Juan Pedro Guarino, el joven sobreseído por el crimen de Fernando Báez Sosa, declaró como testigo en el juicio contra los rugbiers, señaló a los imputados y se mostró arrepentido. “Quiero darle mis condolencias a la familia. Nunca pude hacerlo. Fue por respeto. Quería que vieran que no estaba en la causa, que era sincero, todos los días desde que pasó me pregunto si podría haber hecho algo para que no pasara”, dijo al cerrar su participación en el debate.
“No fue difícil señalarlos, quiero que se hagan cargo de lo que hicieron”. Con la voz entrecortada, Guarino tuvo un breve diálogo con la prensa, luego de declarar ante el Tribunal Oral Criminal (TOC) N°1 de Dolores. En la audiencia, identificó a los rugbiers imputados por el homicidio de Fernando Báez Sosa, el joven atacado a golpes a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell.
El joven de 22 años, que estuvo preso tres semanas por el crimen, fue citado por pedido de la defensa. “Lo único que quiero es justicia por él y que la familia pueda encontrar un poco más de paz. Intenté que vean que lo que digo es sincero. Quisiera que Fernando vuelva, pero no hay manera”, confesó entre lágrimas antes de retirarse del lugar.
Antes, frente a los jueces remarcó sobre el ataque: “Sentí hasta vergüenza, me da mucho dolor”. Guarino, que era parte del grupo y fue sobreseído durante la investigación, fue el primer testigo de la audiencia que comenzó con casi tres horas de demora debido a que el abogado querellante, Fernando Burlando, sufrió un retraso por el intenso tránsito que había en la autovía 2.
“Vi a Máximo (Thomsen) al lado de un chico tirado. Me imaginé que se estaban peleando de vuelta, y ya cansado, me fui. Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones”, indicó dentro de la sala, en presencia de los padres de Fernando y sus examigos.
Ante una pregunta de Burlando, el testigo dijo que se enteró de que habían matado a Fernando “a la tarde”, cuando ya estaban “con los precintos” porque “lo dijo un policía”.
Consultado sobre su relación con los detenidos, indicó que “no con todos tenía una amistad íntima”, pero si reconoció que era “amigo cercano” de Luciano y Ciro Pertossi, que Blas Cinalli fue compañero de colegio y que a Máximo Thomsen lo conocía de jugar juntos al rugby.
“No sé si enemistado, pero intenté cortar todo tipo de relación. Los días los tenía que pasar igual con ellos. Pude cortar cuando salí”, sostuvo. En tanto, agregó que estaba “muy enojado”, y que cuando regresaron a la casa que alquilaban se encerró en su habitación.
Al mismo tiempo, reconoció que estaba cansado de los hechos violentos protagonizados por sus ex amigos. Ese noche, del 18 de enero de 2020, no había sido la excepción. “Salgo y veo a mi izquierda que Luciano Pertossi se estaba peleando con otro chico. Él cruza y voy a ver cómo estaba él. Me acuerdo que en una parrilla en diagonal, con unos bancos lo siento, y le pregunto como estaba. En eso viene Ciro Pertossi y luego escucho gritos a mi derecha, Luciano y Ciro se levantan y se van”.
“Yo imaginé que iban a pelearse de vuelta y no lo podía creer. Por lo que yo miro, veo a todos los otros los perdí y veo a Máximo Thomsen y a un chico tirado en el piso que después me entero de quién era. Cuando vi eso no lo podía creer me enojé muchísimo y me fui”, relató.
Luego, explicó por qué se fue: “Habíamos ido de vacaciones a pasarla bien, ellos ya se habían peleado otras veces. Yo había hablado con mi mamá y mi novia que, si volvía a pasar, yo me iba a volver de las vacaciones”.
Sobre otras peleas en las que participaron los acusados, dijo “no tenían nada de diferente, nunca me gustó. Nunca lo pude creer”. Sin embargo, ante la pregunta de Burlando, aseguró que no vio ningún golpe que le hayan dado a Fernando, pero dijo que “sintió vergüenza” al verlos entrar en una nueva pelea. Luego, afirmó que si se peleaban en Zárate “podía irse a su casa”, en Villa Gesell, “no”.
“¿Escuchaste algún festejo posterior al asesinato de Fernando?”, preguntó Burlando. “No, iba como en la mía tratando de procesar todos esto, que se habían peleado”, respondió.
La declaración continuó con la exhibición de una serie de videos a pedido de Burlando. En la secuencia, el testigo identificó a Lucas Pertossi: “Recién vimos que estaba vestido así”, dijo y lo señaló. “Ese parece Blas”, agregó. “Por el porte y la camisa, parece Enzo Comelli”, marcó también. “No veo bien, pero este parece que tenía colita, como Mati Benicelli”, siguió.
Burlando también le preguntó por los audios de Lucas Pertossi donde asegura que Fernando “caducó” y dijo que no lo recuerda. “En mi dispositivo debe estar, porque yo estoy en ese grupo, pero yo no lo escuché”, aseguró.
“De esto no se cuenta nada a nadie”, se escuchó en otro audio reproducido en la sala tomado del grupo de WhatsApp que tenían los imputados. Guarino aseguró que se trataba de la voz de Ciro Pertossi.
Al final, Tomei le consultó si había oído sobre un plan de los imputados para matar, un aspecto clave en la imputación, cosa que negó.
Tras la declaración de Guarino, se esperaba el turno de Alejo Milanesi, el otro joven que integraba el grupo de los imputados y que fue sobreseído por falta de mérito. Sin embargo, tanto la querella como la defensa, desistieron de su testimonio.