Es el baluarte más importante que tiene una República, donde se defienden los derechos y las libertades de las personas”, agregó
El ministro de la Corte Suprema encabezó una conferencia virtual sobre políticas de Estado en el Poder Judicial
Jueces y camaristas de diversos puntos del país, participaron hoy de la conferencia “Una década de políticas de Estado en el Poder Judicial: los nuevos desafíos”, la cual fue encabezada por el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Ricardo Lorenzetti y transmitida en vivo por Infobae. Los magistrados abordaron las problemáticas más importantes que enfrenta la institución de cara al futuro y analizaron las estrategias para la gestión exitosa de un tribunal. En ese contexto, Lorenzetti aseguró que “los poderes judiciales deben perseguir el prestigio y no la popularidad”, dado que “el populismo judicial no beneficia a nadie”.
A modo introductorio, el miembro del Máximo Tribunal comentó que la Comisión Nacional de Gestión se creó en 2007 y que esta serie de charlas, en las que jueces de distintas instancias comparten sus experiencias en relación a la administración del Poder Judicial, fueron pensadas para transformar al Poder Judicial en un servicio para la comunidad.
A continuación le cedió la palabra al Dr. Sebastián Casanello, juez titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°7. Casanello comenzó su disertación explicando que el eje de la justicia penal federal se ha transformado en lo que es la investigación y el juzgamiento del crimen organizado, como el narcotráfico, la trata de personas, corrupción, lavado de activos y delitos ambientales. “La criminalidad organizada tiene características propias: es sofisticada, compleja, racional y eficiente. Busca resultados muy concretos, se moderniza y usa contadores, abogados, expertos en finanzas, gente formada. Esto complejiza el fenómeno en general”, detalló. “Gestionar implica planificar, organizar, controlar, pero sobre todo tener una mirada sistémica: uno no puede pensar en resultados si no comprende la totalidad del sistema”, subrayó el magistrado.
Asimismo, Casanello aseguró que “la pandemia ha ayudado a mejorar prácticas porque ha hecho algunos cambios más rápidos, como la digitalización”. Y en ese sentido, Lorenzetti recalcó que “estamos viendo los resultados de 15 años de trabajo”. “Se empezó con una política de armar una infraestructura tecnológica en la justicia federal, una estructura comunicacional como es el Centro de Información Judicial, a cargo de la Dra. Bourdin, y celebrar convenios con muchas organizaciones como la AFIP, la UIF, los bancos y entidades extranjeras. Toda esa estructura que se fue creando hoy permite enfocarse en la lucha contra el crimen organizado”, aseveró.
A continuación tomó la palabra el Dr. Ariel Coll, juez del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Formosa y miembro de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales. Centró su exposición en la importancia de la gestión judicial “como un conjunto de elementos que busca una mejora continua en el trabajo de los magistrados, para que estos puedan hacer lo que están llamados a hacer: dictar sentencias y resolver conflictos judiciales”. En ese sentido, explicó que en los últimos años los poderes judiciales provinciales vienen realizando una serie de transformaciones en materia tecnológica y de gestión, como la incorporación de software de gestión administrativa, software de gestión jurisdiccional, firma digital, software de notificaciones electrónicas, expedientes digitales, asignación electrónica de turnos para asistencia a tribunales, mesas de entradas virtuales y salas de audiencia con sistemas de grabación continua. “Son cambios que vienen dándose desde hace más o menos 15 años, que implicó realmente un cambio cultural para muchos jueces y juezas, sobre todo para poder delegar el manejo de la agenda judicial que era algo tan celosamente defendido por nosotros”, completó.
el Dr. Lorenzetti encabezó la conferencia
Seguidamente tomó la palabra la Dra. Claudia Sbdar, jueza de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, quien marcó el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, como un punto de inflexión en el que apareció el interrogante de cómo responder con el servicio de justicia de manera eficiente en un contexto incierto. En este escenario destacó dos hechos determinantes que tuvieron un impacto inmediato y tangible: la implementación del nuevo Código Procesal Penal y el expediente digital. Siguiendo esta línea, contó que desde 2010 la Corte de Tucumán encaró un proceso irreversible de digitalización, con un software propio de administración de expedientes. “La despapelización no es la única virtud, ya que además es una medida que viene agilizando la tramitación de los expedientes’', destacó.
Por su parte, el Dr. Domingo Sesín, juez del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, expresó que “en estos últimos años, tanto en nuestro país como en el extranjero, se pone al juez dentro del debate social, político y filosófico”. “Esto es importante en algunos aspectos, porque al juez se le ha dotado de mayor poder para garantizar nuevos derechos y libertades, pero ha traído un precio o un inconveniente que es la exagerada judicialización de los tribunales con presupuestos escasos. He allí que motiva la imaginación creativa para buscar los cambios que hacen la gestión”, aseguró.
Hacia el final Lorenzetti resaltó que, a diferencia de lo que ocurre en otros poderes del Estado donde la políticas públicas cambian año a año, el Poder Judicial tiene una política de Estado tratando de mejorar la gestión hace 15 años. El problema con el que se encuentra hoy el Poder Judicial es que la demanda ha crecido más que la oferta. “Por eso hace falta más presupuesto, más jueces y juezas y modos alternativos para que no todos los conflictos terminen en juicios. Y hace falta que entendamos que los poderes judiciales solucionan algunos conflictos, pero no todos los temas de justicia son juicios”, enfatizó.
Finalmente, y a modo de cierre, Lorenzetti sostuvo: “Los poderes judiciales no deben perseguir la buena imagen, porque fallar de acuerdo a la buena imagen del momento, resolver de acuerdo a lo que dan las encuestas o inclinarse por un sector circunstancialmente porque así uno queda bien frente a la comunidad, es lo que no deben hacer los poderes judiciales. Los poderes judiciales deben perseguir el prestigio y no la popularidad; el populismo judicial no beneficia a nadie”. En este sentido, concluyó el magistrado, “el Poder Judicial es el baluarte más importante que tiene una República, donde se dice la última palabra, donde se defienden los derechos y las libertades de las personas”.
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