En este momento hay 39.266 casos activos en el país. Se trata de personas que fueron diagnosticadas con la enfermedad y aún no fueron dadas de alta en el sistema nacional. En tanto, el total de recuperados asciende a 8.885.072.
El país se encuentra transitando una situación epidemiológica favorable con 11 semanas consecutivas de descenso de infectados por COVID-19 y con avances en la estrategia de vacunación, que cuenta con niveles de cobertura del 89,4% en población general con primera dosis, y del 80,5% con esquemas completos.
Según la última actualización del Monitor Público de Vacunación, Argentina aplicó 97.359.860 dosis, de las cuales 40.659.677 corresponden al esquema iniciado y 37.082.226 al esquema completo. En tanto, ya se colocaron 3.027.474 dosis adicionales y 16.590.483 dosis de refuerzo.
En este marco, el porcentaje de habitantes que recibieron al menos una dosis es del 89,4% y las estadísticas de quienes tienen el esquema completo ascienden al 80,5 por ciento. Argentina es el país N°22 con mejores índices de vacunación, y el cuarto mejor sudamericano por detrás de Chile, Perú y Ecuador.
“Aunque no parezca hoy, gracias a las vacunas, se está marchando a la fase endémica, la fase en la que el virus existirá, habrá contagios, pero no pondrá nuestras vidas patas para arriba”, expresó el doctor Ernesto Resnik científico, biólogo molecular, inmunólogo y biotecnólogo residente en Minnesota, Estados Unidos.
“En este momento de la pandemia es cuando se encuentran coexistiendo el pasado, el presente y el futuro: la ola de infecciones, las variantes y las vacunas que funcionan y el COVID endémico en el horizonte. Pero no estamos ni en el pasado ni en el futuro. El presente es complejo pero esperanzador”, aseguró.
En el mismo tono y la misma línea optimista, se manifestó el doctor Osvaldo Teglia, Profesor Adjunto a cargo de Enfermedades Infecciosas, de la Facultad de Ciencias Biomédicas, de la Universidad Austral. “Si bien es imposible predecir los próximos movimientos del SARS CoV2, destacados expertos aseveran que el virus se transformará en uno más, como el del resfriado común; otros postulan que se mantendrá amenazante, tipo influenza. Las fuerzas que impulsan los cambios antigénicos tendrán la última palabra conforme se fortalezcan o se detengan”.
“Confiando en una evolución viral optimista varios y renombrados científicos han opinado en Nature del siguiente modo: ´El virus no quiere poner a alguien en la cama y enfermarlo lo suficiente como para que no se encuentre con otras personas. El SARS CoV-2 evolucionará para mantener las infecciones durante un período de tiempo más largo, aumentando la cantidad de nuevos huéspedes expuestos. Si mantiene su bajo perfil, el SARS-CoV-2 podría garantizar su propagación continua y una parte de la población no vacunada estar contribuyendo con los planes del virus´”, afirmó el especialista.
Por su parte, también reflexionó sobre la coyuntura del coronavirus el médico infectólogo, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, Ricardo Teijeiro. Coincidió con la lectura de que en el país se vive el último recorrido de la tercera ola: “Están disminuyendo fuertemente las infecciones, salvo en algunos países. En nuestra región observamos una fuerte disminución de la circulación del virus desde hace varias semanas.
“El virus es probable que siga circulando. Hay que ver si se queda como una enfermedad endémica o si hace rebrotes anuales como hace la gripe. Ello lo consignaría que la vacuna quede en el Calendario Nacional de Vacunación, pero seguramente solo a grupos de riesgo, no a toda la población. Igualmente, tenemos que destacar que nuevas olas no traen mayores complicaciones a la salud porque son procesos de enfermedades respiratorias altas donde no tenemos grandes riesgos sanitarios con muchas personas que no se internan o mueren. Esto gracias a la amplia vacunación que tenemos, que llega a más del 80% con dos dosis y también a la gran cantidad de infectados, lo cuales tienen inmunidad natural por un tiempo por haberse contagiado el virus”, afirmó el infectólogo del Hospital Pirovano.