...millones de dólares en el país, se refirió también al atentado contra Cristina Kirchner y alertó sobre las tensiones sociales en la región
Sergio Díaz-Granados, presidente de CAF (Prensa CAF)
Los planes de inversión en Argentina a pesar de los desajustes de la economía, la relación con Alberto Fernández y con Sergio Massa, el atentado contra Cristina Kirchner, la “tormenta perfecta” sobre América Latina para 2023, los nuevos desafíos que plantean el incremento de las tensiones sociales y el déficit en la educación. Estos temas, entre otros, abordó Sergio Díaz-Granados, presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), en una entrevista con Infobae.
“Nuestro gran problema es la educación, nadie está hablando de ello, y el problema es urgente”, analizó Díaz-Granados, abogado y político colombiano, ex ministro de Turismo en la gestión de Juan Manuel Santos, desde Caracas, Venezuela, donde se encuentra la sede central de la entidad que nuclea a bancos públicos de 19 países de la región, El Caribe y Europa, además de 13 bancos privados, y es una de las principales fuentes de financiamiento multilateral.
- ¿Cuál es la relación actual entre CAF y Argentina?
- Hay una relación de más de 21 años con la Argentina. El país entró en el 2001 a CAF, y de entonces a hoy hemos acumulado una historia cercana a una cartera de 3.850 millones de dólares acumulados en estos años y creciendo; una cartera que de aquí al 2030 puede doblar su tamaño, porque el banco va a crecer y va a poder aumentar su capacidad de financiamiento a la región.
- ¿A qué áreas se destina la inversión?
- En una relación cada vez más fructífera, hoy la agenda de CAF en la Argentina es muy variada, muy presente en casi todas las provincias. Estamos financiando un satélite, estuve en Bariloche visitando el INVAP, ARSAT. He visitado Jujuy para constatar la apertura de nuevas instalaciones educativas, y con AYSA hemos trabajando en la ampliación de las plantas de tratamiento y zonas de captación de agua para la provincia de Buenos Aires.
Hay una cantidad de proyectos acumulados. Tenemos una oficina en Buenos Aires y un equipo de argentinos me acompaña. La presencia de CAF es también utilizar el know how, el conocimiento argentino, para la solución de problemas en el resto de América Latina.
- Los múltiples cambios en el gabinete nacional, con la salida y llegada de varios funcionarios, ¿modifica en algún punto la relación del banco con el país?
- Para nosotros fueron cambios positivos. Conozco a Massa antes de que fuera ministro, estuve con él cuando era presidente de la Cámara de Diputados, conversando sobre los desafíos de América Latina, los pospandemia, lo que estábamos haciendo en CAF. Su llegada al Gobierno nos resulta familiar, y es una buena oportunidad para seguir mejorando la interacción. Al presidente (Alberto Fernández) lo visité hace poco, donde suscribimos los convenios correspondientes a aprobaciones de este año y los desembolsos. Argentina es el segundo destino de CAF de operaciones. La relación ha sido buena, fluida. Es una relación bastante bien organizada.
- La situación particular de Argentina con alta inflación estructural, el intento de asesinato de la vicepresidenta y conflictos con los sindicatos, ¿condiciona el programa de inversión?
- No creo que afecte en la toma de decisión interna en ningún banco de desarrollo. No lo digo solo por CAF. Sí nos preocupa la tranquilidad del país, y cuando fue el atentado de la vicepresidenta fuimos los primeros en repudiarlo; cualquier atentado a un servidor público es un atentado a la democracia y a la libertad. Pero eso no limita la capacidad de CAF, que sigue apostando al desarrollo del país.
Por otro lado, los eventos macroeconómicos tienen una alta incidencia en la calidad de vida en la argentina. Todos sabemos que la inflación es el impuesto más regresivo, que más lastima a los pobres porque les quita capacidad, y empobrece a la sociedad. Hay que trabajar contra la inflación no sólo en Argentina, sino también en el resto de la región.
Un atentado a un servidor público, el hecho de que la inflación crezca, o que haya restricciones al crecimiento nos preocupa de la misma forma que le puede preocupar a todos los argentinos: que el país tenga una limitación en su crecimiento o su desarrollo.
