Patricia Bullrich corrige el comunicado de JxC, rodeada por Gerardo Morales, Maximiliano Ferraro y otros dirigentes
“Estás equivocada, no comparto tu reacción. Hay mayorías en un cuerpo colegiado como Juntos por el Cambio y tenés que aceptarlas”, le dijo Gerardo Morales a Patricia Bullrich. “No, los equivocados son ustedes. Me hicieron una cama. Las decisiones tenemos que tomarlas entre todos, no un grupito”, le contestó ella. El diálogo fue breve y áspero. Coincidieron anoche durante pocos minutos en la puerta de un canal de televisión. Todo terminó con una frase sin mucha convicción: “Ya lo vamos a hablar”.
Fue el único chisporroteo de las últimas horas entre algunos de los protagonistas de la nueva e inesperada crisis de Juntos por el Cambio, luego de que Patricia Bullrich pateó el tablero por el rechazo de sus socios políticos a un acuerdo con Javier Milei y por la forma en que fue decidido.
Desde esa dura reacción de la presidenta del PRO que volvió a encender la mecha de las peleas en JxC, hubo algunos llamados para hacer catarsis, muchos mensajes de WhatsApp y demasiadas certezas de que se cruzaron límites muy riesgosos para la propia supervivencia de la coalición opositora.
Ahora, hay dirigentes que proponen no hablar más del tema y seguir adelante con la agenda de reuniones sectoriales acordada el miércoles pasado por la Mesa Nacional de JxC. Otros, en cambio, creen que deben discutirlo en el próximo encuentro de sus máximos referentes, dentro de 15 días.
Aun así, hubo gestos de buena voluntad que pasaron casi inadvertidos: en su charla ante empresarios del Foro Llao Llao, en San Carlos de Bariloche, Horacio Rodríguez Larreta ensalzó la tarea del PRO en los últimos años y elogió a dirigentes como Patricia Bullrich, la misma líder que en la intimidad lo acusa de haberle hecho “una cama” junto con Gerardo Morales y Elisa Carrió para imponer un tema que estaba fuera de agenda en JxC y así cerrarle el paso a Javier Milei.
Antes del encuentro de Juntos por el Cambio del miércoles pasado, Rodríguez Larreta, Morales y Carrió se contactaron para coordinar una estrategia común: los tres eran partidarios de rechazar un acuerdo electoral con el diputado libertario y temían que esa idea fuera impulsada por Bullrich y Mauricio Macri, que vienen coqueteando con Milei y los sectores liberales desde hace meses.
En la intimidad, ambos niegan ser promotores de una alianza semejante. El ex presidente reconoce su afinidad con el pensamiento liberal, pero asocia a Milei con la anarquía. La jefa del PRO cree que no es momento para debatir ese acuerdo político y que hay que dejar una puerta abierta a una fuerza que puede aportar un triunfo en caso de que haya ballotage en las elecciones de 2023. Y los dos coinciden que hoy es una cuestión abstracta porque el líder libertario no quiere sumarse a JxC.
Macri y Bullrich hablaron por teléfono este jueves por la mañana, luego de que la ex ministra de Seguridad pateara el tablero al considerar un error lo resuelto sobre Milei y advertir que “las decisiones (en Juntos por el Cambio) tienen que ser más abiertas y más democráticas, no impulsivas”.
Según allegados a Bullrich, Macri estuvo de acuerdo con ella, aunque cuatro dirigentes que estuvieron en la reunión de JxC confirmaron a Infobae que fue el el ex presidente quien, luego de que Rodríguez Larreta planteó indirectamente el dilema libertario, dijo: “¿Por qué vamos a hablar sobre un acuerdo con Milei si él no tiene interés en sumarse y nosotros tampoco queremos sumarlo a él?”. Incluso, Macri propuso que el documento final dijera “somos el cambio sin anarquía” para despegarse del diputado de La Libertad Avanza y asimilar su figura a un concepto negativo.
Lo cierto es que Macri y Bullrich llegaron tarde al Instituto Hanna Arendt, donde se reunió la Mesa Nacional de JxC, cuando ya había avanzado la discusión sobre el punto del “manual de buenas prácticas” de la coalición que, como una forma indirecta de rechazar a Milei, sostiene: “Para la ampliación de JxC deberá haber unanimidad de los partidos que conforman la alianza”. Se sabe que la alianza con el líder libertario es resistida por el larretismo, la UCR y la Coalición Cívica.
Ese fue el momento en el que, ya con Macri presente y en ausencia de Bullrich, el jefe de Gobierno dijo que “este tema tiene nombre y apellido”. Todos sabían exactamente de quién hablaba. Por eso el ex presidente tomó la palabra y propuso dar por terminado el debate sobre la alianza con Milei ante la falta de interés recíproca en un acuerdo electoral.
La titular del PRO, que venía de almorzar con un grupo de empresarios, llegó al encuentro diez minutos antes de que finalizara, con la decisión tomada -y alentada por Larreta, Morales y Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica). Pidió intervenir en el debate, pero el jefe de la UCR le dijo que estaba “cerrado”. Sólo alcanzó a sentarse ante una notebook para corregir el borrador del comunicado, redactado por asesores del jefe de Gobierno, el radicalismo y la Coalición Cívica. Cerca de ella y del puñado de dirigentes que la rodeaban, algunos escucharon cómo Bullrich se quejaba: “No pongamos esto”. Aún así, todo terminó entre sonrisas.
Sin embargo, el comunicado final tenía las menciones explícitas a Milei y la referencia a la anarquía, dos de las objeciones de Bullrich. Curiosamente, la ex ministra de Seguridad no explicitó sus críticas ante el periodismo cuando salió del lugar. Sus colaboradores aseguran que se quedó pensando en lo sucedido y “se fue dando manija” con el correr de las horas acerca de cómo le “impusieron” una decisión que no estaba en agenda.
Por eso a la noche les envió un duro mensaje a sus socios de la coalición en el que consideró que “la decisión de ayer de nombrar a Milei en un comunicado de JxC es un error total” y que “la metodología no fue transparente”. Sus rivales internos aseguran que ella estuvo corrigiendo el texto, por lo que no puede afirmar que no conocía su contenido y aseguraron que no planteó sus reparos ante todos.
La controversia está planteada y va a crecer. Por las dudas, Bullrich suspendió un almuerzo previsto para el lunes próximo de la conducción nacional del PRO y lo pasó para el 9 de mayo. Pero lo que no se podrá evitar son otras repercusiones impensadas y detonantes de nuevas polémicas.
Por ejemplo, como la Mesa Nacional de JxC le cerró el paso a cualquier acuerdo electoral con los liberales en las provincias, el PRO del Chubut, encabezado por el senador nacional Ignacio Torres, le envió una nota a la presidenta del PRO, para que sea elevada a la conducción de Juntos por el Cambio, en la que plantea que la resolución tomada por la coalición es “una torpeza”.
Por un lado, porque considera que es un error “levantar a alguien que puede ser un eventual competidor”, como Milei. Por otro, porque les quita potenciales aliados para ganar las elecciones. En Chubut, el PRO apuesta para 2023 al apoyo del Partido Libertario y de Republicanos Unidos. Y en la carta a los dirigentes nacionales advierte que desobedecerá el veto dispuesto por JxC.
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