Tensión en aumento y reproches subterráneos
El Frente de Todos dejaría su nombre y su sello en el pasado a partir de este jueves (Foto: Franco Fafasuli)
En el peronismo casi todo está atravesado por la incertidumbre. Las candidaturas, la conformación del frente electoral y el mecanismo con el que se elegirán los candidatos. Negociaciones frenéticas le imprimen un pulso feroz a las definiciones electores. Todo está por verse, todo inmiscuido en la interna interminable.
Mañana a la medianoche se vencerá el plazo para presentar las alianzas electorales y en el oficialismo se deben tomar decisiones concretas. Ya no hay tiempo para patear la pelota para adelante con algunos temas sensibles como el sistema de elección de candidatos. ¿Habrá PASO o no? Esa es la pregunta que gira por todas las oficinas del peronismo, cada vez con más fuerza.
El miércoles 14 de junio antes de la medianoche las autoridades del Frente de Todos deben presentar ante la justicia electoral la conformación de la alianza -los partidos políticos que estarán incluidos -, el nuevo nombre y slogan, y las reglamentación. Es ese punto el más conflictivo porque tiene que haber acuerdo sobre si se realizarán elecciones primarias y con qué sistema se ordenarán las listas.
En todas las terminales del peronismo hay negociaciones frenéticas para poder tener en orden el esquema de partidos que integrarán el espacio y que serán fundamentales el 24 de junio, cuando se venza el tiempo para presentar las listas de candidatos, y se deban poner sobre la mesa los avales para sostener las candidaturas presidenciales.
Juan Manuel Olmos, uno de los apoderados del PJ y nexo entre la Casa Rosada y el kirchnerismo
Esas negociaciones la llevan adelante los apoderados de los principales partidos y los dirigentes más cercanos a Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Por el Partido Justicialista (PJ) el apoderado que concentra la información de todos los partidos es Eduardo López Wesselhoefft. Solía trabajar en conjunto con Jorge Landau, el histórico apoderado del PJ fallecido en el 2021. Es quien tiene más experiencia en esta etapa del proceso electoral.
También están bajo el techo del partido el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, que es un nexo entre la Casa Rosada y el mundo K, y representa los intereses del Presidente; y el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura y hermano de Eduardo “Wado” De Pedro, Gerónimo Ustarroz, los ojos del kirchnerismo en esa mesa de definiciones.
Por el Frente Renovador de Sergio Massa los que siguen el tema son Eduardo Cergnul, funcionario de extrema confianza del ministro de Economía, que trabaja junto a Facundo Fernández y la senadora bonaerense Sofía Vannelli. Esos son los principales nombres que por estas horas definen la composición del frente electoral desde el costado técnico. Las decisiones políticas se toman en otras mesas.
Tal como está planteado el escenario al día de hoy, el oficialismo se encamina a unas PASO. Daniel Scioli no está dispuesto a bajarse y tensa la cuerda al máximo. Tiene en claro que la avanzada más potente contra su candidatura será en el camino que une el 14 con el 24 de junio. Diez días donde, según advierten en el peronismo, se vivirá un clima de máxima tensión para intentar sintetizar en un nombre propio la representación en las elecciones.
Gerónimo Ustarroz, el apoderado del kirchnerismo en la mesa donde se cierra el frente electoral (Maximiliano Luna)
Parece casi un hecho que el Frente de Todos dejará de existir y tendrá una nueva marca. En el kirchnerismo duro aseguran que no habría demasiados cambios en la composición de la alianza. Es decir, que no dejarían afuera de ese armado a Alberto Fernández y Daniel Scioli, tal como se planteó con la opción que flotó en las oficinas oficialistas de armar una coalición nueva que se llame Unidad Renovadora, en alusión a Unidad Ciudadana y el Frente Renovador.
El debate pasa por si habrá PASO o no. Sobre todo después de la presión que ejercieron la mayoría de los gobernadores del PJ para que haya una lista de unidad, y el reclamo que hizo Sergio Massa el último sábado durante el Congreso del Frente Renovador. Unidad, como primera opción, y sino a jugar a las PASO, dijo el ministro de Economía.
”Lo qué hay que definir antes de presentar el frente es si nos van a dar la PASO. La vocación es ir unidos porque es la forma de tener chances. Pero tenemos que llegar a un acuerdo. Queremos competir“, fue la frase, en formato de presión, que lanzaron desde el espacio que lidera Scioli. Cada oración está cargada de un doble sentido y de reproches encubiertos.
Si las elecciones primarias se mantienen -como está sucediendo hasta ahora- en paralelo se debe definir el sistema para ordenar las listas. Todo indica que terminará siendo el sistema d’hondt, utilizado en otras oportunidades por el peronismo. De ser así, la discusión política es cuál será el piso que debe superar el candidato perdedor para que sus candidatos a legisladores ingresen en las listas.
