...rudimentario de inglés, según informaron.
Asan Azad, el iraní detenido en Entre Ríos con documentación falsa, le dijo este martes a las autoridades que el régimen de Nicolás Maduro le negó la ciudadanía en 2016. Comenzó entonces un periplo que culminó con su aprensión el viernes pasado. Hoy no pudo declarar por problemas con la traducción.
Azad dio una primera versión de las peripecias que lo llevaron a ser detenido en Concepción del Uruguay el viernes 24 al querer comprar un pasaje a Concordia con un documento que no era el suyo.
Fue ante las autoridades de Migraciones que reportan a Florencia Carignano. La titular de la delegación local, María Alejandra Díaz, se apoyó en el intérprete Leonel Bracamonte para interrogar al detenido mientras estaba alojado en la Comisaría Primera a la espera de ser indagado por la Justicia.
Cabe recordar que el hombre apenas habla algunas palabras de español y se maneja en un inglés muy rudimentario. La comunicación más fluida se da en persa o farsi, el idioma oficial de Irán.
Ante Díaz y Bracamonte, dijo llamarse Asan Azad, haber nacido en Irán el 16 de mayo de 1994 y tener 28 años de edad. Sus padres son, según expuso, Azan Ramazan y Zara Rivan.
Azad viajó desde Teherán, la capital de Irán, hacia Venezuela en 2016, cuando tenía 22 años. El viaje, expresó, duró 12 días. Tras su arribo a tierras sudamericanas, intentó obtener la ciudadanía venezolana, pero las autoridades del gobierno bolivariano de Venezuela no se la otorgaron, según relató. No abundó en razones.
Por eso viajó a Ecuador, donde también tramitó la nacionalización. El procedimiento, afirmó, demoró mucho y entre idas y vueltas perdió toda su documentación personal. Antes había manifestado que no recordaba el número de su cédula de identidad ni el de su pasaporte, datos claves para comprobar su nacionalidad y constatar que es quién dice ser.
Sin documentos, afirmó haber pasado la frontera sur ecuatoriana y llegado a Perú. Luego continúo su descenso hasta arribar a Bolivia. De allí pasó caminando a la Argentina. Recorrió, según dijo, distintos lugares del norte de nuestro país y, finalmente, recaló en Concepción del Uruguay donde cayó detenido por uso de documento ajeno.
Identidad bajo sospecha
“Estamos caminando en el aire”. Así describió la situación el juez federal Pablo Seró, que tiene a su cargo la investigación contra Asan Azad por el delito de uso de documento ajeno.
El magistrado no está convencido de que el sujeto sea iraní y que Asan Azad sea su nombre. Todos los demás datos que aportó el detenido, por supuesto, también están bajo el mismo cono de dudas.
A poco de que la Policía de Entre Ríos detuviera en la terminal de Concepción a Azad, Seró ordenó a Gendarmería que realice un estudio biométrico para constatar su versión o, en todo caso, dilucidar de quién se trataba.
Durante la mañana del pasado sábado 25, se presentaron en la Comisaría Primera dos hombres de la Dirección de Inteligencia de Gendarmería con asiento en la ciudad de Buenos Aires: el Comandante Mayor Juan Rizutto y el sargento Ariel Vallejos. El detenido estaba alojado en esa unidad de la Policía de Entre Ríos por disposición de la Justicia Federal.
Rizutto y Vallejos, con instrumental Seek de tecnología estadounidense, procedieron a realizarle a Azad un estudio biométrico. Para eso le tomaron fotografías, huellas dactilares y el registro del iris del ojo.
Esas muestras obtenidas se cargaron a un sistema online donde se acumulan datos provistos por distintas fuerzas de seguridad a fin de cotejar si sobre esa persona existen registros o vinculaciones con organizaciones terroristas o si pesa sobre ella un pedido de captura y detención en otro país.
El esquema de respuesta del sistema puede insumir unas horas o varios días. En el caso, se está a la espera de que arroje resultados finales, ya que la primera búsqueda rápida fue negativa.
Asan Azad iba a ser nuevamente indagado esta tarde por el juez Seró. Pero un problema con el traductor obligó a una postergación de la audiencia hasta el miércoles.
Ayer se negó a declarar sobre el hecho que se imputa, pero el magistrado esperaba hoy tener más precisiones sobre otras circunstancias que rodean con misterio su llegada a Argentina. Tendrá que seguir esperando.
Dentro de las preguntas sin respuesta hasta ahora figuran por qué se fue de Irán, cómo logró atravesar los puestos fronterizos de tres países sin documentos, cómo hizo para subsistir desde 2016, a qué se dedica y cómo consiguió el DNI de una persona de Corrientes y un registro de conducir de otra de Tigre.
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