...protestar contra el gobernador Gerardo Morales. De su pasado militar y guerrillero a un presente de reuniones con Milagro Sala y el apoyo a los pueblos originarios
Julio César Urien
En el medio de las protestas que se desarrollaron en Jujuy, en donde convivieron reclamos salariales de los docentes con los de las comunidades originarias contra la nueva Constitución provincial, se pudo ver a una figura poco acostumbrada al clima del norte argentino. Es Julio Urien, el hombre que gestó las incursiones en el campo del multimillonario Joe Lewis en Lago Escondido y presidente de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca), que tiene como sede y radio de acción la Patagonia.
El hoy se encuentra en Purmamarca, con un campamento a la vera de la ruta en donde dijo que su rol es el de “apoyo, solidaridad y observación“ en relación a los reclamos de las comunidades originarias.
Urien se siente cómodo en su rol y, luego de señalar que participó de varias reuniones, reconoce que los ve “bastante organizados, dispuestos a resistir una posible represión: con mucha determinación”. Y agregó: “Defienden esta tierra como pueblos originarios y como argentinos frente a las multinacionales y a estos dirigentes que son serviles a esos intereses, son conscientes que esta especie de terrorismo de Estado que ocurre en Jujuy es un ensayo por si vuelve esta oposición liberal con Bullrich y con Morales”, dijo el titular de Fipca en las redes sociales luego de prometer que se irán sumando otras agrupaciones.
El líder de la fundación tiene una estrecha relación con un sector del kirchnerismo. En 2016 firmó, junto a Luis D’Elía y Gabriel Mariotto, un apoyo al entonces vicepresidente Amado Boudou, condenado por apropiarse por la imprenta de billetes Ciccone. Además, en este viaje a Jujuy -el segundo que realiza- se reunió con la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, que se encuentra, desde hace más de dos años, con arresto domiciliario.
Pero esta no es su primera incursión en una lucha y mucho menos no es la primera vez que corre el riesgo de un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad. Hace poco más de 50 años atrás, en 1972, un grupo de Infantes de Marina tomó la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) como medida de resistencia ante cualquier intento de la dictadura militar de Alejandro Agustín Lanusse que, por entonces, impedía el retorno de Juan Domingo Perón.
Julio César Urien, por entonces con 22 años, lideró el grupo y su historia política lo hizo popular. Formó parte de la promoción 100 de oficiales de la Armada, la misma en la que egresaron los genocidas Alfredo Astiz y Ricardo Cavallo, estuvo preso y, gracias a la amnistía de Héctor Cámpora, recuperó la libertad.
En 1974 se integró a la organización Montoneros y en mayo de 1975 lo detuvieron y estuvo preso, hasta 1983, en varias cárceles del país. En 2005, durante la administración de Néstor Kirchner, Urien recuperó su condición de militar y le devolvieron dos grados. Se retiró del servicio como Teniente de Fragata de la Armada.
Instalado en el sur desde hace años, también protagoniza protestas y recorridas en el camino de alta montaña que tiene como acceso al Lago Escondido en donde posee su estancia el magnate británico Lewis, y lo hace como forma de “defensa de la soberanía nacional”.
Urien, en tanto, tuvo un paso por la función pública como presidente del Astillero Río Santiago y estuvo bajo su gestión el mantenimiento de “media vida” de la Fragata Libertad, hasta que renunció en 2008 por diferencias con la gestión del gobernador Daniel Scioli.
Una de las marchas contra Joe Lewis en Lago Escondido (Instagram FIPCAok)
El grupo sanmartiniano que comanda el marino retirado sigue en Jujuy y entiende que lo que está sucediendo en la provincia gobernada por Gerardo Morales “es un ensayo de lo que puede llegar a pasar en la Argentina, si gana Juntos por el Cambio”. Es por eso que pide, como una “de las alternativas”, la intervención de la provincia de parte de la Nación. Y justifica para cerrar: “Esta lucha es de vida o muerte”.
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