...para sí mismo.
Cuando esa verdad cruza el cerco de entrada y comienza a ser compartida con la sociedad, ya deja de ser “La Verdad” y comienza a ser una verdad relativa.
Si tenemos dos largas veredas y en una de ellas profesantes cristianos y en la otra vereda paralela profesantes budistas, unos creerán como es lógico en las palabras de Jesús como las verdaderas y los otros en las palabras del Buda.
No podemos hablar de verdades absolutas, sino que debemos hablar de media verdad.
Nadie es el dueño absoluto de la verdad como tantos dicen y defienden, como tampoco la razón.
Pido perdón a mis amigos y compañeros peronistas, pero debo aclararles que la frase; “La única verdad es la realidad” que se la acreditan al General Juan D. Perón, en realidad la frase la escribió por primera vez en la historia Aristóteles en el año 322 A.C que escribió “La realidad es la única verdad”.
A Perón le gustó la frase y cambió mínimamente el orden de dos palabras,
que producen un cambio significativo en el sentido escrito por Aristóteles.
El absolutismo utiliza el apotegma despreocupadamente, buscando que se anule todo tipo de debate que pueda poner en duda la sentencia. Sin considerar que la verdad única como explicamos no existe y todo depende de dónde estés parado. Y hay tantas verdades sobre un mismo tema como habitantes afectados para bien o para mal, existan en el caso.
Los absolutistas se consideran dueños de la razón y la verdad, consideran que lo que él o ella piensa, es una verdad verdadera indiscutida, y: al no aceptar un pensamiento crítico que es cómo se crece, en el disenso, en el debate, confrontando pensamientos empíricos, de lo único que son dueños es de perderse la posibilidad de aprender y crecer en la diversidad.
Intentan pulverizar todo pensamiento contrario, atomizando y aglomerando.
Atomizando, se empeñan en aplastar al máximo el pensamiento crítico hasta que se convierta en polvo y que el viento haga lo que hace con el polvo y aglomerar; que significa comprimir el pensamiento hasta lograr un pensamiento uniforme de una sociedad dónde todos y la gran mayoría que pensaba distinto, comience a incorporar el pensamiento único.
El pensamiento único encandila a los absolutistas y los justifica en la creación del monoteísmo. Los que saben de todo y no necesitan a nadie. Verdaderas deidades humanas, que son consultadas sobre todo tema que atraviesa a una sociedad y son considerados o aceptado por ella, como los sabedores, los supremos. Eso conduce a una sociedad que deje de pensar.
Por lo general, los monoteístas, los absolutistas son mentes mediocres, que lejos de promover el crecimiento y desarrollo de la sociedad, individual y colectivamente, los opacan y sumergen en un deterioro difícil de subsanar. Se amparan en el yo protector, amparados en el yo protector.
Las sociedades y los individuos no crecen en una construcción monoteísta. Los resultados están a la vista. Nuestro país viene involucionando permanentemente. Caudillos, Pensadores Únicos. Ilustres iluminados, se han dado la cabeza contra la pared y por detrás la gente se apilaba en el muro.