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Daniel Scioli: “La visita de Lula a la Argentina es el relanzamiento de la relación con Brasil”

En diálogo con Infobae, el embajador argentino en Brasilia resaltó la cantidad de acuerdos que se firmarán entre ambos países y recordó que con Jair Bolsonaro “el Mercosur no se rompió de milagro”. Por Eduardo Menegazzi
Los presidentes Alberto Fernández (Argentina) y Lula da Silva (Brasil), junto a Daniel Scioli
 
 
Daniel Scioli tuvo poco tiempo de descanso desde que llegó desde Brasilia el jueves temprano. El embajador argentino en Brasil fue un factor clave para tejer, primero, una relación basada en el pragmatismo con Jair Bolsonaro en el poder, quien estaba en las antípodas ideológicas del gobierno argentino. Y fue él, después de un corto paso por el Ministerio de Desarrollo Productivo, el elegido nuevamente por Alberto Fernández para retornar a su anterior puesto en el vecino país a pocos meses de las elecciones que consagraron a Lula da Silva como nuevo presidente.
 
 
Desde que el líder del Partido de los Trabajadores ganó los comicios a fines de octubre e incluso desde algunos días antes del balotaje, Scioli participó del armado de la primera visita que Lula hará al exterior durante su tercer mandato.
 
 
“Todo va a ser para mejor en la relación bilateral. Hay una clara definición política de Lula que se ve en que a pesar de que asumió hace 15 días, con empeño está trabajando en avanzar con la Argentina en forma integral, con una agenda muy amplia. Que llegue Lula, con una delegación con empresarios, con ministros de gran relevancia, con su canciller, ya en sí mismo este viaje es una demostración de que es un éxito para nuestro país. Todo lo que va a ocurrir es muy trascendente”, definió Scioli en una entrevista con Infobae.
 
 
“Estamos enfocados en instrumentar los acuerdos a los que hemos llegado a partir de la gran relación personal que hay entre Alberto Fernández y Lula. Esperamos una integración muy profunda y un relanzamiento de la alianza estratégica”, explica el embajador.
 
 
—¿Qué áreas entran en los acuerdos para esta alianza estratégica?
 
—Hay una clara definición en los objetivos. Todo tiene también su tiempo de instrumentación. El lunes no termina, el lunes empieza todo. Hay funcionarios que ni siquiera están nombrados formalmente por ejemplo en el BNDES (NDR: el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social brasileño). Existe la intención de encontrar un instrumento ahí y de financiar la segunda etapa del gasoducto Néstor Kirchner desde Vaca Muerta. Porque a ellos les interesa comprar gas argentino. Está claro el rumbo hacia dónde vamos.
 
—Lula debe nombrar a un director suyo allí en el BNADES. ¿Falta mucho para que esto ocurra?
 
 
—El nombramiento está en marcha. El acuerdo energético está en vigencia por el memorándum que se firmó con Brasil el año pasado. Además, esta última semana me reuní con el ministro Alexandre Silveira de Minas y Energía, que va a participar de la bilateral cuando venga, para seguir avanzando en este tema.
 
—¿Que país saldrá más beneficiado?
 
 
—Será un beneficio mutuo. Brasil necesita tener gas a precios más competitivo, nosotros necesitamos vender una producción mayor. Ya pusimos en marcha la construcción del gasoducto, en la primera etapa. Eso va a tener un impacto muy positivo en las dos economías.
 
 
 
Daniel Scioli estuvo reunido en Brasil con el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira y con el de Comunicación, Paulo Pimenta, el martes pasado, antes de viajar hacia nuestro país.
—También vendrá una importante delegación de empresarios con el presidente de Brasil. ¿A qué se debe?
 
 
—Ya el lunes a la mañana habrá una reunión de empresarios con sus pares argentinos de la Unión Industrial. Imaginate que antes los empresarios tenían a un presidente de Brasil que te decía todo el tiempo: Argentina, comunismo, socialismo y que veía al Mercosur prácticamente como un contrapeso. Ahora tienen un presidente que profundiza la integración, que tiene una relación privilegiada y que busca fortalecer el Mercosur. El contraste es clarísimo. Con el Gobierno anterior el Mercosur no se rompió de milagro, se tensó pero no llegó a romperse y ese fue uno de mis grandes desafíos. Mi primera etapa como embajador estuvo marcada por ese objetivo. Que Brasil vuelva a ser el socio comercial número uno, lo logramos. Que no se rompa el Mercosur a partir de que se mantenga una armonía, lo logramos. Que batamos el record de comercio bilateral durante los últimos 9 años, lo batimos también, lo llevamos a 28.500 millones de dólares. Que Brasil apoye la negociación con el FMI, lo logramos también. Destrabamos, además, muchas controversias para que las economías regionales pudieran exportar más.
 
 
—¿Qué cambió o qué va a cambiar en esta nueva etapa al frente de la embajada?
 
