El empresario Lázaro Báez y otras personas fueron condenadas por lavado de dinero en el mismo expediente en el que hoy el fiscal federal Guillermo Marijuán pidió el sobreseimiento de Cristina Kirchner: “La ruta del dinero K”. Para la justicia se blanquearon 55 millones de dólares.
Dos instancias judiciales dieron por probados los hechos. Primero el Tribunal Oral Federal 4, que dictó las condenas en febrero de 2021, y luego la Cámara Federal de Casación las ratificó en febrero pasado y bajó algunas penas.
“Quedó acreditado que el dueño del capital no declarado, que fue depositado a nombre de otras personas y, luego de la circulación propia de esta modalidad delictiva, ingresado en la cuenta de Austral Construcciones, siempre fue Lázaro Antonio Báez”, sostuvo la Cámara de Casación.
Para la justicia, Báez lavó dinero mediante el uso de facturas falsas. Por mayoría en el tribunal oral y con un voto en Casación también se marcó que parte del dinero que sus empresas obtuvieron de la obra pública se utilizó para ser lavado. Se trata de las obras viales para Santa Cruz que sus compañías recibieron durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner.
Ese caso se analiza en otra causa en la que Cristina Kirchner fue condenada en diciembre pasado a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por administración fraudulenta. La Fiscalía también la acusó y pidió condena por asociación ilícita, pero por mayoría el Tribunal Oral Federal 2 rechazó ese delito. El caso fue apelado y se encuentra en la Cámara de Casación.
“La ruta del dinero K” tuvo su punto máximo cuando se conoció la grabación de una cámara de seguridad de la financiera SGI, de Federico Elaskar, en la que se veía a Martín Báez, al contador Rodolfo Pérez Gadín y otras personas del círculo de confianza de Báez contando millones de dólares. Por ese caso, el juez federal Sebastián Casanello detuvo en abril de 2016 a Báez. El empresario hoy está en prisión domiciliaria.
La justicia consideró probado que para blanquear el dinero se utilizó “un sofisticado mecanismo societario y financiero, que incluía el empleo de sociedades pantalla” que eludían los controles fiscales para sacar el dinero al exterior a distintos bancos internacionales y los reingresaban al país con operaciones de bolsa.
“El dinero así depositado en el extranjero ingresaba a las cuentas de diversos bancos internacionales –generalmente con bajos controles fiscales- a nombre de otras personas jurídicas, que los acusados luego circularon y finalmente reunieron en una cuenta a través de la cual se adquirieron bonos de deuda pública que ulteriormente fueron liquidados en la plaza local, simulando una supuesta inversión multimillonaria de una empresa fiduciaria suiza para adquirir acciones de la empresa Austral Construcción S.A. (ACSA)”, sostuvo la justicia. Austral Construcciones fue la compañía insignia de Báez.
En el juicio oral Báez fue condenado a 12 años de prisión. También recibieron penas otras 21 personas. Entre ellas los cuatro hijos del empresario -Martín, Leandro, Melina y Luciana-, Pérez Gadín, el abogado Jorge Chueco, Elaskar, y el arrepentido del caso, Leonardo Fariña.
Casación ratificó las condenas, pero con algunas modificaciones. Por ejemplo, redujo penas. En el caso de Báez la impusieron en 10 años de prisión. Y por mayoría absolvieron a Melisa y Luciana Báez. El tribunal señaló que en las empresas del padres tenían un rol marginal y no se pudo determinar que hayan partido del lavado de dinero.
La justicia no solo dio por probado el lavado de dinero con los 55 millones de dólares sino también por las compras de un campo en la provincia de Mendoza (estancia “El Carrizalejo”) y de un departamento en avenida Del Libertador de la ciudad de Buenos Aires por parte de Fariña. Además, el pago de los gastos de una fiesta de casamiento del arrepentido y la adquisición de autos de lujo como una Ferrari California, un BMW X6 y un Audi R8 Syder de lo que participaron Carlos Juan Molinari y Daniel Alejandro Bryn, también condenados.
infobae.com