Solo el 11% de las personas que vive en barrios populares llega bien a fin de mes (REUTERS/Agustín Marcarian)
La situación económica, con la inflación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo como síntomas más visibles, continúa siendo la principal preocupación. En esa dirección, un estudio de la consultora Berensztein confirmó que la mitad de los argentinos de sectores populares no llega a fin de mes.
Según la encuesta, realizada entre mayores de 16 años de nivel socioeconómico bajo (D) y medio bajo (C3), en el AMBA y el interior del país, el 49% dice no llegar a fin de mes, el 37% que llega con lo justo y solo el 11% llega bien y puede ahorrar (2% NS/NC).
Esta situación, en la que solo 11 de cada 100 encuestados llegan bien a fin de mes, se da a pesar de que el 39% tiene un trabajo registrado, lo que pone de manifiesto el bajo poder adquisitivo de los salarios. “Confirma lo que vienen mostrando otros estudios: ser asalariado ya no implica un mínimo de bienestar, mucho menos pertenecer a la clase media”, se afirma dentro de las conclusiones del trabajo de la consultora.
El alcance de los ingresos en los sectores populares
En cuanto a la percepción de la vida cotidiana, 3 de cada 4 (75%) consideran que la situación económica del país está peor en comparación al año pasado y 2 de cada 3 (66%) cree que la situación económica el próximo año estará aún peor. Y esa mala sensación empeora aún más de cara al futuro: la mitad de los encuestados cree que sus hijos estarán en una peor situación económica; solo el 20% piensa que estarán mejor.
Con respecto al ámbito político, hay una valoración generalizada respecto a la clase dirigente: la mayoría opina que no cumplen lo que prometen, que no saben cuáles son las necesidades de la gente y que no escuchan.
En sumatoria y con vistas al próximo Gobierno, que asumirá a fines de 2023, el 89% sostiene que el nuevo Presidente debe “decir la verdad aunque sea dura” y el 85% considera que en los primeros 100 días deberá “plantear todo lo que quiere hacer”. Asimismo, el 77% está de acuerdo en que el próximo mandatario tendrá realizar cambios profundos rápido para que la situación no continúe empeorando. “Sin embargo, hay escepticismo respecto a la tolerancia que la sociedad tendría frente a los cambios”, se remarca desde la consultora Berensztein.
En tanto, el principal problema que debería solucionar el próximo Gobierno es, por amplia diferencia, la inflación (52%). En segundo lugar aparece la inseguridad (38%).
Inflación e inseguridad, las principales preocupaciones
La intención de voto para 2023
El 28% preferiría un Presidente de derecha moderada, el 19% uno de centro y el 13% uno de izquierda moderada. Al día de hoy, las opciones de extrema izquierda y extrema derecha son rechazadas. Más de la mitad (54%) asegura que nunca votaría a un candidato kirchnerista, mientras que ser de derecha, cumplir con el FMI o proponer bajar el gasto público no aparecen como impedimentos para ser votado.
El 39% desea que Juntos por el Cambio gane las próximas elecciones presidenciales y el Frente de Todos aparece detrás con el 23%. En esa dirección, lo que se desea coincide bastante con lo que se cree que sucederá: el 41% de los encuestados cree que va a ganar JxC, mientras que el 20% se inclina por el FDT. Solo el 10% de los votantes libertarios y el 4% de la izquierda desean que gane un candidato de JxC, pero el 27% y el 21% (respectivamente) creen que así sucederá.
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