08 NOV | 20:26

A DIEZ AÑOS DEL #8N

#8N: se cumplieron 10 años del multitudinario cacerolazo contra el gobierno de Cristina Kirchner. La masiva protesta tuvo su epicentro en el Obelisco porteño y Plaza de Mayo, pero ...
...también se replicó en las principales ciudades del interior del país y del mundo. El recuerdo de una de las mayores movilizaciones de la historia argentina
 
 
El multitudinario cacerolazo del #8N contra el Gobierno de Cristina Kirchner se replicó en las principales ciudades del mundo. (archivo)
 
 
 
 
El descontento generalizado de una gran parte de la sociedad argentina contra el gobierno de Cristina Kirchner tras asumir su segundo mandato presidencial se manifestó oficialmente el jueves 8 de noviembre de 2012, cuando se llevó a cabo el multitudinario cacerolazo durante una jornada recordada como el #8N. La protesta contra la corrupción, una eventual reforma constitucional, el impuesto a las ganancias, la inflación, la inseguridad, el cepo al dólar y el reclamo por una justicia independiente, entre otros ejes, tuvo su epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, se trasladó a las calles de todas las provincias del país, incluso trascendiendo las fronteras replicándose en las principales ciudades del mundo.
 
 
 
Miles de personas que portaban banderas argentinas y carteles contra el por entonces gobierno kirchnerista coparon las calles a lo largo y ancho de Argentina en lo que también se denominó como el “Día de la República”. Fue un golpe sorpresivo para una administración que no estaba acostumbrada a sufrir esta clase de protestas en su contra.
 
 
 
“No a la corrupción”; “Libertad de prensa”; “La presidenta miente”; “Los políticos duermen el país”; “¡Salvemos a la República!”; “#8N. SI a la Democracia. NO a la re-reelección”; “¿Hasta cuándo el Gobierno va a mantener a los que nos roban y nos matan todos los días?”; “No somos Venezuela ni Cuba”; “Hotel Los Sauces (propiedad de la presidenta), exprópiese”; “Basta de matar”; “La oposición negocia, la Justicia arruga” y “Los políticos duermen, el país crece”; fueron algunas de las frases mediante las cuales los manifestantes reclamaron contra el mandato de Cristina Kirchner.
 
 
 
 
 
 
La convocatoria a través de mensajes de texto, redes sociales y correos electrónicos fue un verdadero éxito: si bien no hubo números oficiales, se habló de un millón de personas que repudiaron las políticas kirchneristas a menos de un año de que CFK obtuviera la relección en primera vuelta, como consecuencia del 54,11% de los votos que consiguió en las urnas.
 
 
Así se vio la marcha desde lo más alto del Obelisco porteño
 
 
 
 
En Argentina, la mayor concentración de gente se dio en el Obelisco porteño, donde decenas de miles de personas batieron las cacerolas. Pero además hubo réplicas en Nueva York, Washington y Miami (Estados Unidos), París (Francia), Roma (Italia), Madrid (España), Toronto (Canadá) y Sidney (Australia). Mientras que en Londres, Inglaterra, decenas de argentinos golpearon cacerolas y sartenes frente a la embajada en la capital británica.
 
 
 
Si bien no se reportaron graves incidentes, sí hubo algunos encontronazos entre manifestantes autoconvocados y militantes del kirchnerismo. Uno de ellos se registró en el barrio porteño de Caballito, donde un hombre intercambió golpes de puño y patadas contra algunos manifestantes.
 
 
 
Dada la masividad del cacerolazo, los principales medios del mundo se hicieron eco de su repercusión y destacaron la reacción del pueblo argentino contra los funcionarios de aquel entonces. Mientras que el periódico estadounidense The Washington Post destacó la “furia de los argentinos contra Cristina Fernández”, el medio CNN en Español destacó que “el cacerolazo fue convocado no sólo en varias ciudades argentinas sino entre las comunidades de ciudadanos de ese país en el exterior”.
 
 
 
Por su parte, El País de Uruguay agregó que la protesta interrumpió el tránsito en las principales avenidas del centro de la ciudad de Buenos Aires, a la vez que informó que en la ciudad de Punta del Este, Uruguay, “también se hacen escuchar a esta hora más de 300 personas, entre argentinos y uruguayos, que se concentran en la parada 16 de la mansa, donde está la Plaza Argentina”.
 
 
 
 
 
En Argentina, la mayor concentración de gente se dio en el Obelisco porteño y en Plaza de Mayo
 
 
Como era previsible, la protesta fue cuestionada y descalificada por el Gobierno. Aníbal Fernández, por entonces senador de la ya extinta coalición Frente para la Victoria (FPV), afirmó que “el 8N es un invento de una facción de ultraderecha, paga, la mayoría financiada por la Fundación Pensar, por gente de la Sociedad Rural y por viejos remanentes de lo que fuera el golpe militar, ligado a lo más rancio de la extrema derecha de la Argentina”. En tanto, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, consideró, por su parte, que la protesta es una expresión “antimodélica” y de “rechazo a la política”.
 
 
 
A la mañana siguiente, Cristina Kirchner evocó a su esposo, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner, y recordó que él le enseñó a “no aflojar nunca”, ni siquiera en los peores momentos. “Hoy más que nunca el gran homenaje para él es seguir tirando para adelante”, dijo la actual vicepresidenta de la Nación, visiblemente emocionada. Y en la misma, línea afirmó: “En los peores momentos es cuando se conoce a los verdaderos dirigentes de un país. En épocas de bonanza, donde todo va bien, es fácil ser dirigente de la República Argentina”.
 
 
Dada la masividad del cacerolazo, los principales medios del mundo se hicieron eco de la noticia
 
 
 
El #8N versión 2020
 
 
Hace dos años, el banderazo del “8N” se repitió para reprobar al gobierno de Alberto Fernández y englobó distintos reclamos, entre los que se destacaban la independencia de poderes, el respeto a la Constitución, la seguridad y la situación económica.
 
 
 
A pesar de que el país se encontraba bajo cuarentena por la pandemia de COVID-19, miles de personas se congregaron en el centro porteño y otros puntos del país para expresar su repudio contra el mandato de Fernández.
 
 
Las mayores concentraciones fueron en la ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. De hecho, Patricia Bullrich viajó a la capital cordobesa para participar allí de la protesta junto con legisladores y dirigentes provinciales de su partido. “Junto al pueblo de Córdoba, y también desde muchos otros lugares de la Argentina, vinimos a pedirle a los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli que no renuncien a sus causas. Por ellos, en defensa de las instituciones y por el futuro, hoy nos sumamos al banderazo #8NTodosALasCalles”, publicó en Twitter la líder del PRO.
 
 
La protesta tuvo réplicas en las principales ciudades del país e incluso fue motorizada desde algunos sectores como el campo, sensibilizado luego de la ocupación ilegal del predio de la familia Etchevehere en la provincia de Entre Ríos por parte del dirigente social Juan Grabois, a quien elogió el Presidente cuando dijo que “detrás de su planteo hay algo serio, razonable, para discutir
 
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