Axel Kicillof y Alberto Fernández (Presidencia)
¿Postergar las PASO o no? Esa es la disyuntiva que atraviesa al Gobierno pensando en 2023. El debate que debería pasar por el filtro del Congreso se planteó en los últimos meses y las posiciones están divididas en el oficialismo. Hay provincias como Salta o San Juan que ya decidieron suprimir las primarias del año que se avecina, otros gobernadores que presionan para obtener el mismo resultado y cautela desde el lado del presidente Alberto Fernández que habló en un par de ocasiones de un escenario “abierto” sobre la cuestión.
Por el momento, en el Gobierno creen que no es tiempo de avanzar con la anulación de las PASO. La aprobación del Presupuesto desvela a casi todos. Los 118 diputados propios en la Cámara Baja no alcanzan para sancionar la Ley de leyes, se necesita de aliados. No quieren que ocurra lo de 2021. Los planes del ministro de Economía, Sergio Massa, que presentó el proyecto la semana pasada en Diputados, dependen de esta sanción. Consideran que sería una traba impulsar el tratamiento de las primarias en pleno proceso de negociaciones para que el Presupuesto obtenga el respaldo para la media sanción.
En la principal coalición opositora analizan que las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) pueden ser el mejor instrumento para ordenar sus candidaturas que, por el momento, tienen multiplicidad de aspirantes en medio de pujas internas fuertes. En los tres socios mayoritarios (el PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica) se necesita definir a los candidatos en internas, sobre todo para evitar una ruptura que termine minando sus chances electorales para lo que se avecina. Una gran parte de Juntos por el Cambio creen en la necesidad de una fórmula mixta, integrada por miembros de dos partidos distintos.
“Es un debate que está abierto y hay que ver cómo evoluciona”, expresó el Presidente en su reciente gira por Estados Unidos sobre el tema en septiembre cuando estuvo en la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York. Allí dijo que que tenía la cabeza puesta en solucionar otros problemas más urgentes: “No estoy pensando ni en las PASO ni en las reelecciones, sino en cómo sacar adelante los problemas que tenemos, porque el mundo está cada día más difícil”
Fue una respuesta al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien había insistido con esa postura, unos días antes. La provincia tiene la particularidad de contar con una ley que explicita que las Primarias para elegir gobernador, diputados, senadores, intendentes y concejales se celebran el mismo día que las Primarias nacionales, con lo cual -en principio- queda encadenado a lo que suceda en el Congreso.
“Nosotros venimos pegados al gobierno nacional, a la PASO nacional por nuestra ley de PASO, con lo cual es un debate que se tiene que dar en el Congreso de la nación, porque ahí veríamos qué ocurriría si el Congreso decide suspender las PASO de este año o lo que decida”, había asegurado el gobernador. En el kirchnerismo hay respaldo para suspenderlas.
La provincia de Buenos Aires tiene un peso electoral propio: en las elecciones del 2019, representaba el 37% del padrón nacional. Desde el lado de Kiciloff, puertas adentro, hay una línea que considera aceptable la suspensión de las Primarias para estas elecciones. El argumento oficial tiene que ver con “el gasto”, que implican. La existencia de esa ley instala dos escenarios para el Ejecutivo bonaerense. Uno es atarse a la la norma de que la definición debe pasar por el Congreso y otra, intentar la modificación de ley provincial PASO y habilitar la suspensión por esa vía a través de la Legislatura bonaerense donde los números no son muy favorables para el oficialismo. Varios intendentes presionan en ese sentido.
En la reciente gira por Estados Unidos de los gobernadores de 10 provincias del Norte Grande junto al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, surgieron también las mismas intenciones de parte de algunos de los gobernadores de suspender las primarias con el objetivo de fortalecer las chances electorales en cada territorio propio. Además, no cayeron bien las conversaciones que mantuvo Alberto Fernández con la cúpula de la CGT en Olivos en la que los sindicalistas le expresaron su posición de mantener las PASO. Los mandatarios provinciales creen que ellos deben ser los interlocutores válidos en ese tipo de discusiones.
Las primarias están establecidas por ley y las partidas que el Ministerio del Interior calculó que necesitará para todo el cronograma electoral están incluídas en su totalidad en el Presupuesto Nacional para el año próximo (unos 70 mil millones de pesos).
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