- En varias intervenciones publicas usted habló del concepto “tormenta perfecta” para describir la situación actual de la región... ¿A qué se refiere?
- Hasta hace un año teníamos una crisis que era sanitaria, y una económica con la inflación. Este año han aparecido tensiones sociales, producto de lo anterior: aumento de la pobreza, de la informalidad. Y ahora tenemos este desajuste a nivel global que ha planteado no solo la política de 0 Covid en China, que está todo el tiempo interrumpiendo el comercio de una manera muy compleja, y la tensión geopolítica en Europa ocasionada por la guerra entre Rusia y Ucrania. Todo este desajuste a nivel mundial de alguna manera a nosotros nos golpea y agrava una situación que ya era particularmente difícil después de la pandemia, en términos de endeudamiento, en términos de acceso a lo mercados, dinamismos de crecimiento económico.
Creo que la región tiene que prepararse para un año complejo en 2023, y lograr encontrar dónde están la oportunidades a partir de sus propias fortalezas. Es una región que puede ser solución en muchos frentes como el energético, cuando hay una crisis en Europa de cara al invierno que viene, y capacidad para producir bienes intermedios y manufacturados.
Díaz-Granados es un político colombiano, ex ministro de Turismo en la gestión de Juan Manuel Santos
- Siempre se habla de la potencialidad de la región, pero ¿qué se hace en el mientras tanto para paliar el impacto de todo lo que mencionó antes?
- Concuerdo en que muchas de esas soluciones van a requerir tiempo y, sobre todo, inversión. Y la inversión, en países que están altamente endeudados, significa que tiene que haber una inversión del sector privado. América Latina necesita más inversión privada. No hay soluciones de corto plazo ni soluciones fáciles, creo que no existen. Son soluciones de mediano plazo, difíciles de construir.
- Usted se manifestó muy crítico de la gestión de la pandemia en el área educación...
- Fue muy fuerte el impacto de la pandemia, pagamos un costo muy alto, aún esa factura no está pagada. Pagamos la factura de los medicamentos, de las vacunas, de las hospitalizaciones, pero no hemos pagado la factura del encierro. El gran encierro que significó la pandemia en América Latina, que fue la región que más muertos puso, que más días tuvo encerrados a los niños y a los jóvenes.
Hay un estudio del Banco Mundial que habla sobre niños de 10 años, que tenían 7/8 años en la pandemia, que asegura que hoy cuando hacen la lectura de un párrafo 8 de cada 10 no comprenden lo que están leyendo, si es que lo pueden leer. Esa es la generación que tiene que sostener a América Latina en 20 años. Y no pueden leer un párrafo. Hay gran preocupación de varios organismos de desarrollo y CAF ha sido empático: nuestro gran problema es la educación, nadie está hablando de ello, y el problema es urgente.
- ¿Cuál es el riesgo para la democracia es ese incremento de la tensión social al que hace referencia?
- Se han generado grietas generaciones entre jóvenes y mayores, tensiones en posiciones alrededor de temas sentibles de la sociedad, como los derechos fundamentales de las personas, y esas tensiones van acumulándose y están exacerbadas hoy, además, por algo que está reconocido en el mundo, los malos entendidos y las posverdad. La amplificación que tienen las redes para generar tensiones en las sociedades es una realidad. Estamos navegando en medio de esas aguas.
Nos preocupa la estabilidad de la región. Que los sistemas se vuelvan inviable desde el punto de vista de la resolución de problemas de manera pacífica, que es lo que genera un sistema democrático. A todos nos tiene que preocupar esto. El aporte desde CAF es tratar de fomentar más la formación de liderazgos, de jóvenes que se interesen más por la política, se interesen más en los debates, ese es el aporte máximo que se puede hacer desde la Banca de Desarrollo.
- Además de los 700 millones de dólares que representó el último convenio firmado con el país, ¿están previstos otros programas de inversión en Argentina?
- Vamos a comenzar a mirar toda la cartera del 2023. A fin de año vamos a estar en Ushuaia lanzando la red de universidades. La idea es agrupar un grupo de ciudades que trabajan en soluciones basadas en la naturaleza para sus municipios, donde se abra la oportunidad de más desarrollo en la región y acompañar eso. Y a partir de ahí tenemos nuevas formas de financiamiento para municipios.
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