...la situación económica y financiera de la Argentina y multiplicó los beneficios del comercio y las inversiones chinas en el país
Alberto Fernández y Xi Jinping durante su encuentro oficial en Beijing
(Enviado especial a Bali) - Alberto Fernández analiza un cambio en la relación geopolítica con China, y si finalmente ocurre, lo ejecutará mañana frente a Xi Jinping durante el cónclave que compartirán en el G20 de Bali. La cita oficial será en el hotel Meliá y el presidente llegará acompañado por siete de miembros de su delegación, un número in extremis para una reunión que tendrá traductores y durará sólo 30 minutos.
La ecuación diplomática que hace Alberto Fernández es fácil de explicar: China exige mayores emprendimientos en el país -ya tiene 52 proyectos en minería e hidrocarburos-, mientras que Argentina sufre déficit de la balanza comercial, no pudo aún aumentar el swap o cambiar sus condiciones uso, y hace desembolsos para obra pública que Beijing no devuelve en tiempo y forma.
Durante el vuelo desde París a Bali - 15 horas, 12.000 kilómetros y escasas turbulencias-, el Presidente, el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Economía, Sergio Massa, analizaron la relación con China y concluyeron que no tiene reciprocidad en términos económicos, financieros y comerciales.
En los últimos 10 años, el déficit comercial entre Argentina y China tiene un valor cercano a toda la deuda externa, y va en aumento. Durante 2022, proyectado por el Palacio de Hacienda, el déficit será cercano a 8.000 millones de dólares.
Alberto Fernández se reunió con Xi en Beijing, y el líder del Partido Comunista anunció que ampliaba el swap de 18.500 millones de dólares concedido al país. El jefe de Estado transformó ese anuncio bilateral en un párrafo de su discurso en la Asamblea Legislativa. Es decir: creyó en la palabra de Xi.
Sin embargo, a diez meses de ese anuncio fallido, Alberto Fernández no tiene respuestas definitiva de las autoridades chinas El Presidente necesita reservas públicas, y ya está un twist cansado de hablar de la amistad entre los pueblos frente al crecimiento constante del déficit comercial de la Argentina respecto a China.
En el avión que partió de París rumbo a Bali, Alberto Fernández conversa con Sergio Massa mientras Santiago Cafiero, Gabriela Cerrutti, Julio Vitobello y Juan Manuel Olmos siguen la charla entre el presidente y el ministro de Economía
En este contexto, en el Gobierno hay un debate acerca de la posibilidad de emitir un bono argentino soberano en yuanes para financiar el deficit de balanza que el país mantiene con China. Es un tema en estudio que tiene al ministro Massa como uno de sus principales defensores. Hasta el momento nunca sucedió que un país de Occidente emita un bono soberano en moneda china.
“Agradecemos el voto de apoyo en el FMI y las palabras de amor que siempre llegan desde Beijing. Pero necesitamos otra cosa, tenemos otras urgencias”, aseguró a Infobae un integrante del Gabinete que sigue este debate en la Casa Rosada.
-¿Qué es otra cosa?-, preguntó anoche este enviado cuando el vuelo charter de Aerolíneas sobrevolaba Doha rumbo a Bali.
-Muy sencillo: que nos den herramientas para equilibrar la balanza. Ellos se desarrollaron, ahora es tiempo de ayudar a que otros países se desarrollen.
La tensión entre el Gobierno y la administración de Xi no termina aquí. Las represas hidroeléctricas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner que se construyen con financiamiento chino, están descalzadas y la Casa Rosada se ocupa de resolver los problemas de corto plazo. En este caso, China no aportó el financiamiento y menos aún los desembolsos previos.
“Los chinos deben 1288 millones de dólares. El Estado ya puso 288 y ahora los chinos deberían desembolsar mil millones para el próximo tramo de la obra”, insistió otro miembro del Gobierno que viajaba desde Francia con destino a Indonesia.
-¿Ustedes que van a hacer?
-Pensamos en endurecer la posición. Estamos en una relación bilateral que sólo tiene un beneficiario: China.
Alberto Fernández y Sabino Vaca Narvaja, embajador argentino en China
Alberto Fernández se reunirá mañana con Cafiero y Massa para definir la postura ante el líder del partido comunista chino. La posición mayoritaria de la troika del gobierno es endurecer la relación ante la ausencia de beneficios económicos constantes. Mueve el Presidente.
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