...las candidaturas del oficialismo en unas PASO.
El presidente Alberto Fernández habla en un acto compartiendo escenario con distintos representantes del Frente de Todos como el ministro de Economía y referente del Frente Renovador, Sergio Massa; los legisladores porteños Gisela Marziotta y Leandro Santoro; el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; Máximo Kirchner y Victoria Tolosa Paz. REUTERS/Agustin Marcarian
La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, confirmó que el presidente Alberto Fernández trabaja en el armado de una mesa nacional del Frente de Todos en la que se diagramará la estrategia electoral del oficialismo para este año.
Durante la habitual conferencia de prensa que brinda en la Casa Rosada cada jueves, la funcionaria sostuvo que el jefe de Estado, “como presidente del PJ, está analizando la conformación de una mesa electoral”, que la definición de los candidatos deberá ser a través de las PASO y que ese debate no debería incluir “agravios ni operaciones de prensa”.
Su respuesta fue tras la consulta de Infobae sobre cuáles serían las atribuciones de esa mesa nacional y cómo estarían representados los diferentes espacios que se aglutinan dentro del Frente de Todos. “Está analizando la conformación de una mesa que trabaje sobre la estrategia electoral y el Presidente, en noviembre del año pasado, dijo que debíamos ir a unas PASO (NdR: Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) en las que participen todos y todas para elegir el mejor candidato que los representara”, afirmó la portavoz. De esa manera, implícitamente, admitió que Alberto Fernández será uno de los competidores en esa interna.
“Estamos empezando a ver esos debates, esos alineamientos que forman parte de lo que tiene que pasar en un proceso electoral normal en cualquier país donde cada sector, cada espacio, busca instalar al que considera el mejor candidato. Entre todas y todos tenemos que trabajar para evitar el triunfo de la derecha que nos ha hecho retroceder tanto”, afirmó a continuación Cerruti.
La reunión del martes en Merlo de los principales referentes bonaerenses del Frente de Todos le puso presión a Alberto Fernández, quien ahora piensa en el armado de una mesa nacional para discutir la estrategia electoral.
El reclamo sobre la necesidad de un ámbito de discusión interno surgió en los últimos días tras una reunión el martes por la noche en Merlo, en el conurbano bonaerense, donde confluyeron, bajo el auspicio de Máximo Kirchner, muchos de los representantes del peronismo bonaerense que exhibieron su poderío interno y anunciaron la creación de una mesa provincial para fijar la estrategia electoral en el principal distrito de la Argentina, en el que el gobernador Axel Kicillof intentará ir por su reelección.
Allí estuvo, entre otros, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, protagonista la semana pasada de un nuevo conflicto interno generado por su enojo al haber quedado excluido de una reunión que desató la ofensiva de los ministros albertistas. “Mientras ese debate se dé en el marco de mejores ideas y no incluya agravios, ni operaciones de prensa que deberían estar afuera de la norma, bienvenido sea”, expresó Cerruti, en lo que pareció una alusión directa a esas diferencias con una de las principales espadas kirchneristas dentro del Gabinete.
En ese contexto, Fernández ajusta su estrategia de gestión que tiene un impacto electoral. En sus últimas dos actos decidió visitar territorios donde gobierna el kirchnerismo y hacerlo con funcionarios cercanos a él y algunos que responden a Sergio Massa. Unidad en la gestión.
Este miércoles viajó a Chaco para inaugurar un Centro de Desarrollo Infantil y entregar viviendas. Al igual que en Ensenada (el jefe comunal es Mario Secco, ultra K), donde estuvo el lunes, aterrizó en una provincia gobernadora por un kirchnerista. Jorge “Coqui” Capitanich es uno de los pocos mandatarios provinciales que tiene sintonía fina con la vicepresidenta Cristina Kirchner.
El presidente Alberto Fernández estuvo el lunes en Ensenada, territorio kirchnerista, el lunes, en la ampliación de una central térmica.
Ahora quedan por ver cuáles serán los pasos que dará el jefe de Estado. En su entorno advierten que no admitirá que se pongan bajo escrutinio sus aspiraciones a la reelección. Esas intenciones no cayeron bien en las filas del bando disidente, donde resisten esa candidatura y apuestan, en cambio, a Massa o a “Wado” de Pedro e incluso a Jorge Capitanich.
Desde la cúpula camporista, con sede en el Senado, donde manda Cristina Kirchner, ordenaron a las primeras líneas “bajar los decibeles”, según informaron funcionarios y dirigentes de ese sector. Esa estrategia explica el tuit conciliatorio de De Pedro, publicado el lunes; la reserva de las opiniones críticas sobre Alberto Fernández en la reunión de anteanoche en Merlo; y el silencio que reinó ayer entre las filas de los duros después de varios días de lanzar artillería pesada contra Balcarce 50. Quieren dejar atrás los cruces que se desataron del fin de semana por el off the record del ministro político.
“Mientras tanto, el Presidente está gobernando y cree que su función principal es hablarles a los ciudadanos y a las ciudadanas, contarles todo lo que estamos haciendo, yendo a resolver los problemas de la gente, allí donde están los problemas de la gente. Ayer estuvo en Chaco, en el Impenetrable, la primera vez que un presidente democrático llega hasta Fuerte Esperanza. Llegó con un acueducto, satélites para conectividad, casas que se inauguran, con baños, con ciudadanía”, resumió la portavoz presidencial sobre los pasos del Presidente que debió suspender un acto previsto para hoy por malas condiciones climáticas en Tucumán, dando a entender que sobre el armado de la mesa nacional todavía hay mucho por conversar, discutir y analizar.
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