...una situación particular urgente.
La subida del dólar blue hace que gane la incertidumbre en el mercado inmobiliario. En Buenos Aires hay una sobre oferta de inmuebles en venta de 163.000 unidades, algo que jamás ocurrió
La suba del dólar libre, que ya supera el 35% en lo que va de julio, está provocando complicaciones en el mercado inmobiliario, un sector que viene golpeado desde hace más de tres años.
Según expertos del Real Estate hay operaciones que están en suspenso porque muchos ahorristas que tenían intenciones por destinar sus “dólares que guardan debajo del colchón” están dudando y hacen paralizar al sector que amagaba con reaccionar favorablemente hasta hace 20 días atrás donde habían aumentado las consultas y acuerdos, sobre todo en el mercado del usado.
Ante la caída de los precios de las viviendas parte de la demanda empezaba a concretar acuerdos donde aprovechaban la disminución de las cotizaciones que viene ocurriendo con fuerza desde fines de 2018, que a esta altura en Buenos Aires supera el 34% y en la provincia de Buenos Aires, el 32 por ciento. “La historia de nuestro sector nos indica que cuando el dólar se moviliza el mercado se paraliza y cuando el dólar se estabiliza el mercado se moviliza. Si el billete estadounidense sube mucho, las consultas se frenan lamentablemente. Es habitual que cuando la cotización se normaliza, enseguida la gente suele tomar decisiones en favor de los ladrillos”, destacó a Infobae Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).
“La teoría histórica nos indica que cuando el dólar se moviliza el mercado se paraliza y cuando dólar se estabiliza el mercado se moviliza. Si la cotización de la divisa sube mucho las consultas se frenan” (Bennazar)
Los vaivenes económicos y políticos también influyen en el ida y vuelta del sector, pero más cuando el dólar asciende mucho de golpe.
Mira Líbera, presidenta de de la Cámara Inmobiliaria de la Provincia de Buenos Aires (CIBA), explicó: “Son épocas en las que sólo motorizan el mercado los avezados compradores, hábiles, o los necesitados de resolver situaciones de vivienda que coinciden con los necesitados de vender y ofrecen oportunidades. Algunos inversores o quienes pueden obtener alguna diferencia para refacciones o construcciones nuevas sacan provecho del momento actual”.
En el mercado inmobiliario, siempre el segundo semestre del año es el más dinámico, sobre todo los últimos tres meses, y aún se espera que sea así, sostienen fuentes expertas.
“Nuevamente se transita otra crisis que se agudiza, otro plus a la incertidumbre en nuestro país. El desorden de la economía y la poca posibilidad de previsibilidad atentan contra todos los planes de crecimiento y desarrollo para aquellos que ya están contra las cuerdas con las cargas fiscales, laborales y de incontables trabas al sector privado. En estas etapas en nuestro mercado suelen pasar cosas contradictorias, algunos mas conservadores se retraen, atemorizados prefieren conservar su ahorro y esperar”, añadió Líbera.
Quien sufre más: ¿Las viviendas usadas o a estrenar?
La otra incógnita que surge por la coyuntura actual atada con la estampida del dólar blue es donde impacta más, si en las viviendas usadas o en las que son a estrenar.
Se estima que por la subida del dólar blue el mercado de las viviendas usadas sufriría más que el de las que ofrece propiedades listas para estrenar. Los precios seguirían descendiendo
Bennazar, puntualizó: “Obviamente influye sobre ambos escenarios. Y estimamos que hasta que la situación económica no se tranquilice y encamine no dará respiro para tener una previsión en qué momento habrá un despegue del sector”.
Algunos especialistas argumentan que sufriría más el mercado de la vivienda usada, porque así como cuesta que alguien destine USD 100.000 para comprar una vivienda, también son difíciles de movilizar $33.000.000 en una operación inmobiliaria, más si el tipo de cambio sigue en alza. Y se calcula que esta suba del dólar libre haría que desciendan los valores de las cotizaciones de los departamentos y casas aún más, en un momento donde hay sobreoferta de unidades en las principales ciudades del país.
Para Líbera, “tal vez sufre mas la demanda de usados, y por un período próximo inmediato las propiedades nuevas tengan alguna ventaja. Un mes atrás comentábamos el leve cambio de movimiento ascendente que se estaba dando en la actividad. Ahora, ante esta brusca devaluación y la confusión política reinante, otra vez hay un freno. Ahora debe agudizarse la habilidad para definir las mejores opciones como gran desafío”.
En donde se estaba registrando un repunte de las cotizaciones de vivienda que influía en la mejora de los precios de venta era en ciudades del interior donde las extensiones de verde son amplias y porque mucha gente se retiró de las grandes urbes.
“Sobre todo en zonas de casas bajas donde se construyeron edificios con menor altura, amplios balcones o terrazas, cambio de hábito que trajo la pandemia, y esas propiedades que están a más de 10 kilómetros de las principales ciudades del país o a más de 80 km de Buenos Aires venían mostrando un recupero en las cotizaciones. Habrá qué esperar que sucede en corto plazo”, concluyó Bennazar.
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