La licitación del Canal de Magdalena, una obra de relevamiento y otra de dragado, sobre una nueva vía navegable del Río de La Plata que permitirá a los buques salir al Atlántico sin necesidad de pasar por Montevideo, sirvió para hacer una pausa temporal en la interna que atraviesa el Frente de Todos en vistas al armado electoral para estas elecciones. El acto que se llevó adelante en en el Puerto La Plata -aunque geográficamente ubicado en la ciudad de Ensenada- volvió a reunir tras casi dos meses al presidente Alberto Fernández con el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Dos figuras del Frente de Todos cuya relación viene tensionada al calor de la coyuntura de gestión y en la antesala de la discusión de la estrategia electoral del Frente de Todos. Poco y nada se tocó el tema en el mediodía de este jueves en el acto. Kicillof recordó que la realización del Canal Magdalena era un viejo proyecto que se había diseñado durante la presidencia de Cristina Kirchner en el año 2014. “Fue una decisión política de Cristina, ahora de este presidente, de tener soberanía”, planteó Kicillof en un gesto de cordialidad.
Tras el acto, en declaraciones a la prensa, Kicillof evitó pronunciarse sobre la coyuntura electoral y la discusión interna del Frente de Todos. Dio a entender que ese tema se discutirá con fuerza mañana viernes en la reunión del Partido Justicialista, donde Fernández y Kicillof -presidente y vice partidario, respectivamente- volverán a verse las caras. Este jueves fue todo benevolencia y predisposición.
Solo estuvieron los intendentes de Ensenada, Mario Secco; Berisso, Fabián Cagliardi; David Angueira. Secco, anfitrión del evento, fue ubicado en el escenario pero no hizo uso de la palabra. “Una ciudad que quiero mucho como Ensenada”, dijo Fernández girando su cabeza a la izquierda en busca de una aprobación del intendente que pugna por la candidatura presidencial de Cristina Kirchner. Fernández fue aplaudido.
El presidente llegó al Puerto acompañado de una comitiva que integraron la Portavoz, Gabriela Cerruti; el secretario de Presidencia, Julio Vitobello y el ministro de Defensa, Jorge Taiana. También estuvo la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, otra espada del discurso presidencial.
Un gesto particular del discurso del presidente fue cuando nombró al vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos; otro de los leales de Fernández e interlocutor del espacio del mandatario nacional con las figuras del cristinismo. “Si bien es cierto que muchos trabajaron en esto, yo quiero destacar lo mucho que trabajó y lo bien que lo hizo en el llamado a Licitación a alguien que no veo, y que no sé por qué no lo invitamos, que es el vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos, que tuvo mucho que ver en la construcción del llamado a licitación que hoy estamos haciendo”, dijo Fernández. Fue acaso, el único gesto de emancipación política durante el acto que también contó con una cuota del Frente Renovador a través del ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano; su par bonaerense, Jorge D’Onforio, la secretaria de Gestión de Transporte, María Jimena López, además de algunos legisladores referenciados en Sergio Massa, que antes del acto mantuvo un encuentro con el presidente en la Quinta de Olivos, en días donde el alza del dólar se impone en la agenda.
“Hoy este sueño se hace realidad porque el Estado avanza nuevamente en una obra imprescindible para reducir las demoras con un canal más ancho y más barato, que nos va a permitir ser más competitivos”, planteó Kicillof. En el gobierno bonaerense reconocen que existe un trabajo en común con el gobierno nacional cuando la gestión lo amerita.
En lo que hace al trabajo del Canal de Magdalena, el proyecto prevé un presupuesto total de $40.000 millones a invertir en dos etapas, una de relevamiento y otra de dragado, en tanto que posteriormente se llevarán a cabo tareas de balizamiento. Las obras, explican en el gobierno bonaerense, son estratégicas para el desarrollo de la provincia de Buenos Aires, ya que incrementarán las cargas transportadas por los puertos bonaerenses; permitirán la salida y entrada directa entre el mar y el litoral fluvial; evitarán que las cargas dependen del paso a través de Montevideo; y reducirán significativamente tiempos y costos logísticos.
“El Canal Magdalena va a ser la puerta de acceso a los puertos bonaerenses, a un futuro mejor y a una historia más grande”, planteó Kicillof.
En paralelo, el presidente dijo que ahora “que se aproximan elecciones y hay mucho barullo, en la política, que haya todo el barullo que quiera haber”, pero que no hay que olvidar que “debemos estar más unidos que nunca porque la división nuestra sólo permite, que otra vez se frustre la construcción del Canal Magdalena, que este puerto no tenga la dimensión y la trascendencia, que objetivamente, debe tener, que no se generen los puestos de trabajo que todo esto puede generar y que la Argentina, una vez más, vea postergadas sus ilusiones”. Agradecimientos y aplausos finales de pie de parte de los asistentes.