. “A Cristina la vi cuidadosa, poco comunicativa con Fernández. No hubo mirada de ningún estilo. Su expresión corporal desde el principio fue la de estar esperando que la saludaran”, comentó y también analizó la actitud del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof: “Me llamó mucho la atención Axel Kicillof. Lo vi ausente, como distante. No lo ví nunca comprometido con la comunicación visual. Mirando hacia abajo o a otro lado, o usando el celular”.
 
 
“A Massa se lo vio siempre igual. Frío, rígido. Muy cuidadoso en los gestos y en el acto discursivo del otro. No gesticula. Tiene una rigidez corporal permanente y se lo notó muy estructurado. Solo al final del discurso hizo el gesto del V para saludar a los legisladores”, destacó Sola.
 
infobae.com

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