...para avanzar con la liberalización de las restricciones cambiarias.
Sergio Massa junto a la número 2 del FMI, Gita Gopinath, la semana pasada, en Washington
El funcionamiento del mercado cambiario ocupa una parte central del “staff report” divulgado por el FMI, que además incluye una serie de compromisos del lado argentino. Allí se estableció que el Gobierno elaborará para junio un calendario con las “condiciones básicas” para avanzar con la liberación del mercado cambiario. Por otra parte, el FMI advierte por el nuevo aumento de la brecha cambiaria y sugiere que el atraso del dólar oficial se ubicaría en un rango “que va del 10% al 25%”.
El documento que figura el equipo económico argentino, por otra parte, reconoce implícitamente que deberán acelerar el ritmo de incremento del dólar oficial. “Para mejorar la acumulación de reservas, la tasa de devaluación deberá ubicarse de manera consistente por encima de la inflación”, y al mismo tiempo por debajo de la tasa de interés estipulada por el Central, actualmente en el 78% anual nominal, arriba del 110% real anual.
En marzo, por ejemplo, el tipo de cambio oficial aumentó a un ritmo inferior al 6%, cuando la inflación se habría ubicado en 7% o incluso más. El texto elaborado por el equipo económico sugiere que hacia adelante el ajuste cambiario deberá ser superior, lo que implicaría todo un desafío en plena época preelectoral.
El Fondo aceptó modificar la meta de acumulación de reservas en el primer trimestre del año pero dejó la vara alta para el segundo. REUTERS/Yuri Gripas
“Mientras continúan los controles cambiarios para asegurar el target de reservas, estamos trabajando para efectivizar el funcionamiento del mercado, con foco en los incentivos y en reducir su complejidad”, asegura el texto. De hecho, Sergio Massa mencionó ya en redes sociales la intención de avanzar en esta dirección, aunque por ahora sin mayores precisiones. El equipo económico aclara que solicitó la asistencia técnica del Fondo para avanzar en esta dirección.
Tal como se había anunciado, el FMI aceptó flexibilizar la meta de reservas netas por los efectos que tendrá la sequía en el nivel de exportaciones. Para fin de marzo, el stock exigido bajó en USD 3.500 millones. Sin embargo, la exigencia fuerte sigue siendo la de fin de junio, ya que habrá que acumular nada menos que USD 4.900 millones.
El fuerte aumento de reservas exigido para este trimestre va en línea con la estacionalidad, ya que es cuando mayor liquidación de divisas se produce por las ventas del complejo cerealero. Sin embargo, Massa anunciará mañana un dólar agro para incentivar la liquidación de divisas en un año particularmente malo por cuestiones climáticas.
En el reporte completo publicado ayer en el sitio web del FMI, el staff del organismo reitera en varias oportunidades que la situación de la economía argentina es “frágil” y que prácticamente todas las variables corren riesgo de deteriorase más allá de lo previsto por el propio reporte.
El FMI explicitó su preocupación por el aumento de la brecha cambiaria al 90% y sugiere que debe acelerarse el ritmo de aumento del tipo de cambio oficial para controlar que no se siga agrandando. Incluso se juega con una proyección de atraso cambiario de “hasta el 25%”, que para el mercado es mucho mayor
De hecho, el organismo todavía subestima los niveles de inflación del 2023 a cerca del 80%, aunque reconoce que las expectativas se mantienen en el 100%. Y por otra parte sostiene que la economía podría aun mantenerse en positivo, cuando buena parte de los analistas ya proyecta una recesión de por lo menos 3% del PBI, en buena medida por la sequía pero también por la caída del salario real en un contexto de fuerte suba de precios.
Respecto a los precios, los técnicos del FMI indican que el objetivo de las políticas económicas en marcha es que la inflación baje de un promedio de 6% mensual en los primeros meses del año a un ritmo más cercano al 4% mensual para mediados de 2023. Sin embargo, se trata de un objetivo que luce cada vez más lejano luego de la fuerte aceleración de precios de febrero y marzo.
El Fondo insiste en este caso con sus recetas clásicas para contener la inflación. Se mantuvo, por ejemplo, la meta de déficit primario de 1,9% del PBI para este año, a pesar de las pérdidas de recaudación generadas por los menores ingresos de retenciones. También se mantienen los cronogramas de aumentos de tarifas para los próximos meses y se insiste con la necesidad de encontrar ingresos adicionales para cubrir la suba del gasto por la nueva moratoria previsional aprobada por el Congreso hace pocas semanas.
infobae.com