En el kirchnerismo se reactivó la posibilidad de que Axel Kicillof sea el candidato a presidente del Frente de Todos
El kirchnerismo más duro quiere que ese piso sea del 40%. En el albertismo creen que el piso debe ser del 25%, como se utilizó en las últimas oportunidades. El punto de acuerdo depende de las negociaciones que se dan por estas horas y en las que es muy complejo saltar la grieta interna. Las diferencias existenciales que hay hacia adentro de la coalición limitan la capacidad de lograr un acuerdo.
En paralelo a la conformación del frente electoral, la tensión va en aumento por las candidaturas. En La Cámpora empezó a surgir nuevamente el nombre de Axel Kicillof para ser candidato a presidente. “Es el que mejor mide, incluso mejor que Sergio”, explicó un importante funcionario nacional de la agrupación que lidera Máximo Kirchner.
Kicillof resiste en la provincia de Buenos Aires. Quiere buscar su reelección y trabaja para eso. Los intendentes del conurbano creen que la mejor opción es que compita por un segundo mandato. Pero aún así ese apoyo y su voluntad reeleccionista no le alcanzan para dar por cerrada su candidatura. En el corazón del kirchnerismo el gobernador bonaerense sigue siendo una opción muy valorada para pelear la elección presidencial.
En el kirchnerismo se trabaja con la hipótesis de que Patricia Bullrich será la candidata que quede en pie en Juntos por el Cambio. Aceptan que la elección será muy compleja más allá de que los candidatos provinciales de Javier Milei estén fracasando en todos los comicios. Por eso la línea que se baja en ese ámbito es que se debe pensar en grande. En lo que lo convenga al frente electoral y no a cada uno.
Hubo ciertas molestias en el mundo K el día que Axel Kicillof dijo que su fórmula con Verónica Magario estaba cerrada. No es casualidad que el Gobernador, pocas horas después, decidió aclarar que la resolución no estaba tomada. Algunos dirigentes de primera línea sintieron que estaba jugando su carta para imponer la candidatura a gobernador. En el entorno del mandatario se cansan de repetir que harán lo que Cristina Kirchner y el espacio político definan. “Axel no está atornillado a su silla”, resaltan.
Daniel Scioli resiste su candidatura y busca llegar a las PASO en agosto
Una voz importante dentro del mundo K hizo alusión a una encuesta que dejó trascender el círculo político de ”Wado” de Pedro en la que el ministro tiene una intención de voto del 15% y posibilidades de crecer. ¿Cuál es el problema? Que en el escenario nacional el Frente de Todos queda tercero detrás de Javier Milei y Juntos por el Cambio. “No podemos hacer trascender una encuesta en la que no entramos al balotaje. Es muy raro discutir política en términos individuales“, fue la dura queja.
La falta de un candidato y una estrategia clara aumentó la tensión en el oficialismo, incluso dentro del propio kirchnerismo. Los reproches subterráneos van y vienen sin filtros. El clima está enrarecido. En paralelo Sergio Massa se posiciona como un candidato viable, que espera el último minuto para saltar a la cancha y De Pedro trata de mantenerse activo y a flote para llegar al sprint final con la posibilidad de ser el elegido.
Daniel Scioli en tanto, con menos estructura política, pero con la convicción de hierro, asegura en público que no cree que Cristina Kirchner lo llame para bajar su candidatura. En el kirchnerismo están seguros de que el ex gobernador está forzando su candidatura para subirse el precio en la negociación final pero que, llegado el momento, aceptará negociar. En el sciolismo acortan el margen de esa negociación: ”A esta altura de su carrera a Daniel no le interesa otra cosa que no sea ser presidente“.
Algunos espacios por los que está compuesto el Frente de Todos son el Partido Justicialista (PJ), Frente Renovador, Kolina, Partido de la Victoria, Nuevo Encuentro, Frente Grande, Compromiso Federal, Movimiento Yrigoyenista, Partido Intransigente, Partido del trabajo y del Pueblo, Partido Comunista, Unidad Popular, Partido Solidario, Movimiento Proyecto Sur, Somos, FORJA, Nuevo Encuentro, Compromiso Federal y el Partido Solidario, y el Partido del Trabajo y la Equidad.
Quienes están metidos en la negociación final aseguran que el esquema partidario seguirá siendo casi el mismo. Que no habrá ruptura y que habrá unidad pese a todo. Un funcionario que conoce los pasillos del poder kirchnerista se animó a proyectar una fecha puntual en el calendario electoral de junio. “Si se ordena el frente, una fecha para presentar la fórmula podría ser el martes 20 de junio. Día patriótico”. No hay confirmaciones de que así sea. Al menos, hasta este martes 13 de junio. Todo es muy dinámico.
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