Las camisetas de Messi en Barcelona podría volver a venderse (EFE)
Luego de retrasar su renovación con el París Saint-Germain (PSG), cuyo contrato termina el 30 de junio, y de los guiños de la dirigencia del club, el delantero argentino viajó esta semana a Cataluña en sus días libres y hasta cenó con algunos de sus ex compañeros. Todo esto ha alimentado aún más los rumores en la prensa española que analiza cuál podría ser el impacto de su vuelta.
La Pulga es el máximo ídolo culé junto con Johan Cruyff. Más allá de sus arrolladores números con la camiseta blaugrana, que incluyen ser el jugador con más presencias (778 partidos), máximo goleador (672 tantos) y el más ganador (35 títulos) entre otros, ha calado hondo en el corazón de los aficionados que rezan día a día por volverlo a ver una vez más en el Camp Nou. De suceder esto, el impacto no sólo será positivo en el plano emocional, sino también en lo económico.
Para tener noción de lo que puede significar, Messi generaba al Barcelona el 30% de sus ingresos en 2020, antes de marcharse al PSG, según reveló el experto en finanzas Marc Ciria a la cadena de noticias EFE. Estos son entre 250 y 300 millones de euros (USD 274 y 329 millones), entre venta de camisetas, merchandising, derechos de televisación, abonos, tickets y sponsors. Eso, sin tener en cuenta las ganancias que le generaba a la propia ciudad debido a la infinita cantidad de turistas que iban allí solamente para verlo jugar.
Si bien es imposible anticipar exactamente el impacto que tendría su regreso, un artículo del diarios Sport publicado esta semana sugiere que la vuelta de La Pulga generaría un aumento sustancial de esos valores. Un The Last Dance del argentino con la casaca blaugrana provocaría un torrente de dinero superior al que alguna vez tuvo el club y esto sin dudas colaboraría con los problemas económicos que atraviesa actualmente la institución.
Es que el plan de la dirigencia es cerrar el fichaje (a costo cero porque llegaría como jugador libre en julio) cuanto antes para así poder renegociar todo tipo de contratos, atraer nuevas auspiciantes y activar la maquinaria de merchandising brutal que solo estrellas como Messi generan. Por eso, la idea de la directiva es que el rosarino de 35 años pueda ser parte también de la gira de pretemporada que el equipo tiene programada en los Estados Unidos, país que será una de las tres sedes del Mundial 2026 junto a México y Canadá, y que posiblemente sea el hogar del futbolista después de su retiro, como ya lo ha anticipado él mismo en varias oportunidades.
La presencia de Messi en Norteamérica sería así el puntapié inicial para promocionar su regreso a Barcelona. El mercado estadounidense, siempre jugoso para los empresarios deportivos, podría funcionar de manera perfecta para el inicio del contrato por dos años que planea la institución catalana cuyo mayor deseo es que el Diez sea la gran figura del evento que se organizará en noviembre de 2024, cuando el club cumpla 125 años.
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