... que sufrieron los alumnos durante la pandemia. Mañana se discutirá la medida a nivel nacional.
Roberto Baradel lidera el rechazo gremial a la extensión del horario de las escuelas (Gustavo Gavotti)
Tras el anuncio del gobierno nacional, el principal gremio docente, CTERA, se manifestó en contra de la hora extra en las escuelas primarias. A horas de que se discuta la medida en el Consejo Federal de Educación, especialistas apoyaron la propuesta de sumar una hora de clase por día y repudiaron los dichos del sindicato que conducen Sonia Alesso y Roberto Baradel.
“Un tema tan importante y trascendente hay que trabajarlo seriamente primero con los ministros de Educación y después con los representantes docentes. Queremos que se cumpla la ley de que todas las escuelas del país vayan hacia una jornada extendida o completa, pero no estamos de acuerdo en sumar carga horaria a los docentes sin previa consulta. Todavía no conocemos en profundidad el proyecto”, dijo Baradel en diálogo con Radio con Vos.
Pocas horas antes, los dirigentes de CTERA, el gremio docente mayoritario a nivel nacional, habían sido los primeros en manifestarse en contra de la hora extra en primaria. “Planteamos el rechazo de toda modificación del sistema educativo que vulnere los derechos laborales, implique una sobrecarga en el trabajo docente y no esté orientada hacia la cualificación del sistema educativo”, señalaron en un comunicado.
El gremio exigió una “urgente convocatoria” a la paritaria nacional docente para discutir la extensión de la jornada y pidió que el dinero presupuestado para la reforma se destine a infraestructura en lugar de a la hora extra de trabajo docente.
La propuesta que elaboró el ministro Jaime Perczyk que será puesta en discusión mañana en Consejo Federal despertó rechazo de los gremios, pero también cierta de adhesión de especialistas, incluso algunos lejanos al gobierno nacional.
Al respecto, Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación durante la presidencia de Mauricio Macri, expresó: “El hecho de incorporar una hora en la jornada de cada una de las escuelas de nuestro país es una muy buena idea del Ministerio de Educación Nacional. Ahora bien, eso debe ser correctamente implementado al llegar a las provincias. Esa hora tiene que tener contenido real, tiene que estar articulada, planificada y no consistir en ese tipo de anuncios vacíos”.
Finocchiaro también repudió la reacción de Baradel pocas horas después de conocerse el anuncio. “Tantos años de cterismo educativo en la Argentina le han hecho creer a muchos, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, que el sistema educativo argentino es, básicamente, un sistema gremial. Para tener futuro como país hay que salir de esa lógica. El objetivo prioritario debe ser el aprendizaje de los alumnos y no otra cosa. Por supuesto, las provincias van a tener que ajustar con los sindicatos correspondientes las cuestiones vinculadas a las condiciones laborales y lo salarial, pero no hay que negociar con ellos el rumbo de las políticas públicas educativas. A ese rumbo lo decide el Estado argentino”, planteó.
En la misma línea, el profesor Gustavo Zorzoli, ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, consideró “promisoria” la propuesta de sumar una hora y que el tema se instale en la agenda pública, aunque advirtió que su implementación traerá inconvenientes. “Cambia las condiciones laborales de los docentes, la rutina cotidiana de las familias y sobre todo la de los estudiantes. Debido a la falta de infraestructura en la mayoría de las jurisdicciones, la única alternativa es adelantar el inicio de las clases o llevarla a los sábados”.
Para implementar una medida que trastoca ciertas rutinas escolares, Perczyk planteó tres alternativas que luego deberán definir las provincias en caso de aprobarse:
-Sumar una hora extra por día y adelantar el ingreso de los chicos a la escuela. Es decir, que el turno mañana pase de 7:00 a 12:00 o de 7.30 a 12.30 y el turno tarde lo haga de 13:00 a 18:00 o de 13:15 a 18:15 horas.
-Sumar una hora extra por día y retrasar la salida de los chicos. Aquí la dificultad se presenta en que los turnos se superpondrían.
-Mantener las cuatro horas de clase por día en la semana y sumar una jornada los sábados.
Sobre la reacción del gremio que conduce Baradel, Zorzoli dijo que “no hace más que confirmar su intención de sostener un status quo” que derivó en una profunda crisis educativa. “Para remontar esta situación todos los miembros de las comunidades educativas tendremos que hacer un gran esfuerzo y deberíamos ser las y los docentes quienes lideremos el cambio necesario”, agregó.
Por su parte, Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO, dio su mirada: “Por supuesto que más tiempo en la escuela es deseable, pero lo que importa es tener claro que más tiempo no necesariamente va a generar mejores aprendizajes. La prueba de ello es que nuestros chicos pasan 6 o 7 años en primaria y un porcentaje importante termina sin saber leer y escribir adecuadamente. El tiempo no garantiza el aprendizaje, sino un proyecto, un programa, una metodología. Apoyo que haya una hora más pero junto con una revisión de qué y cómo estamos enseñando”.
La especialista no se sorprendió con el comunicado de CTERA. “Los sindicatos siempre se oponen y en este caso sin duda esto va a requerir más esfuerzo de los docentes. Nación ha planteado que va a poner más recursos para pagar el tiempo adicional. Entonces no queda claro por qué los sindicatos se oponen”, señaló en referencia a los 18 mil millones de pesos que pondría el gobierno nacional para afrontar las subas salariales de los docentes por la hora adicional.
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