El discurso de Cristina Kirchner en la asamblea de la EuroLat provocó malestar dentro de un grupo de parlamentarios europeos. En un comunicado, expresaron su “malestar” por el “borchornoso espectáculo” de la representante del Senado argentino. Se debe a que durante su discurso, la vicepresidenta lanzó fuertes críticas al Poder Judicial, a empresarios y mensajes a la interna que vive con Alberto Fernández, por lo que consideraron que la inauguración institucional fue utilizada con una “finalidad partidista”.
La carta fue dirigida a Javi López, copresidente del componente europeo de EuroLat, y firmada por Leopoldo López Gil (coordinador), José Manuel García Margallo (vicepresidente de EuroLat), Herber Dorfmann, Krystof Herman, Andreas Schwab, Isabel Benjumea, Jens Gieseke, Jörgen Warborn y Gabriel Maro. Todos integran el Grupo del Partido Popular Europeo (Grupo PPE), un espacio que de autodefine como de “centro-derecha” que busca “crear una Europa más competitiva y democrática, donde la gente pueda disfrutar de la vida que elija”.
La carta del Grupo del Partido Popular Europeo (Grupo PPE)
“Queremos trasladarle nuestro profundo malestar tras el bochornoso espectáculo que se ha producido durante la sesión inaugural de la sesión plenaria de la Asamblea”, iniciaron la carta dirigida a Javi López. Además, expresaron que un acto solemne e institucional “no puede ser instrumentalizado ni utilizado con la finalidad partidista por la que ha transcurrido el acto celebrado hoy, más propio de un mitin político que el de un parlamento democrático legislativo”.
En ese sentido, le solicitaron a López que haga llegar al componente latinoamericano y al Senado argentino su “más profunda protesta por la situación acaecida que dista mucho de lo que ha de ser un acto protocolario” y agregaron: “Supone de falta de adecuación a la cortesía parlamentaria y al respeto institucional a la dignidad de la función parlamentaria”.
Cristina Kirchner fue convocada al evento parlamentario en su condición de presidenta del Senado, organismo que se encargó de la organización de la asamblea en Argentina. El lugar elegido no fue casual: el Centro Cultural Kirchner (CCK), que ella misma inauguró en 2015, el último año de su segundo mandato presidencial.
El clima en el auditorio era solemne y cauto, hasta que la vicepresidenta ingresó al escenario: todo el público se puso de pie y aplaudió. “Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación”, comenzaron a corear desde la segunda bandeja. Buena parte del teatro se plegó al unísono y alzaba los dedos con la V de la victoria. La vicepresidenta saludaba con su mano derecha y sonreía. La titular del Senado estuvo acompañada en el escenario por Javi López y por Óscar Pérez Pinedo, copresidente por la parte latina.
El discurso de Cristina Kirchner duró poco más de media hora. La titular del Senado comenzó interpelando a los parlamentarios para pedir un “rediseño institucional” para regular al capitalismo y “evitar desigualdades”. Desde las butacas, se oían aplausos y ovaciones constantemente ante frases de la ex jefa de Estado. Cuando lanzó que “el bastón y la banda presidencial no significa que tengas el poder”, el auditorio se puso de pie.
Otro de los tramos que motivó la ovación de la militancia fue cuando se refirió al conflicto por las Islas Malvinas. La Vicepresidenta exigió que se cumpla el derecho internacional y las resoluciones de la ONU. En ese eje, cuestionó el “doble estándar” de las potencias mundiales con poder de veto en el Consejo de Seguridad se Naciones Unidas. “Repudian algunas guerras que les convienen (en referencia a la invasión a Ucrania) y otras no”, lanzó y el auditorio la aplaudió durante 10 segundos.
Fernando Straface, secretario general del Gobierno porteño, planteó que los dichos de CFK sobre quién manda en la política interna generan dudas sobre la postura de Argentina respecto a la invasión rusa a Ucrania.
“Hasta hace unos días el Estado argentino había dado una señal inequívoca al condenar en la Asamblea General y votar la suspensión de Rusia del Consejo de DDHH, pero hoy la vicepresidenta evitó condenar explícitamente a Rusia”, señaló.
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