05 SEP | 17:51

ANALIZAN EL ATAQUE A CRISTINA KIRCHNER

Los custodios que sufrieron los atentados a Menem y a Alfonsín analizaron el ataque a Cristina Kirchner. Daniel Tardivo fue el agente de seguridad que se abalanzó al piso junto al ex presidente...
... radical ante un disparo surgido de la manifestación en un acto en San Nicolás. en 1991. Por su lado, Fernando Rosotti acompañó el Menemóvil en 1995, cuando en un evento en Rosario un vendedor ambulante disparó tres tiros contra el escenario móvil
 
 
La publicación del diario La Capital, cuando intentaron matar al ex presidente Carlos Menem en Rosario
 
 
Dos custodios que fueron testigos de dos intentos de asesinatos a los ex presidentes Carlos Saúl Menem y Raúl Alfonsín analizaron el ataque sufrido el jueves por la noche por Cristina Kirchner en la puerta de su casa de Recoleta y ambos coincidieron en la dificultad que representaba la protección de la presidenta en una situación tan desfavorable para un efectivo de seguridad.
 
Daniel Tardivo fue uno de los custodios más cercanos de Raúl Alfonsín y estuvo presente en un acto llevado a cabo en San Nicolás en 1991, donde un hombre trató de asesinar al ex presidente radical y efectuó un disparo con un arma.
 
Por su lado, Fernando Rosotti fue uno de los agentes de seguridad de Menem cuando el entonces presidente fue víctima de un atentado a tiros en mayo de 1995, mientras realizaba un acto de campaña entre las ciudades de Gobernador Gálvez y Rosario. En ese momento, el agresor efectuó tres disparos pero no impactó al jefe de Estado.
 
“Hay tanta información contradictoria con lo que le pasó a Cristina Kirchner que no sabés qué es verdad y qué no es verdad. Pero pasaron muchas cosas raras, una atrás de otra, no es una sola”, aseguró Tardivo, en declaraciones al periodista Eduardo Feinmann en Radio Mitre.
 
Y completó: “Lo que pasa es que hay momentos que te relajás. Acompañás al funcionario, pero acompañarlo no es protegerlo. Te relajás, no pasa nada. Todo el mundo quiere a la vicepresidenta, la quiere defender, saludar, quiere autógrafos. Ella misma está relajada con que no le va a pasar nada, capaz la custodia también. En seguridad no te podés confiar y no te podés relajar”.
 
Por su lado, Rosotti se manejó en la misma línea y destacó la dificultad que representaba poder realizar el trabajo con eficacia en las circunstancias que se dieron previas al ataque a Cristina Kirchner.
 
“Yo creo que visto lo que se puede ver desde la TV, yo podría decir que me parece que no se llegó a advertir el estímulo (la amenaza). Del mismo modo que hay reiteraciones que la doctora no vio al arma porque se agachó”, afirmó Rosotti.
 
“Es muy difícil en el momento, con la cantidad de gente, con una cantidad de personas que no son del grupo policial que están participando de la situación, militancia… Es muy complicado. Yo creo que con el entrenamiento que tenía la custodia presidencial, si hubieran advertido el incidente, habrían hecho todos los protocolos de evacuación y habrían analizado la salida del lugar. Da la impresión de que no vieron esa amenaza que después, por el devenir, la persona fue retirada por otros individuos que no son de los cuadros policiales y entregado a una distancia de 100 metros. Yo creo que no lo pudieron advertir. Es muy complicado trabajar en esas condiciones”, completó.
 
 
El ex presidente radical fue víctima de un atentado en febrero de 1991, en San Nicolás
El atentado a Alfonsín
 
El intento de asesinato al ex presidente radical se produjo en la noche del sábado 23 de febrero de 1991 en la ciudad de San Nicolás. Alfonsín sabía que la Unión Cívica Radical tenía que recuperar terreno después de la entrega anticipada del poder tras las elecciones del 14 de mayo de 1989.
 