—Ahora mi segunda etapa cuando el Presidente decidió que tenía que volver a mi puesto de embajador estará focalizada en esto. Es lo que en su momento también hablé con el canciller Santiago Cafiero. Llegué a Brasil con el objetivo para avanzar en un acuerdo de integración en todas las áreas, que incluya a la ciencia, a la tecnología, defensa, salud, educación, la cultura, la infraestructura, industria, comercio, economía, energía. Todo, con una agenda definida.
 
—Hablabas del fortalecimiento del Mercosur. ¿La posición de Uruguay, con sus propósitos de abrir el comercio fuera del mercado común, puede complicar?
 
 
—El hecho de que Lula visite Argentina y luego Uruguay va a posibilitar que se encuentre un equilibrio, una armonía. Habrá puntos en común y confío en todo se va a armonizar.
 
—¿Puede concretarse un swap (intercambio) de monedas entre los dos países?
 
—Se está trabajando permanentemente, es cotidiano, con los equipos de ambos ministerios de Economía con una linea directa para buscar unos mecanismos que permitan aumentar el comercio bilateral.
 
 
—¿Y la posibilidad de establecer una moneda única?
 
 
—Es un objetivo de mediano y largo plazo, pero va más allá de Argentina y Brasil y se puede extender a otros países latinoamericanos
 
 
—Que Argentina pueda sumarse al grupo de los BRICS (NdR: el grupo de naciones con economías emergentes que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), ¿también se ve como un objetivo que llevará más tiempo?
 
 
—Veo la predisposición de Brasil. Se ve que como empezamos juntos somos más fuertes, como en el ingreso a la CELAC tenemos mas preponderancia y más beneficios mutuos podemos tener una visión unida e integrada, como puede ser en distintos ámbitos ante los organismos multilaterales de crédito.
 
 
—¿Hay posibilidades de que la ex presidenta Dilma Roussef sea la nueva embajadora de Brasil en la Argentina?
 
 
—Es un rumor, no hay nada definido. Dilma es una mujer a la que aprecio mucho, tiene una gran experiencia. la veo permanentemente en los primeros días de gobierno su presencia en los actos institucionales es muy bien recibida, muy reconocida, muy considerada. Después que rol va a ocupar en un futuro, lo va a decidir el presidente Lula. No me corresponde opinar.
 
 
 
—¿Qué significa para la CELAC que se sume Brasil?
 
—Significa que se fortalece como espacio político, sirve para el debate político, para discutir mejor el futuro de la región.
 
 
—¿Cómo fueron estos días previos a la Cumbre de Presidentes que tendrá este martes 24 la CELAC?
 
 
—Muy intensos, con reuniones acá en Buenos Aires y en contacto con los ministros de Lula. Ocupándome también de las cuestiones organizativas con Cancillería. Participé en la definición de los acuerdos que están llevando adelante los ministerios y también para la declaración presidencial, aportando mi experiencia y mi visión. Mi rol no es el diplomático tradicional, yo hago el ejecutivo, comercial, político, por eso me mandó allá el Presidente. Buscando avanzar, el 23 es el punto de partida de este relanzamiento en términos pragmáticos de esta relación entre los dos países. Al día siguiente el gran desafío será instrumentar e implementar en cada área de gobierno esta voluntad que han expresado los presidentes.
 
 
Suprema de Brasil luego de ataques a edificios gubernamentales por parte de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro. Scioli dice que luego de esos episodios la democracia en Brasil "salió fortalecida".
—¿Cómo ves la situación política brasileña?
 
 
—Veo a un Lula fortalecido, veo que han sido marginados, acorralados, encarcelados los manifestantes que atentaron contra la democracia. Sigue la investigación, pero Lula mantiene su liderazgo y su compromiso con el pueblo brasileño, y el gobierno desarrolla su agenda de gestión.
 
 
—¿Se superó el riesgo de un golpe?
 
-Hubo despidos de algunos militares tras lo que pasó en La Alvorada (la residencia oficial del presidente Lula) y en otros edificios públicos. Se encarceló gente y ahora se trata de ordenar y generar un marco de confianza en la seguridad del presidente. en la seguridad de Brasilia, y en el correcto funcionamiento de los tres poderes del Estado. Hubo una respuesta contundente ante estos ataques terroristas, es indescriptible lo que ocurrió.
 
 
—¿Cómo está el clima con Bolsonaro?
 
—La justicia, a través del Supremo Tribunal Federal está investigando a los activistas, a los instigadores, a los responsables de esto, Está en curso una investigación muy amplia. No te puedo señalar a alguien en especial cuando todavía no lo ha hecho la justicia. Bolsonaro está todavía en Estados Unidos, dio algunos mensajes y punto. Lula está haciendo lo que tiene que hacer a la altura de su experiencia y de su responsabilidad y su mandato popular.
 
 
—¿La democracia salió fortalecida con lo que pasó?
 
—Si, porque hubo una rápida respuesta contundente a nivel nacional e internacional, recibió el respaldo de los gobernadores, de la Justicia, del poder Legislativo. Esa reacción rápida que fue uno de los ejes de su campaña para fortalecer la democracia. Se había hablado en la campaña de que esto podía suceder y ocurrió. Puso en evidencia las características de algunos individuos en su accionar político, en su militancia.
 
infobae.com

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