Luego de describir las condiciones y particularidades de las obras que hacen posible la captación de agua en la zona, el gobernador, Ricardo Quintela, aprovechó para sugerir a la población “el uso racional de la misma y avanzar en un cambio cultural para el cuidado del agua”.
En cuanto a la posibilidad del uso de las aguas de efluentes cloacales, de la planta de tratamiento de Catuna, el gobernador admitió la posibilidad de utilizarlas, previo “tratamiento de purificación y su uso en forrajes para los animales de Catuna y del departamento" teniendo en cuenta que la zona sur de la provincia es un espacio “semidesértico”, de pocas lluvias.
Al mismo tiempo recordó: “Estamos viendo que hay problemas en todo el mundo por el calentamiento global. Hoy más que nunca tenemos que cuidar el agua y plantas”. Referido a este tema, el gobernador Quintela confió que habló con el intendente, los diputados y miembros de la sociedad, “sobre los procesos de diferentes producciones, buscando que no se desertifique, que cada planta que se saque sea repuesta como corresponde”.
No obstante, reflexionó respecto a estos emprendimientos admitiendo que “más allá de que dé trabajo, la gente tiene que saber que de acá se llevan riquezas naturales, por lo tanto, hay que sustituirla plantando nuevas especies para evitar la desforestación, la desertificación y atentar contra el ambiente”.
Por su parte, Javier Alaníz, vecino de Catuna, valoró la obra de perforación y agradeció al gobierno de la provincia por las tareas realizadas. A su juicio, “el pueblo viene creciendo a pasos agigantados” y la concreción de los trabajos son para la familia Alaníz, un premio a los pedidos de sus padres Félix Alaníz y Paula Luna, quienes habían reclamado por estas obras.