“El palco estaba atravesando la calle, en una esquina. Así que había gente casi por los cuatro lados de la esquina, por las cuatro ochavas. Fue realmente una cosa de milésimas de segundos. Se siente el ruido. Yo escucho un murmullo, la gente se abre a la izquierda del palco. El Dr. estaba hablando. Murmullos, sillas que vuelan”, relató Tardivo.
 
“Ahí tuve una reacción de tratar de acompañarlo al piso para que no se golpeara y cubrirlo con el cuerpo. Justamente al lado del hombre que intentó disparar tenía un hombre de la custodia cerca. Lo vio, le levantó la mano por si salía el disparo y lo detuvieron, lo detuvieron ahí”, completó.
 
El atacante era Ismael Darío Abdalá, un joven de 29 años que había perdido su trabajo en la fábrica de acero estatal Somisa y que, según sus conocidos, padecía trastornos de salud mental. Llevó al evento un revolver 32 largo, el cual disparó una sola vez. Luego, fue detenido y en el juicio fue declarado inocente por insanía mental. Se suicidó en 1994 después de abandonar un centro psiquiátrico.
 
 
La foto del atacante al Menemóvil al momento de efectuar los tres disparos en Rosario
El ataque a Menem
 
El sábado 6 de mayo de 1995, Carlos Menem se subía una vez más al histórico Menemóvil para saludar a los seguidores peronistas agolpados entre Gobernador Gálvez y Rosario.
 
“Estábamos en la zona de Gobernador Gálvez y Rosario. Ya estábamos en la etapa final, sobre las 17.45, sobre la zona sur del área metropolitana, en este último tramo, que era denominada la recorrida por la lealtad y la esperanza, nos tocó un acto que era multitudinario”, afirmó Rosotti a Mitre.
 
“Al llegar a la calle Felipe Moré y Galvez, entre toda la gente se produce algo que observa un suboficial que se llamaba Morales, un hombre muy corpulento, ve que saca un arma una persona y dispara tres veces en un sentido a lo que sería la parte superior del Menemóvil, donde ellos venían adelante saludando”, agregó.
 
De manera casi milagrosa, ningún disparo impactó contra ningún dirigente político que estaba a bordo del Menemóvil ni tampoco a ningún efectivo de seguridad.
 
El que había protagonizado el intento de asesinato era un hombre de 32 años que trabajaba como churrero y que tenía un puesto ambulante en las calles Felipe Moré y Gálvez, donde ocurrió el atentado. Efectuó tres disparos con un revólver calibre 22 largo, pero no hirió a nadie. Según Rosotti, se llamaba Juan Paz.
 
El atacante quedó detenido y luego fue derivado como paciente psiquiátrico al hospital local Agudo Ávila. No se supo más nada de su futuro.
 
Los custodios de los dos ex presidentes encontraron un punto en común en las dos historias: tanto Alfonsín como Menem intentaron minimizar el atentado que sufrieron e incluso, le dieron poca difusión de cara a los medios de prensa.
 
“Intenté sacar al doctor Alfonsín lo más rápido posible porque no sabés si es uno, cinco o un complot,. Pero bueno, no quiso. Teníamos el auto para subirlo y llevarlo, pero no quiso. Se acomodó la ropa y siguió con el discurso. Dijo que no era nada, que nadie lo iba a joder y seguía. La gente se volvió a armar y siguió el discurso como si nada hubiera pasado”, relató Tardivo.
 
Por su lado, Rosotti, detalló sobre el atentado a Menem: “La primera actitud que tuvo el presidente Menem desde arriba es pedir que no lastimen al individuo. Nosotros ya estábamos reaccionando para sacarlo de la vista del público. Lo subimos a un coche y lo llevamos al lugar más cercano que teníamos, que es el aeropuerto, ya que ahí lo podíamos confinar. Además, el doctor Menem nos hizo saber la intención de conocer a esta persona”.
 
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