...la entrada a su negocio en Resistencia con 30 camiones y 90 manifestantes
Volvió el bloqueo sindical en la empresa Morante en el Chaco
Hace tres semanas, Matías Morante tuvo bloqueado durante quince días su local de venta de materiales de construcción en Resistencia, Chaco. El Sindicato de Camioneros le reclamaba el encuadramiento de 6 de sus 50 empleados y levantó la protesta el 12 de abril cuando el empresario denunció: “Nos están asfixiando”. En las últimas horas volvieron a bloquearlo, desafiando incluso una orden judicial de desalojo, y el dueño de la pyme dijo a Infobae que no aguanta más: “Ya paré todo y voy a cerrar la empresa. Me duele en el alma, intenté de todo, pero nadie nos dio una mano”.
Los activistas sindicales volvieron a bloquear este miércoles por la mañana el negocio de Morante en Resistencia, que se inauguró hace un mes con una inversión de 80 millones de pesos, y luego se fueron ante el desalojo ordenado por la Justicia, en medio de un fuerte operativo policial. Pero esta mañana la entrada al local fue bloqueada otra vez por una caravana de 30 camiones y unos 90 manifestantes del gremio. Por eso el empresario tomó la decisión de cerrar las puertas y mantener, por ahora, la otra sucursal, en el departamento San Martín, a 120 kilómetros de la capital provincial.
Quedarán en la calle 15 empleados entre los que trabajaban en el local y los choferes, y no se despejará el riesgo para el resto del personal. “No puedo seguir así -confesó-. Ayer escupieron a un empleado y lo amenazaron de muerte. En 15 años de laburo nunca imaginé esto. Tenía 1500 cosas previstas como empresario: que venga un gobierno que no nos ayude, que la economía se caiga, que el rubro no venda, pero jamás imaginé que un sindicato nos iba a fundir”.
Bloqueo de Camioneros en Resistencia, Chaco
Los problemas de Morante comenzaron a fines de marzo, cuando los activistas de Camioneros bloquearon el negocio de Resistencia y 15 días después hicieron lo mismo en el que está ubicado en el departamento San Martín. La protesta se debió a la negativa del empresario a la exigencia sindical de que pasara a 6 de sus 50 empleados al sindicato de Moyano. “Me amenazaron con quemarme los camiones, quemarme el negocio, cagarme a piñas y fundirme la empresa. No podemos seguir así, sin trabajar. Nos están asfixiando”, sostuvo en ese momento en diálogo con Infobae.
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